miércoles, 21 de diciembre de 2011

Hojas de otoño - Post de Navidad


El Amor es el significado ultimado de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación.”
Rabindranath Tagore

El invierno de ese año ponía a prueba las defensas cada día, pero había decidido establecer una pequeña tregua de unas semanas justo antes de Navidad. Kasia había decidido pasear por el parque situado frente a su casa aprovechando que la nieve había desaparecido de las calles. Una piel increíblemente suave entrelazaba sus dedos con los de Kasia y la joven directora creía morir de felicidad. Miró un segundo a la dueña de aquella mano cálida aún en días de frío y se tropezó con unos preciosos ojos azules.

jueves, 8 de diciembre de 2011

El lugar correcto de las cosas II


Subido el 47

Capítulo 26

-. ¡Dennis! ¿Qué haces aquí? ¿no se supone que tienes que estar ahí dentro? – le preguntó su amiga extrañada.

.- Sólo he venido a daros la entrada a la fiesta y detrás viene la dirección del local.- Sonrió mientras repartía las entradas a los otros dos amigos.

.- Pero …- a kasia no le apetecía ir pero no sabía tampoco como negarse - … yo…prefiero no ir, chicos ir vosotros – sonrió temiendo que no la hicieran caso.

.- Tonterías , allí os veo– le dio un beso en la mejilla –¡a todos ! ¡no me falléis!, dio media vuelta y bajó hasta el pasillo que dirigía hacia el interior del escenario.

Kasia quedó derrotada, esa fiesta no sería el sitio mas divertido del mundo y además no quería poner a Lucy en un compromiso. No sabía como esta iba a reaccionar ante ella delante de todo el mundo.

Si Lucy reclamaba que kasia estuviera a su lado, alguien podría darse cuenta de la situación y meterlas en serios problemas, sobre todo para la morena. Pero si por el contrario su chica pasaba de ella para que nadie pudiera relacionarlas a kasia esa indiferencia le dolería mucho y sabía que no podría aliviar su dolor pensando en que Lucy actuaba así por su bien.

martes, 6 de diciembre de 2011

Física, Química y Piel ( 2ª parte)

DERECHOS RESERVADOS®Memo.

Dios!!! Pasó la mano por sus rostro desesperada… todo se estaba moviendo a un ritmo vertiginoso, hace sólo dos semanas atrás no tenía noción de la existencia de la academia y ahora albergaba entre su brazo y su pecho a la profesora de baile. A la misma persona que intentó alejarla de su puesto, quien le había dado a entender que odiaba a las personas de su tipo por metódicos y predecibles, aquella que seguramente se alimentaría de nuevas aventuras todos los días, quien había aparecido en el medio de la noche pidiendo dormir acompañada.
Siempre enmascara de niña y armada de mujer… una combinación letal para cualquier infeliz, un duelo a muerte para el más adinerado de los caballeros y la demencia hasta para el más cuerdo de todos. Rozó suavemente su mejilla olvidando que sólo basta un roce para despertar el sexo y las ganas animal de morirse en ella, aún a sabiendas de lo vano que muchas veces puede ser el esfuerzo.
Emma aguantó la respiración mientras la morena buscaba una mejor posición entre sus brazos…
“Opuestos”… recordó, al sentir el calor húmedo su mano al colarse bajo su camiseta. Pensó en cada unas de las leyes acerca de la atracción de los cuerpos ¿Sería eso? Una ley universal rigiéndolas, una cuestión meramente física e inevitable, dado a que la atracción que sentía por ella no la podía negar… Un argumento demasiado científico para el desequilibrio mental… “Opuestos y paralelos”… al igual que las rectas ¿En qué donde podría chocar ella con Jennifer? En un punto, en el infinito o en una cama??? En un universo curvo e irreal dentro de su mente??? … Demasiado geométrico para lo que no posee forma…
Acomodó un mechón detrás de su oreja y se permitió mirarla sin reparo, para guardar su imagen y reproducirla en su cabeza las veces que quisiera. Allí dentro, al lado de las fantasías y de los mejores recuerdos.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Rebecca Rosas Blancas




Capítulo 1


Lucy salió del teatro y subió a su coche. Estaba exhausta, cuanto más se acercaba la fecha del estreno, sus horas de trabajo aumentaban, ensayos, pruebas de sonido, vestuario, promociones ocupaban todo su día. Había salido de casa a las siete de la mañana y ya eran las once de la noche.

Se sentía al límite de sus fuerzas, desde que hace seis años que había saltado a la fama gracias al musical Rebecca no había parado; cine, musicales, teatro... la habían convertido en una gran estrella internacional, una gran diva. Por eso la nueva adaptación de Rebecca iba a tener una gran repercusión a nivel mundial y exigía lo máximo de ella.
Echaba terriblemente de menos, aquellos días en los que se perdía por Berlín y disfrutaba junto a sus amigos de todas las oportunidades que esa magnífica ciudad ofrecía, para el entretenimiento y la diversión. Echaba de menos esa parte espontánea y rebelde de su carácter que siempre la había acompañado y nunca quiso perder; lamentablemente eso fue una de las cosas que se quedaron en el camino, pero su candidez y su sencillez, eso estaba decidía a no perderlo jamás.
Llevaba varios días sin dormir bien, alguien le enviaba ramos de rosas blancas, llamaba por teléfono a altas horas de la madrugada y mandaba emails amenazantes. Todo había comenzado hacía una semana, al anunciar su compromiso con Pierce y a él empezaba a preocuparle seriamente. Ante sus padres y su prometido intentaba quitarle hierro al asunto, ellos intentaban convencerla para acudir a la policía, pero ella pensaba que la policía tenía asuntos más importantes que ocuparse que de una artista innecesariamente preocupada por las amenazas de fan loco.
Nunca había tenido ningún problema con sus fans, siempre se habían mantenido un respeto y un cariño mutuo. A lo largo de su carrera, había recibido algunos correos de mal gusto que nunca habían pasado a mayores, pero esta vez las amenazas eran cada vez peores y no podía evitar sentirse inquieta.