sábado, 29 de septiembre de 2012

Lo cotidiano de la vida en un cuaderno

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Puccini® Derechos reservados

29.

Aceptó. Cómo no... quedaron para la noche siguiente, a eso de las siete, en su Hotel.

Jenny la esperaba en la cocina del Hotel, ataviada con un gorro de cocina y delantal, feliz y divertida reía mientras seguía las indicaciones del cocinero...hizo las presentaciones y la invitó a que ayudara...

- Estoy haciendo un pan francés, con nueces y pasas...quiero que lo pruebes...- le entregó un delantal y un gorro, tenía que llevarlos puestos o no se podría estar en la cocina y ella quería quedarse donde la morena estuviera.

- No puedes parar quieta... - la veía hacer la masa mientras incrustaba nueces y pasas y espolvoreaba la harina, se lavó las manos y no pudo evitar el impulso de aplastar la masa que Jenny preparaba.

- Ehhhhhhh...- la respuesta le vino en forma de polvo blanco cubriendole la cara

- Uy perdón... realmente tengo muy poca puntería... iba para...- Jenny ponia cara de no haber roto un plato mientras señalaba lo que tenía entre las manos.

- Ya...pues me confundiste con la masa...

- Ahora tendré que amasarte...jajajaja- Se colocó de lado y levantó las manos hacia la cara de la rubia


- Ja!...que más quisieras...- rieron a gusto sus propios comentarios, mientras se apoyaban la una en la otra, hombro con hombro, además de la complicidad del momento había una necesidad de cercania y proximidad; como si todo cuanto no eran capaces de pronunciar lo compensaran con el lenguaje no verbal.

Nunca imaginó que hacer un pan pudiera estar tan cargado de sensualidad, la forma de moldear la masa a su antojo mientras enterraba los dedos en la harina, el roce de la piel de sus brazos mientras la morena le indicaba cómo mezclar los huevos, como dejaron que sus manos se encontraran una y otra vez con la excusa de dar la forma adecuada al pan; Jenny decidió hacer bollitos pequeños en vez de un pan grande y acariciaba con sus dedos las palmas de las manos de Emma mientras le indicaba como apretar adecuadamente la masa. Cualquier momento propiciaba un toque, un suspiro contenido o una mirada sugerente; no estaban solas en la cocina, había cuatro cocineros más, muy atareados, a los que decidieron dejar tranquilos. Metieron los panecillos en el horno.

- Es hora de subir... en unos 20 minutos estarán listos y los comeremos para cenar.
Igual es un poco tarde para ti, ¿no?

- Normalmente a esta hora ya he cenado... pero no me importa...- “.. esperar si estoy contigo”, quería añadir, era obvio que no lo diría. Subieron por un ascensor privado a la última planta, Emma se encontró pensando que nunca en su vida había tenido privilegios de ningún tipo ni accesos exclusivos y, en cambio, junto a la morena tenía la impresión de tener al alcance de su mano cualquier cosa que se le antojara; entre la gran cantidad de dinero que había pagado su padre por su desnudo y las ganas de dejarlo todo y tirarlo por la borda que sentía cada vez que respiraba el perfume de su hija, casi se notaba flotar, sabiéndose más libre que nunca y olvidando cuánto puede encadenarte el deseo y apresarte un amor y ni tan siquiera darte cuenta hasta que ya no hay remedio. En esos momentos, y desde el instante en que la conoció, sólo había querido atarse a sus piernas y acurrucarse con su piel, quedarse allí escondida del mundo, recuperando las horas vividas sin ella.

Durante los pocos segundos que tuvieron que compartir el cubículo del ascensor Jenny parecía muy inquieta y nerviosa, se frotaba las manos en la falda y evitaba mirar a la rubia. Emma vió el largo pasillo que recorrió hacia solo dos días para entregar el cuadro, pero la morena se dirigió hacia la derecha por otro pasillo, la siguió sin poder evitar mirar sus piernas y su forma de andar. Entraron en un pequeño ático, la distribución parecida a la de su casa en Munich, no había muros, solo los que delimitaban el baño y la amplia terraza. Había una mesa redonda, que seguramente habría preparado el servicio del Hotel, con velas encendidas y una cubitera con una botella de vino en uno de los laterales. La morena bajó un poco la intensidad de la luz y después se dirigió al equipo de música, los acordes de un piano y una suave voz, acústico, no reconoció a la cantante...

- ¿Te importa si me doy una ducha rápida y me cambio, mientras traen la cena?...- se había colocado a su lado en una abrir y cerrar de ojos.- ¿ Tu quieres ducharte?. Nos hemos puesto perdidas con el pan...- sonreía y Emma se derretía- Te puedo dejar ropa...

- Estaría bien...- sus mejillas ardían, el recuerdo de ellas dos en la ducha enjabonándose, acudió veloz para quedarse. Desvió la mirada, como si la morena fuera a descubrir sus pensamientos

- Pasa tu primero...- le indicó sonriendo- ...luego veremos la ropa que nos ponemos... dentro del baño hay una puerta directa al ropero.

- No... tu primero...- las dos señalaban la puerta del baño.

- De ninguna manera...eres mi invitada y tengo la obligación de atenderte y mimarte durante tu estancia en mi Hotel...- el cuerpo le pidió acercarse a la rubia lo suficiente como para convencerla de que lo mejor seria ir lo más rápido posible hacia el baño.

- Tengo una extraña sensación de dejà vú...- Emma se separó y cerró la puerta tras ella, dejando a Jenny sonriendo como una tonta, en una clara referencia al tiempo compartido juntas en el otro Hotel. Miró hacia la mesa y las velas, decidió bajar un poco más la luz. Todo estaba saliendo tal y como había esperado...

“Si Emma, es como si ya lo hubiéramos vivido...solo que ahora mis intenciones son otras...”. El teléfono de la rubia sonó, miró la pantalla con curiosidad, Bodo...saber que Emma tenía a alguien en su vida la mantenía quieta, como una intrusa a quien regalara los segundos que le sobraban...tendría que avanzar conformándose con la situación,armarse de paciencia y saber esperar. Deseaba encontrar la forma de poder hacerlo que su naturaleza impaciente no la hiciera ir tras ella hasta atraparla,  disfrutar de sus momentos juntas que quisiera acompañarla y quedarse, sin huidas a ninguna parte, ni apresuramientos... ni más allá de si mismas.


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Notó la preocupación en su mirada, como el reflejo de una enorme sombra en sus ojos claros; trató de disimular, pero no sabía que Jenny había visto el nombre de quien llamaba; intentó ignorar la llamada, más tarde la devolvería, pero Bodo se había interpuesto entre ellas, sin saberlo, el chico cobró la forma de todo lo no hablado, de lo no compartido, él parecía lo real y ellas solo un espejismo...que poco se conocían y que necesario era enamorarse de quien se es y no de la bruma de quien deseas que se sea...lo vio tan claro que su cuerpo empezó a notar una pura agonía, ¿como convencer a su piel para abandonar el anhelo inmediato de la otra piel? ¿Era realmente necesario contenerse para conocerse?.

Emma se disculpó y salió a la terraza para contestar la llamada. Jenny dejó escapar un aullido casi en un suspiro:”Dios!!”, quería gritarlo, sentía celos y angustia por igual, qué le estaría contando a su maldito chico y por qué ella , toda seguridad para según que cosas, no sabía qué carajo hacer. Sería tan fácil salir tras Emma a ese balcón, coger su teléfono y tirarlo al vacío, abrazarla para inclinarla hasta el suelo y arrastrarse sobre ella y con ella; le subiría su propio vestido, el que la rubia había escogido de su ropero, la obligaría a mantener los brazos cruzados sobre su cabeza, agarrandola por las muñecas y con la mano libre le bajaría el tanga, llevaba toda la noche notándolo tras el vestido, para dejar su mano completamente abierta y quieta sobre lo que la tira de tela tapaba, presionando levemente, esperando a que fuera ella la que se moviera y le pidiera y suplicara; con su boca haría lo mismo, dejaría sus labios rozando los de ella, absorbiendo el calor de su aliento y aguardando; sabía que Emma no tardaría en desesperarse y que ella misma acariciaría al mismo ritmo ambos labios, los que tomaría su boca y los que atraparían sus dedos y se colaría en ella, penetrando tan hondo y tan dentro como le fuera posible y no soltaría sus brazos hasta que gritara su nombre...

-¿Jenny?...- la rubia volvió a entrar abrazandose para darse calor, la noche era fresca- ..¿Estas bien?.

- Ehm...ah...estaba pensando... - cogió su copa de vino y casi se tomó el contenido de un trago, mientras Emma se sentaba de nuevo frente a ella, lista para comenzar a cenar.

- ¿Cenamos? Esto tiene una pinta deliciosa...para comerselo entero...Uhm...

- Estoy de acuerdo...- Jenny no apartaba la vista de ella. Sería tan fácil...pero quería más, quería lo difícil. Sabía que su cuerpo se enamoró del cuerpo de Emma aquellas dos semanas que compartieron y, sobre todo, los últimos días y que había sentido su necesidad todos esos meses sin verse hasta convertirse en casi una obsesión; pero lo quería todo, quería el amor y algo le decía...que estaba en ella.-¿Todo bien?- preguntó mirando el teléfono- Tenía miedo de que entraras y suspendieras nuestra cena...
- Por nada del mundo...- intentó sonreir, pero se le notó demasiado el esfuerzo- Era mi.. - la miró y  de pronto parecía costarle tragar - ..mi..

- ¿Tu novio? - Jenny quiso ayudar por más que le repugnara pronunciar esa palabra.

- ¿Quéeee?. Noooooooooooo... no, no.. él no es mi...- ya estaba aquel color por toda la cara y las orejas de Emma - Él es... Bodo, estamos, pero no es mi... no es...

- ¿Que demonios de nombre es Bodo? - la morena no pudo disimular cierto desprecio en sus palabras, por mucho que la pregunta fuera envuelta en una fantástica e incongruente sonrisa- No lo había oído en mi vida...

- Uhm... yo tampoco...- volvió a untar paté en su carne y se llevó un trozo a la boca, mejor no seguir hablando, pero tenía que hacer una última pregunta sobre el tema- ¿Y tú estás con alguien?-

- No...aunque ya me gustaría...- Jenny puso una mirada nostálgica y algo melodramática.

-¿Si? Y...¿que te lo impide?- Emma sabía que se estaba metiendo en algún lio sin saber a ciencia cierta de qué tipo; pero si estaban manteniendo una conversación, que menos que seguirla...

- Tiene pareja...- un brillo extraño se quedó en sus ojos y Emma sintió que era el momento de derivar la charla hacia otros derroteros. Por esa noche ya tenían información suficiente...

Y Bodo...estaba enfadado con ella, normal, no le había llamado en toda la semana, ni quedado con él y se acababa de enterar de que estaba cenando con Jenny. Ya se estaba guardando demasiadas cosas y muchas por aclarar, tanto con Bodo como con Jenny.

¿Y si simplemente probaba con comenzar? ¿ Tan difícil le resultaba sentarse cara a cara y hablar?. Ahora mismo , Jenny estaba frente a ella...pero es que...era tan guapa...y la ponía tan nerviosa... que le resultaba imposible hablar de lo que sentía sin … sin...”Dios!!”







11 comentarios:

  1. Woow muchas gracias por el capitulo, a la espera del siguiente! Me encanta esta historia.

    Saludos
    Desde Chile

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  2. Ainnss Pucci, qué debilidad tengo por esta historia... y por esta Emma. Siempre merece la pena la espera :)). Graciasss.

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  3. Excelente capitulo!! a la espera del prox. muchas gracias

    Saludos desde Chile
    Daniela T.

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  4. Cuando subiran mas capitulos??

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  5. oooohh.. al final no hay caso con el blog??? Ojala por lo menos tengamos algún final de cada historia.. igual se agradece enormemente el tiempo que se ha dedicado y es entendible que ya no se pueda actualizar como era hace un tiempo atrás...

    aún seguire pendiente si alguna vez see retoma el blog


    (Pola)

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  6. Chicas, se están cociendo en el horno... creo que pronto habrá capítulos de por los menos dos escritoras,entre las que me incluyo... lo sentimos mucho, se que comenzar un historia y que esté sin terminar o se quede sin fin y haya que esperar tanto es una pu....; pero las cosas y la vida viene así y bueno se hace lo que se puede según las circunstancias de cada cual.

    Yo, por mi parte, me comprometo a no volver a publicar ninguna historia más que no haya terminado previamente jajaja.

    Saludos

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    1. Nada nada tanta disculpa. Lo q tienes q hacer es publicar ya jejeje

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    2. jajajaja Magda la confianza da asco, jodia jajaja. Nada chicas es mi amiga y está un poco loquilla, asi que ni caso jajajaj

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    3. Pues ya seremos dos locas pero pienso lo mismo que magda, ya toca capitulos nuevo.

      Makeys.

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  7. mmm muchas promesas y poco hechos.... no se a ustedes pero a mi me suena a politica....jejeje.... y lo peor es que no importa nosotras te seguimos igual....huuuyyy solo falta eso de ... sigame que no los voy a defraudar....jejeje

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  8. Yaaa teneis otroooo, no me comparéis con un politico nooooooo.

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