miércoles, 1 de febrero de 2012

Lo cotidiano de la vida en un cuaderno


DERECHOS RESERVADOS Puccini®

Este Fanfic, se ha novelado y publicado en Amazon, en formato Kindle, con algunos cambios.

http://www.amazon.es/Encuentros-sobre-azules-Lily-Carmona-ebook/dp/B00R3LS808/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1418803208&sr=8-1&keywords=encuentros+sobre+azules


1.


     Cerraba sus ojos para poder visualizar las distintas notas musicales generando conexiones neuronales en su cerebro, electricidad recorriendo trayectos entre axones y traspasando los centros neuronales y, a una velocidad imperceptible, integrándose e interpretando emociones. No podía imaginar tener sentimientos mas absolutos a los que tenía cuando lograba concentrarse y hacer que sus pensamientos no fueran mas que notas musicales, seguía sus distintas formas, las desplazaba y recorría, se dejaba envolver hasta que de ella no quedaba más que música, música y emociones.

El problema era cuando conseguía estos niveles de concentración sobre un andamio o encima de un tejado...menos mal que existía el arnés y que lo había convertido en una mas de sus herramientas diarias o ya se habría partido el cráneo en alguna de sus muchas caídas, su cuerpo se relajaba en sentido inverso a la actividad de su mente y solía perder muy fácilmente el equilibrio, quedando suspendida en el aire y activando todos sus sentidos para conectar con la realidad de manera inequívoca. La música desaparecía tras el sentido de alarma y el instinto de supervivencia.

No había sido el caso, estaba dando una mano de pintura a la parte alta del caserón, una última puesta a punto para lo que se venía a partir de mañana... el hotel rural se convertiría en un ir y venir incesante de personas para la asistencia a los cursos que organizaban a principios de primavera y hasta bien entrado el otoño. Los grupos eran reducidos, no mas de diez personas y los cursos no duraban más de una semana, aún así, los mismos alumnos solían repetir, si su economía y su disponibilidad se lo permitía.



Terminó su trabajo, había quedado perfecto. La sensación de lo terminado y bien hecho, tras una jornada agotadora, donde sentía todos y cada uno de sus músculos doloridos y el agotamiento no la dejaba pensar mucho más. Una cena, un poco de conversación amiga, algo de lectura y a la cama. Sin preguntarse que sería de ella mañana, a parte de tratar de esquivar, la mayor parte del tiempo, a los nuevos clientes que invadirían el hotel. Dennis sabía donde podría encontrarla, si la necesitaba, merodeando la casona, realizando las tareas precisas para el mantenimiento de los animales, la huerta y los jardines... el resto de los que allí se congregaran le traían sin cuidado... un grupo semanal mas, hombres y mujeres que buscaban ampliar y derivar sus conocimientos sobre las distintas formas de terapia musical en contacto con la naturaleza; músicos, artistas, psicólogos, médicos, terapeutas...ella no tenía nada que ofrecerles, no de una forma directa, solo estaba unida a ellos a través de Dennis, y de una forma indirecta, cuando se quedaba a escondidas, escuchando la música que creaban, la que surgía de sus voces, del roce de sus movimientos al bailar mientras interpretaban a Bach, Mozart...

Tiempo de desconectar, aún sobre el andamio, desencajó el rodillo del palo y comenzó a girarlo, como si se tratara de un palo de lucha libre o una espada, adoptando formas de Tai chi, buscando el equilibrio y haciendo el saludo final a su reflejo en el cristal de la ventana; lo que no esperaba era encontrarse a un Dennis indignado, observándola tras el cristal de la misma, la impresión la hizo caer, quedando colgada del arnés, como otras muchas veces... Dennis abrió la ventana apresurado y preocupado.

- Terminarás partiéndote la crisma!. Haz el favor de bajar de ahí de una vez!- la situación le pareció tan cómica que la hizo reír a carcajadas contagiando al chico, que no podía mantener su enfado con ella ni unos pocos segundos...sus risas se podían oír a distancia.



- Buenas tardes...- carraspeando para tratar de elevar el tono de su voz.- Buenas tardes!- las risas cesaron casi al unísono y las cabezas se giraron en dirección de aquella voz de mujer, que parecía arrepentida de haber elevado el tono y algo cohibida por ser el centro de atención.



- ¿Si? - eso le hacía falta a ella, que le viniera chillando una señoritinga de ciudad con ese aspecto de intelectual de tres al cuarto, y antes de que la recién llegada pudiera contestar, se balanceó con fuerza para alcanzar el andamio y volver a subir al mismo.



- Bienvenida!!! - Dennis intervino para salvar la situación antes de que la vena salvaje de su amiga se mostrara en todo su esplendor frente a la que seguramente sería una nueva huésped y alumna de sus cursos- Enseguida bajo- aún con medio cuerpo asomando por la ventana.



- Siento la intromisión...- se dirigió con cautela hacia el andamio, al ver que aquella chica bajaba del mismo algo molesta - Pero no había nadie en recepción y...



- Ya, ya imagino... no importa - ni siquiera la miraba, mientras se limpiaba las manos con un trapo- ahora si que habrá alguien en recepción- dijo tratando de cortar la conversación y mirándola desafiante.



La recién llegada le mantuvo la mirada, cuando la desafiaban tendía a mantener el combate, una fuerza desconocida para ella surgía directa desde su estómago y la hacía permaner erguida ante el duelo hasta que salía indemne... pero no en esta ocasión, tuvo que apartar sus ojos de aquellos ojos y darle la espalda, había algo en aquella mirada que la doblegaba.



Al verse ignorada y desatendida, se marchó camino de recepción, esperando que el chico al que había visto fuera algo más amable y educado que aquella salvaje con mono de obrera.



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2.





-La palabra para hoy... -abrió el diccionario por una página cualquiera y, con los ojos cerrados, marcó un punto de la misma con su dedo índice- Atrezo - bonita palabra, copio su significado en un post-it de color azul y lo pegó en su libreta de tapa blanda y folios blancos y de la que nunca se separaba- Conjunto de elementos necesarios para una puesta de escena teatral o para el decorado de una escena televisiva o cinematográfica- Si abría su cuaderno encontraba folios repletos de post-it con las palabras, y sus significados, que iba aprendiendo cada día, dibujos a lápiz y carboncillo de cualquier escena cotidiana, sillas, casas, rostros; alguna fotografía de algún lugar o de personas, sus poemas y muchas anotaciones para su libro.



Guardó su libreta en una pequeña mochila que acomodó en su espalda y, con crema de máxima protección solar y un sombrero de paja, se dispuso a afrontar su primer día en aquel hotel rural. Ben salió del cuarto de baño y al verla tan dispuesta y con aquellas pintas campestres no pudo dejar de soltar una carcajada, mientras agarraba sus cosas para salir con ella de la habitación, la cogió por los hombros y la abrazó.



- Estás para comerte...- le susurró al oído.



- Eres un capullo...- sonreía mientras alzaba su rodilla directa a la entrepierna de Ben, frenándola en el último instante, haciendo que el chico la soltara, en un acto reflejo, para proteger sus parte más intimas del impacto.



- Ejem... Mejor vamos saliendo que llegaremos tarde...- Ben sonreía entre aliviado y divertido, dejándola pasar mientras le abría cómico la puerta de la habitación- ¿Ya tienes tu palabra para hoy?.



- Atrezo...



- Uhm, interesante... - al salir de su habitación, dirección las escaleras, un gran ventanal te introducía en las maravillosas vistas de verdes, azules, blancos... todo un mundo de colores de flores se extendían como en un enorme lienzo...- Ben extendió su mano en dirección a toda aquella belleza, en la que ella aún ni había reparado absorta en sus pensamientos rutinarios - Bienvenida al atrezzo que ha dispuesto para ti la vida... al menos, durante unos días...



- Falta el guión...- estaba realmente impactada ante esas vistas, asi que se quedó parada mientras Ben comenzaba a bajar las escaleras .



- Lo tendrás que escribir tu... ¿ no eres la escritora?.



- No, soy historiadora y bibliotecaria y me apasiona la historia de la vida cotidiana...


- Pero siempre estás escribiendo en tus libretas, debes tener miles acumuladas en algún lugar de tu casa....- Ben había continuado hablándole, mientras ella no podía apartar sus ojos de aquella inmensa gama de colores, acostumbrada a los blancos, marrones, grises y negros de la biblioteca. Alzó la voz para llamarla- ¿Vienes?

Apresuró el paso para alcanzarle, la recepción estaba cerca, no era un hotel muy grande, pero lo exquisito se reflejaba en cada detalle; por muy rústico que pretendiera ser, combinaba toques actuales, la decoración, los lienzos, los servicios.

- Y tu eres psicólogo, tendrás un montón de informes de tus clientes... cada cual a lo suyo...- cuando quería sabía saldar un tema rápidamente podía llegar a ser muy cortante.

Ben le pasó el brazo por los hombros y la acercó a él.

- Tranquila, querida, se perfectamente a lo que hemos venido...- le guiñó un ojo mientras sonreía pícaro, antes de que el rictus se le quedara completamente congelado, a la vez que detenía sus pasos. Miró en la dirección que le indicaban sus ojos y allí estaba, tras el mostrador de recepción, vestida con una falda ajustada azul a la altura de la rodilla y una camisa blanca remangada de manera desatendida bajo los codos; su pelo largo suelto y su tez morena hacían resaltar sus hermosos ojos.

Ben no pudo articular palabra, ni siquiera cuando la chica dirigió su mirada hacia ellos, antes de dar media vuelta y marcharse tras la puerta del mostrador. Sintió la misma inquietud, el mismo deseo de desafiarla y someter ese azul tan aparentemente indomable.

Ben la devolvió al presente tras su sonoro silbido en dirección a las piernas y el trasero de la morena, antes de que su dueña desapareciera tras aquella puerta.

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3.

Trataba de prestar atención a su lectura, un libro recién adquirido en su librería preferida, solía hacerles encargos especiales y acercarse a la ciudad en cuanto lo tenían disponible; después tomaba un capuccino en una cafeteria cercana, antes del volver al Hotel. En esta ocasión quería acercarse a la tienda de pinturas y encargar los materiales necesarios para hacer un estuco blanco, en una de las paredes de la piscina climatizada, que tenían en el hotel; pero Dennis había insistido en acompañarla, él necesitaba mucho más el contacto con la civilización; y con todo, no se despegaba de ella, ni dejaba de hablarle.



“El estuco se empleó ya en las antiguas Grecia y Roma como base para las pinturas al fresco, algunos de cuyos restos se conservan en Roma y Pompeya.”



- Necesito un instrumento de cuerda... es condenadamente imprescindible que lo tenga para mañana!- le inquiría nervioso- ¿ Sabes que es de muy mala educación leer cuando tienes compañía?..


“El estuco blanco se utilizó mucho en los muros de las iglesias, en ocasiones para pintar figuras de ángeles. Rafael y otros artistas de la época utilizaron frisos de estuco coloreado para decorar palacios y pabellones. Entre los más relevantes destacan los relieves de Francesco Primaticcio (1533–1565) para el castillo de Fontainebleau, cerca de París. “

“El término estuco proviene del italiano stucco, siendo una forma de terminación o decoración de paredes y techos, interiores o exteriores, basada en pinturas y diferentes tipos de morteros que permite la obtención de diversas texturas. Dada su versatilidad, se adapta a cualquier tipo de construcción o época. Además de la función decorativa, refuerza el muro y lo impermeabiliza, permitiendo la transpiración natural.”



- Uhm...- levantando la vista del libro-... Pues coge mi violonchelo Dennis...

- En ese caso también te necesito a ti...

- ¿Otra vez?- arqueó una de sus cejas, incrédula- Sabes que no me gusta y últimamente me lo has pedido ya en varias ocasiones, ¿que pasa con tus colaboradores o es que lo haces a posta para que yo tenga que participar en tus cursos?.

- Ya sabes que me vuelve loco verte con ese instrumento entre tus piernas y completamente poseída por su música, es... es... sublime, mágico... justamente de lo que pretendo hablar, de cómo la música puede transformar a una salvaje en pura sensibilidad.

- Idiota...- Dennis soltó una escandalosa carcajada, le encantaba picarla y hacerla reaccionar y adoraba la complicidad que había entre ellos; a veces, creía conocerla más que así mismo.

- En serio, la música nos conecta con nuestra esencia, dejándonos sin máscaras y en un espacio completamente atemporal... y tu eres la viva imagen de todo eso mientras tocas tu violonchelo, quiero que mis alumnos y alumnas lo palpen...

- Vale, vale...iré mañana a tu clase, pero después quiero que me dejes tranquila y que no me lo vuelvas a pedir jamás. Recuerda, no pienso decir nada, igual no doy ni los Buenos días, llego toco y me voy!

- Claro, claro...- ambos rieron por la cantidad de veces que había incumplido la misma promesa. - ¿Vamos a por tus pinturas?...después quiero ir a la Biblioteca a documentarme sobre algo, allí podrás continuar con tu lectura.


4.
Era como estar en el cielo, un edificio se levantaba como una mole inmensa de líneas minimalistas, completamente blanca, haciendo destacar a los verdaderos protagonistas de aquel encierro, los libros, y sus tapas de colores, en estanterías en paralelo y en vertical, y subiendo hacia el techo del edificio, abierto desde el centro, para poder divisar las distintas plantas y a sus flamantes inquilinos, ocupando la mayor parte del espacio. En cualquiera de las plantas, zonas de lecturas ,con cojines de colores sobre el suelo y lectores sentados por doquier, entre las estanterías. Nunca, en su vida, había visto una Biblioteca como aquella, rompedora en cada una de sus líneas por muy simples y neutrales que intentaran ser; tan aparentemente libre de normas y protocolos, haciendo resaltar lo único verdaderamente importante, entre aquellas paredes, los libros y sus lectores.

Imitando el comportamiento que observaba, se paseó por la sección de Bellas Artes y cogió un libro de dibujo donde aparecían esbozos sobre la vida en el campo; miró hacia ambos lados, algo insegura, y se sentó en el suelo, apoyada sobre una estantería. Los dibujos eran magníficos, representaban las costumbres campestres de la zona, lo que no sabía era lo que ella buscaba, pasaba las hojas, fijando su vista en cada trazo, en cada forma... ese día nada la calmaba, había ido hasta la ciudad, necesitando adentrarse en el mundo que sabía la tranquilizaba y la hacía sentir segura, la Biblioteca, sus libros, su silencio y su estar sabiéndose acompañada, sin tener que responder preguntas, ni hacerlas, protegida como una princesa dentro de un castillo y sus muros de piedra.

Levantó la vista un instante, lo que dura un parpadeo, suficiente para captar su imagen, aunque procesarla le costara un segundo más; se acercaba por el pasillo, deteniendose para mirar algún que otro libro, inclinando la cabeza y con su espalda perfectamente recta, dándole un aire tanto elegante como arrogante a su porte. Le dio tiempo a observarla, sin temor a ser reconocida, agazapada tras su libro; el pelo recogido con una coleta alta, un jersey amplio y largo, leggins negros y unas botas estilo militar, marrones; el abrigo doblado sobre un bolso grande que llevaba cruzado desde el otro hombro... bajó la mirada, cuando comenzó a estar lo suficientemente cerca para reconocerla, no quería encontrarse con su mirada y que pasara de largo, descarada y altiva.

Llevaban cuatro días ya en el Hotel y a penas se habían vuelto a cruzar con ella, siempre de lejos, mientras la veían cuidar de los animales o haciendo otras tareas de cuidado o mantenimiento y en cuanto se sentía observada parecía que la tierra se la tragara, desaparecía. Lo que hubiera dado Ben por estar en su lugar y, en cambio ella, solo deseaba ser absorbida por uno de aquellos libros o hacerse invisible para que de ninguna de las maneras advirtiera su presencia. Notó como se paraba, justo antes de llegar a su estantería, unos segundos sin fin, donde sus manos comenzaron a sudar y el calor ascendía por su cara; estaba convencida que sus ojos la habían reconocido, y que la miraba y la esperaba; se aproximó hasta ella, un libro cayó rozando su pierna, sobresaltada, levantó la cabeza, un acto reflejo, a la vez que la chica se acachaba, a su altura, para recogerlo... sonreía con picardía, antes de volver a levantarse, ya no podía disimular, ni dejar de mirarla.

- Lo siento... se me cayó “sin querer “ - y continuó su camino, segura de si misma- Buenas tardes...- no pudo apartar la vista de ella hasta que giró para adentrarse por otra fila de estanterías.

¿ Que había sido eso?...¿Había tirado aquel libro a su lado a posta? ¿Que tipo de provación había sido aquella?...Seguramente una del tipo, me he dado perfectamente cuenta de que me estabas observando y no querías saludarme y eso es de muy mala educación.

Era una descarada y había conseguido que se sintiera ridícula; la despojaba, por completo, de su tranquilidad y su calma...se levantó y colocó el libro en la estantería. Iría a buscar a Ben, para regresar al hotel, le encontró en cuanto salió a la sala de lectura, hablaba con Dennis. Ni que se hubieran puesto de acuerdo para ir todos a la Bibilioteca de la ciudad aquella tarde; Ben la saludó con la mano, para que se acercara a ellos, en cuanto llegó, Dennis hizo un gesto y aquella chica se levantó de una de las mesas, aún sabiendo que ella preferiría que no lo hiciera, no tuvo más remedio que presentarla. La cara de Ben era un poema al tener en frente a la morena, que evidentes eran los hombres; en cuanto a ella, ¿como describirlo?. ¿Era necesario poner etiquetas o post-it de colores también a cada una de sus reacciones físicas y emocionales, explicando sus significados?. No tenía ni la menor idea de lo que era, ni intención de querer saberlo... Les tocó el turno.

- Emma Müller...- la miró a la espera de su reacción.

- Jennifer Hartmann.- extendió su mano para saludarla, ¿era ese un gesto de paz o una mera cortesía?.


5.


No asistía a las clases, sólo había ido para acompañar a Ben, le había parecido buena idea salir unos días de la rutina; pero en ningún momento pensó, ni remotamente, en participar en ninguno de aquellos talleres. Cada mañana, se sentaba en el jardín, en la misma mesa en la que compartía desayuno con su amigo y se quedaba un buen rato allí escuchando a lo lejos las improvisaciones vocales o con instrumentos de los integrantes del grupo, a veces era divertido, otras relajante... pero intentaba trabajar en su libro, sin prestar demasiada atención.


El Hotel estaba compuesto por varios edificios o módulos, el central, el mas grande, de dos plantas,donde se encontraban las habitaciones; dos alas lo hacían ensancharse hacia la derecha, para entrar al restaurante-cafetería ,e izquierda, que albergaba la piscina climatizada y un pequeño gimnasio. Lo rodeaban unos enormes jardines, con césped y caminos de piedra por doquier, una estrecha carretera asfaltada daba la bienvenida a los huéspedes hasta la puerta de entrada.


En la zona de atrás había un pequeño cobertizo, de lejos pudo ver un par de caballos negros, varias vacas, ovejas y gallinas y también un huerto; pensó en acercarse en varias ocasiones, pero la idea de encontrarse con aquella chica la hacía desistir. La imaginaba allí trabajando durante horas, sucia, con su peto vaquero y sus botas de agua o pintando alguna zona del hotel, tal y como la vio por primera vez; y enseguida aparecía también su imagen opuesta, la morena andando hacia ella en la biblioteca o con lo que parecía un uniforme en la recepción del hotel. ¿Cuantos uniformes vestiría a lo largo del día? ¿ No seria su forma de mudar la piel?. Tan capaz de mostrarse huidiza como de estar al acecho para saltar sobre su presa, como la tarde anterior, en la biblioteca, estaba convencida de que había dejado caer aquel libro rozándola para acorralarla , ¿a caso era ella la presa?...


- ¿ Que estoy haciendo?- pensaba y susurraba, aferrándose aún mas a su cuaderno-
Que presa ni que narices, deja de decir tonterías!.


Pero la morena de nuevo aparecía, en esta ocasión corría por uno de los caminos hacia donde se impartían los cursos, el módulo de la piscina climatizada y cargaba a su espalda, en su funda, lo que evidentemente era un violonchelo; llevaba puesto un vestido negro que pareciera de danza clásica, estrecho en el torso y con falda larga y suelta, debajo unas mallas del mismo color. De nuevo cambiaba la piel... Emma no podía creerlo, jamás había conocido a alguien con tantas y distintas formas o capaz de transformarse, aparentemente, de la noche a la mañana. Entró en el edificio apresurada, sin advertir su presencia...


- Esto si que no me lo pierdo...- se acercó hacia el edificio para poder observar a través de sus grandes ventanales que daban al otro lado del jardín, los veía a todos, sentados en el suelo, formando un amplio circulo y en su centro una silla y Dennis presentando a Jennifer. Emma se apoyó en el único ventanal que parecía abierto...


- Se que la chica que va a sentarse aquí es muy guapa y que todos y todas acabaréis perdidamente enamorados de ella al verla y escuchar como interpreta la música - el comentario fue acompañado de sonrisas y aplausos entusiastas- Lo sé por experiencia... pero solo quiero que seáis conscientes del ahora y del después de escuchar su violonchelo. Tratad de concentraros en su música … Jenny, por favor...


Jennifer desenfundó su violonchelo y se sentó en aquella silla, con gestos precisos, y como si fuera su amante, lo abrazó entre sus piernas, acariciando las cuerdas con las yemas de los dedos de una mano, antes de frotarlas con el arco que llevaba en la mano derecha; lo estaba probando... posó su mirada en todos y cada uno de los que la rodeaban e inclinó la cabeza, a modo de saludo, después cerró sus ojos y todo empezó...


¿ O tendría que decir que todo se desmoronó?... Su largo pelo suelto, las curvas de sus brazos, la falda ondulando a compás de sus movimientos y ella y su chelo en un baile sin igual, lo amaba, amaba a aquel instrumento, más que tocarlo pareciera que lo acariciara y que se perdiera en los sonidos con los que la correspondía. Daba y recibía. Un acto de amor.


Deseó que no terminara y quedarse allí, mirándola, escuchándola, mientras la congoja y la emoción encogían nota a nota su corazón... ¿Quien era esa mujer que poco a poco iba desarmando todas y cada una de las ideas, prejuicios o intuiciones, que pudiera tener sobre ella?.


Y la música cesó, Jenny aún tardó unos segundos en abrir sus párpados, nadie reaccionaba, tal había sido y aún persistía su poder, el impacto de su interpretación, estaba acostumbrada a aquellos segundos dentro de un vacío denso a punto de ebullir, las emociones a flor de piel, en sus puntos más extremos... para después escuchar el tronar de los aplausos demostrando admiración y mucho agradecimiento por hacer sentir, por hacer feliz... a ella le costaba salir unos segundos más de aquel estado de conjugación total con su chelo, se sentía mas consciente que nunca, todos sus sentidos concentrados en ese momento,nada más existía... asi que tenía que volver poco a poco a la inconsciencia de la realidad, de interactuar con otros y atenta al entorno... y allí estaba Emma Müller, mirándola de aquella manera, tal y como pudieran estar haciéndolo en ese mismo momento otras personas de aquel grupo, y todos sus sentidos se dirigieron hacia ella, pasaron de su chelo y la música que le devolvía, a aquella chica rubia, de piel tan blanca y a sus ojos y la miel que los cubría... Quería adentrarse en ellos, descifrar aquella inquietud y sus dudas; pero Emma, retrocedió sin dejar de mirarla, y se marchó apresurada...




6.

Los días parecían pasar a un ritmo acorde al que marcaran los drenajes del reloj, un tic tac impeceptible, haciendo que no importaran los tiempos, ni futuros ni pasados, solo presentes; pasear, sentir el sol en la cara, adentrarse en un buen libro, una conversación amiga... seguía con sus anotaciones, sus dibujos, las palabras del día daban color al interior de su libreta, tipo moleskine, una de sus manías...



Y solo una inquietud...la buscaba, con la ansiedad de poder hallarla y, sin querer encontrarla; pura contradicción para su mundo que pretendía ordenado y analizado, página a página, dando significado a cada concepto que apareciera al azar, reflejando fielmente lo que encontraba o veía con sus ojos... como aquel arco y el violonchelo y sus brazos... los había dibujado, tratando de plasmar y sacar de si todo ese mundo de sensaciones, para asi poder deshacerse de ellas, y ,a la vez, volver a recordarlas algún día futuro... y sin, de momento, ser consciente de que todo aquello también pudiera ser parte de un significado para otra de sus notas de colores.



Se sentaba en el jardín y se concentraba en esperarla, la pensaba y, antes o después, aparecía, era una especie de juego para consigo misma, para aliviar esa dualidad de desear verla y no querer verla o, más bien, de poder mirarla sin ser descubierta; intentar conocerla o intuirla a partir de sus movimientos, sus gestos, sus muchas vestimentas, su música, su forma de cuidar a los animales, las plantas... su semblante altivo o serio, sus sonrisas... no necesitaba mucho más, no, de momento...



En cambio Ben estaba obsesionado con esa chica y por más que iba en su busca ni se la cruzaba, le parecía tan extraño, empezaba a preguntarse si no se escabulliría a posta, en cuanto le veía, y no estaba muy equivocado y no porque fuera Ben; Jennifer sólo se dejaba ver por quien ella quería.


Se dirigió hacia el ala del restaurante, hora de comer. Al entrar, les vió hablando, Ben, por fin, la tenía frente a él y ella le sonreía ampliamente, mientras miraba disimuladamente como Emma se acercaba, la rubia se iba achicando y ralentizando a cada paso... hacia tiempo por Ben y por ella misma, no quería interrumpirles y tampoco encontrarse tan cerca de ella. No sabría de que hablarle, no solía ocurrirle algo asi, ella era sociable y le gustaba la conversación, siempre que no se tratara de hablar de si misma, podía pasar horas discutiendo y disfrutando con el debate sobre cualquier tema.... Podía poner tanta pasión en aislarse en sus cuadernos como en defender sus ideas y sus conocimientos ante quien fuera. Pero con Jennifer no sabría ni como comenzar una conversación, la altivez de la morena no ayudaba, ni los misterios que la rodeaban, por no hablar, de como la cohibían, sus ojos y su mirada.

No necesitó disimular mucho más tiempo, la morena se apartó de su amigo, sin dejar de sonreir ni de mirar hacia Emma y se marchó en dirección contraria, entrando por la puerta que daba a la cocina. Ben se volvió hacia ella, parecia que Jenny le habia avisado de que le estaba esperando y casi corrió para alcanzarla.

- Emma...me ha hablado, me ha mirado a los ojos, me ha sonreído...¿ has visto que sonrisa tiene?- Ben estaba claramente alterado y muy ilusionado, la cogió por el brazo y asi se sentaron en una mesa, junto a los grandes ventanales. La rubia le escuchaba con una media sonrisa y tratando de alegrarse por su amigo.

- ¿También es cocinera? - soltó irónicamente, haciendo un gesto hacia la puerta por la que Jenny había desaparecido. Ben la miró extrañado sin saber de que hablaba.

- Y yo que se...

- ¿Y de que habéis hablado? Si se puede saber...- Emma sentía verdadera curiosidad por saber de que podía hablar aquella chica, tras aquella mirada y esa sonrisa.

- De ti...- la rubia casi se atraganta con el sorbo de agua que acababa de tomar, el rojo de sus mejillas se extendió hacia sus orejas, sin que lo pudiera evitar, una reacción fisiológica que la había atormentado desde niña y que ya, a cierta edad, empezó a aceptar como parte indesprendible de si misma, la soportaba, no le quedaba otra. Ben continuó, mirándola extrañado- Tranquila, chica, no te pongas nerviosa...- También hablamos de Dennis, hemos quedado en ir mañana a la ciudad, me dijo que ella vendría con la condición de que tu también fueras... - Ben, lejos de arreglarlo, lo había complicado aún más, Emma no dejaba de ponerse más y mas roja, su amigo empezó a preocuparse- ¿Estás bien?.

- Si, si.... es que hace mucho calor aqui...- intentó excusar su reacción fisiológica ante un psicólogo, menos mal que además era su amigo y se le convencía fácilmente -
¿ y para que quiere que vaya yo?.

- No quería ser la única mujer que viniera... ¿Que te pensabas?

- Ah... nada, es que no la conozco ni me conoce de nada, asi que creo que yo no voy a ir....- solo pensarlo se ponía tensa.

- Si no vienes...te mato!. ¿Me oyes?- fue tan convincente, que no tuvo mas remedio...

Desatando un disimulado tormento para lo que quedaba de día y de noche, iba de un lado para otro, estaba nerviosa, qué demonios, a que venía esto ahora, ella no pintaba nada de nada, mierda, no quería ir y si quería ir; se escondía de Ben y de todos, que podía hacer... Ben era su amigo y estaba interesado por esa chica y a ella, esa misma chica, la ponía nerviosa, había pasado de parecerle una maleducada a sentir admiración por ella, igual si la conociera un poco, todo cambiaría e igual hasta podrían tener conversaciones interesantes... Respiraba tratando de relajarse, su comportamiento le parecía absurdo, fuera de lugar...Le daría una oportunidad a Jennifer y quizás asi podría explicarse todo aquello que le movía por dentro y asi volvería a colocarse en su lugar para poder dedicarse a su libro y no a dibujar sus brazos, sus ojos, su pelo...





7.




Siempre se sintió atraída por personas con la capacidad, al menos aparente, de permanecer en calma; quizás tuviera que ver con el ritmo que marcaban sus movimientos, los tiempos, en armonía casi perfecta, las pausas al hablar, parpadear e incluso suspirar.

Emma Muller, era una de esas personas, con una dicción casi perfecta y al expresarse trataba siempre, de hallar las palabras mas precisas y adecuadas para que su discurso fuera perfectamente entendido; nada parecía poder perturbar esa tranquilidad que acompañaba cada uno de sus gestos; solo el sonrosado de sus mejillas asomaba, de cuando en cuando, para delatar lo que sucedía tras lo aparente.

Ese cuaderno, en el que siempre estaba sumergida, despertaba su curiosidad, lo llevaba con ella a todas partes, incluso, esa noche mientras cenaban lo había sacado un breve instante del bolsillo de su chaqueta, como si necesitara recordar algún detalle imprescindible para continuar con el hilo de su conversación; dejando a todos los comensales algo sorprendidos; mientras se miraban unos a otros con cierta extrañeza. Ben , advirtiendo la situación, había mediado inmediatamente enmascarando con cierta ironía la pura verdad.

- Emma guarda su cordura en esas libretas... tiene decenas de ellas!

- Ben!!! …- su amiga trataba de llamarle la atención, no le gustaba hablar de si misma, ni que una conversación girara en torno a su persona.

Jennifer la observaba sin intervenir, desde el momento en el que se habían encontrado para ir a la ciudad; ellos cuatro y dos chicos más del grupo, la morena a penas si le había dirigido la palabra; pero no paraba de mirarla y prestar atención a todo lo que decía o hacía, le parecía la más interesante de todos ellos; en cambio, parecía que Emma, solo la miraba para no excluirla de la conversación, por pura cortesía y educación, girando inmediatamente la cabeza en dirección a cualquiera de los chicos; imposible tratar de descifrar los motivos que escondía aquella mirada, aparentemente lo único que despertaba en la rubia era puro desinterés. Decidió llevar la conversación a donde ella deseara para forzar que la mirara y tratar de descubrir que la movía a intentar provocarla en cada encuentro...

- Ben... para Emma...- la primera vez que decía su nombre, la rubia la miró de una forma extraña- ese cuaderno debe ser como mi violonchelo para mi...

- Una comparación muy exacta...- Ben estaba encantado de que la morena le nombrara, aunque no fuera a él a quien mirara. Emma le interrumpió, para contestar por si misma.

- No sé como es tu violonchelo para ti...- ahora si le mantenía la mirada, a la defensiva, pero ahí estaba, suficiente para tratar de comenzar a entender lo que pasaba con ella.

- ¿No me viste tocarlo el otro día? - Emma comenzó a sonrojarse levemente...

- Wow... claro que te vió, quedó alucinada...como yo. - Ben intentó volver a llamar su atención.

- Ben... puedo hablar por mi misma - el babeo de su amigo por Jenny le empezaba a molestar. Dennis y los otros dos chicos se mantenían en silencio, como aguardando, la tensión se palpaba en el aire entre esas dos mujeres.- Jennifer, si, te escuché tocar tu chelo y creo que tienes un talento increíble... pero tu no sabes lo que apunto o escribo en mis libretas, asi que no se en que pueden ser comparables.

- No hablaba de la música que sale de mi chelo, ni de lo que sea que escribas en tu cuaderno; me refiero a la forma en que nos sirven de apoyo y de medio para expresarnos... - Emma, sin quererlo, se dejaba llevar por el mar embravecido de su mirada - ¿ Te han dicho alguna vez la imagen que proyectas con ese cuaderno entre tus manos?

- No... - no sabía donde la mar quería llevarla, esperó que aquella ola la arrojara sobre alguna orilla.

- Me viste abrazar mi violonchelo... - se detuvo intentando un imposible, entender el por que de aquella resistencia - ¿ que pensaste?

- Que erais uno, amoldados, sincronizados...- y más la envolvía - que había pasión...

- Lo mismo que pienso yo al verte con tu cuaderno....- Emma le sonrió brevemente, para ella era un halago que Jenny le dijera que transmitia todo aquello- solo que... falta algo de lo que has nombrado... la pasión.- la sonrisa se le heló, ¿ como debía tomar aquello?

- ¿Me estás diciendo que no pongo pasión en lo que hago?...

- No, solo te digo que yo no la veo... nada más.

Dennis intervino en el debate, ya era suficiente, su amiga podía dar donde más dolía y no entendía donde quería llegar en esa especie de enfrentamiento con Emma Muller. Era innesario decir lo que le había dicho, cuando a penas se habían dirigido la palabra desde que se conocieran. Y muy inadecuado...

- Querida amiga, hay tantas cosas que no vemos y, sin embargo, están ahí, en tus propias narices, a veces...¿verdad Emma?...- todos rieron por la forma en que Dennis lo había dicho- Como por ejemplo, el bar de la esquina donde nos podemos tomar una copa antes de volver al hotel ¿ que os parece?.

Emma quería marcharse inmediatamente, pero no le sirvió de nada protestar; estaba muy molesta y también dolida por lo que Jennifer le había dicho y no tenia ganas de seguir teniendola cerca de ella y mucho menos a su lado que fue donde se sentó cuando llegaron al pub, no por voluntad propia, tal y como las habían rodeado los chicos, no les quedaron otros lugares para colocarse, un sofá para dos y el resto en sillas alrededor de la mesa...

Jenny en ningún momento evitó el roce, Emma tenía tensos cada uno de sus músculos; la situación la incomodaba, no podía permitirse dejarse llevar y sentirse a gusto allí sentada, junto a Jenny, no entendía porque le había importado tanto lo que ella le había dicho sobre su falta de pasión en lo que hacía, si a penas la conocía; quizás porque ella si que había visto en la morena aquella pasión y, en cierta forma, la admiraba...

Decididamente, no tenían nada en común... eso haría mucho más fácil poder deshacerse de aquella extraña cocktelera de sensaciones que la acompañaban cada vez que la tenía cerca o la pensaba...

8.



Y ahora apoyaba la cabeza en su hombro y más se acurrucaba en ella, buscando una postura cómoda, y rozando la piel de su cuello con su aliento cálido. Emma solo tendría que girar e inclinar un poco la cabeza para llegar a sus labios y hacer que ese calor quemara su boca... la morena buscó su mano y entrelazó sus dedos, ¿era consciente Jennifer de lo que hacía o simplemente se movía en sueños mezclados con alcohol?. No iba a poder aguantar mucho tiempo más, el deseo de fundirse con ella estaba aniquilando la poca razón que le quedaba, la que le repetía una y otra vez, que no estaban solas en el coche y que Ben, sentado a su derecha no dejaba de mirar a Jenny, vió los ojos de deseo de su amigo y se preguntó si los suyos mostrarían la misma evidencia; sintió verguenza al permitirse sentir aquello por alguien a quién a penas conocía y, precisamente, ella...



- Lo que daría por ser tu en este momento...- le susurró Ben al oído; no le miró - Pues yo no me cambiaría por nadie....- pensó, sin atreverse a contárselo a su amigo.



Dennis conducía, junto con Emma, era el que menos había bebido. Jennifer se había encontrado en aquel pub con unos amigos y amigas de la ciudad y había cambiado de sitio para ir a la mesa de ellos y terminar bailando en medio del local con unos y con otras; ni siquiera les había presentado, Dennis también les conocía, asi que iba y venia, intentando convencerles de que salieran a bailar también. Ben la empujó, agarrándola de una mano, para que le siguiera y la colocó junto a Jenny, la morena, provocadora se apoyó en los hombros de Ben, dando la espalda a Emma; parecía dispuesta a ignorarla cuando, con movimientos sugerentes, se giró hacia ella y la agarró por la cintura. Acercó su boca al oído de la rubia, haciendo que una ola de calor la envolviera al sentir su proximidad.

-¿Hacemos las paces? - después se apartó y comenzó a sonreir a carcajadas al ver la cara de pasmada que se le había quedado a Emma. Lo que acaba de sentir al tenerla tan cerca y verla sonreir, por primera vez, de aquella manera; hacían nula su capacidad de respuesta, solo se movía de forma automática a compás de la música y sin poder dejar de mirarla; en ese momento, todas sus murallas de protección habían sido derribadas, solo deseaba devolverle la sonrisa y dejarse llevar a donde sus movimientos la llevaran.

Jenny no dejaba de beber y de perseguirla a donde fuera, el alcohol la hacía cariñosa y empalagosa en exceso y Emma, mas y mas, se contagiaba, la morena estaba muy graciosa y no podía dejar de reir con sus ocurrencias. Si era asi con la gente a la que quería y tenía cerca, sería muy fácil quererla... como amiga, como hija, como pareja...

- Emma, me gustas...- le decia- …¿quieres ser mi amiga? - y la miraba con una carita inocente a la espera de su respuesta, parecía una cría.

- Mañana me lo vuelves a preguntar cuando el alcohol no te haga hablar más de lo que deseas...de momento, creo que es hora de que nos marchemos y dejes de beber- le dijo quitándole un vaso de tubo a medio llenar de la mano- Vamos a buscar a los chicos y nos volvemos al hotel...

- Nooooo, no quiero, estoy muy a gusto contigo y tu te irás a dormir con Ben y yo me tendré que ir sola...

- Jenny, si vas a dormir sola será porque quieres, si se lo pides a Dennis seguro que te acompaña o a cualquiera que se lo pidieras... - le contestó tratando de levantarse de la mesa donde se encontraban desde el momento que Emma notó que Jenny no se mantenía en pie sin tambalearse.

- ¿ Tu vendrías a dormir conmigo?... - ahora su mirada no tenía nada de inocente.

- Jenny...- la rubia se rió tratando de quitarle importancia, tanto a la pregunta como a la forma en que la morena la miraba.

- Me encantaría...- acercó la cara a la suya, segura de lo que hacía. Emma quiso huir, la agarró por el brazo, apartándose, y fue en busca de los chicos para marcharse al hotel.

Y ahí estaba, no se atrevía a mover ni un solo músculo de su cuerpo, con Jennifer abrazada a ella y Ben al otro lado... pedía para si misma que el coche no llegara a su destino, no queria dejar de sentir el calor de su cuerpo, ni la caricia de su respiración, ni aquellos dedos entre sus dedos... si pudiera quitarle una de sus muchas vestimentas para ver el color y el tacto de su verdadera piel, quizás aprendería a conocerla, arrancarle la máscara tras la que se ocultaba, para acercarla a ella un paso más, no le importaba el tiempo que tuviera que pasar; por ella como si aquel coche no llegaba jamás, que su destino final se alargara, para poder tenerla acurrucada y respirarla, su aroma la hacía querer apresarla y a la vez, hacerse presa; desear capturarla y dejarse capturar...

Pero el coche llegó al Hotel y Dennis la arrancó de sus brazos, tal cual, Jennifer no quería soltarse y con más fuerza la abrazaba y, aunque Emma trataba de disimular, le encantaba que la apretara más y más fuerte, mientras le sonreía...Había aparcado el coche en la parte de atrás de los jardines, frente a una casa no muy grande de una planta, lo suficientemente alejada del hotel como para que pareciera independiente del mismo, pero dentro de su mismo terreno.

- Bueno... la dejaré durmiendo en su cama y vuelvo.

Dennis entró en esa casa con ella en brazos, seguía profundamente dormida...cuando desapareció de su vista, sintió como si la hubiera dejado en carne viva, arrancándole su piel y llevándosela con ella....

9.

No la había visto en toda la mañana; la esperó, giraba su cabeza en todas direcciones ampliando su ángulo visual para poder abarcar todo el espacio que la rodeaba; entró en el hotel mirando en los salones y todos los sitios comunes, en la piscina, nada; caminó hasta el cobertizo, el huerto; pudo preguntar al hombre que normalmente la acompañaba en esos trabajos, un señor cincuentón con un sombrero de paja, pero no lo hizo, no se atrevió, como si al interesarse frente a un tercero por ella mostrara su debilidad... que de pronto una mañana despertaba y si no la veía, se inquietaba y le faltaba... absurdo, el azar se había aliado con la sinrazón para desarticular todas las piezas dentro de un mismo escenario. Recordó su primera palabra al llegar, Atrezo... ¿que extraña obra se estaba interpretando en aquel espacio? ¿Era ella una de las protagonistas?. Se reconocía tanto como se desconocía; pero era evidente que la función ya había empezado... no estaba acostumbrada a sentir que no era dueña de sus actos e impulsos, intentar hacer desaparecer un pensamiento recurrente sin conseguirlo, que el deseo a la imposibilidad anulara su capacidad de razonar... una extraña fuerza la atraía hacia lo inalcanzable y lo desconocido; lo inalcanzable del tacto de su piel y lo desconocido tras el inmenso azul de su mirada.



Caminaba por la parte trasera del Hotel, en dirección a la casa frente a la que Dennis la dejó la noche anterior; de pronto se sentó en el césped, sacando de su bolsillo la libreta, necesitaba escribir, tratar de plasmar en papel todas aquellas palabras desorganizadas que se habían acumulado en su cabeza con el simple recuerdo de sus ojos...




“Pareciera como si mi consciencia

se hubiera diluido
y nadara sumergida en un mar profundo
de aguas cálidas y calmas,
y todo sucediera ante mi a un ritmo más lento,
dejándome llevar por corrientes imperceptibles,
escuchando el sonido de lo más hondo;
como si se tratara de una nota musical elástica,
y todo un mundo, pintado de inmensos azules,
sucediera ante mis ojos....


Un ruido la sacó de su ensimismamiento; acababan de subir con cierta brusquedad una persiana, enfocó su vista, la única que veía alzada desde ese ángulo era la de un gran ventanal, en un lateral de la casa, con salida a los jardines... el corazón latía acelerado por el sobresalto del ruído, todos los sentidos enfocados en su dirección en un acto reflejo, solo que segundos después la alerta permanecía... esperaba, había una posibilidad entre tantas otras de que ella saliera por ese ventanal hacia el jardín y la viera allí sentada y con cara de boba mientras escribía poemas sobre mares profundos y aguas cálidas y calmas... sintió un escalofrío, ¿y si Jennifer la estaba observando tras ese ventanal?. En un breve instante cambió el miedo y el sentido de alerta por la bravura y la valentía, se levantó y caminó apresurada hacia aquella ventana, ya no iba a pararla nada ni nadie... o eso creía ella...

Cuanto más se acercaba a su destino, mas disminuía el ritmo de sus pasos, como si fuera un ladrón o un espía al acecho de su víctima; al llegar, tuvo que inclinarse para poder ver tras el cristal, ya que la persiana solo estaba levantada a media altura, fue mas que suficiente para poder verla, lo primero que captaron sus ojos, la gran cama en medio de la habitación y Jenny tumbada en ella, boca abajo, su larga melena hacia un lado, no veía su cara, pero no podría confundirla con nadie, llevaba puesto un pantalón de pijama de seda amplio, de color blanco, y una camiseta de tirantes del mismo color, podía intuir las lineas de su cuerpo y lo hacía, mientras detenía su mirada en cada curva...¿que estás haciendo? Invadiendo su intimidad.... se preguntaba y se respondía . Jennifer intentó levantarse, pero sosteniendo su cabeza entre sus manos, volvió a acostarse, le pareció escuchar un quejido... no le extrañaría que la borrachera de la noche anterior le hubiera dejado un tremendo dolor de cabeza... sonrió al recordar como la perseguía cariñosa por todo el bar para terminar durmiéndose en sus brazos. Un nuevo intento de la morena por incorporarse... y se quedó sentada en la cama, pero aún soportando el peso de su cabeza entre sus manos; Emma sentía su malestar tanto como le divertían sus gestos, no podía dejar de mirarla por mas que se decía a si misma que las formas no eran las adecuadas. Le despertaba una gran ternura verla de aquella manera y lo que fuera que presionaba entre su corazón y su estómago, o en ambos a la vez, crecía y crecía con cada nueva sensación que experimentaba y que Jenny, y todo lo que la rodeaba, le provocaba...

Un paso adelante, otro atrás... un baile a descompás o a compás de una resaca; apartaba las manos de su cara lentamente, abriendo los párpados despacio para adaptar sus pupilas a aquel torrente de luz que dejaba pasar la persiana levantada... en cuanto pudiera apartar del todo sus manos de la cara las usaría para rodear el cuello de quien hubiera osado despertarla de aquella manera y apretarlo hasta que sintiera la misma agonía que la hacía sentir a ella en ese momento, torturándola con toda aquella luz... ¿Donde estaba?. Giró la cabeza con un gran esfuerzo, trantando de encontrarle...

- ¿ Quién coño...?- comenzó a decir... sin poder continuar, no supo decir nada más. La puerta del baño se abrió, salió medio desnudo, musculoso y con la piel a medio secar de la ducha, solo una toalla pequeña rodeaba su cintura; le sonreía satisfecho consigo mismo mientras se interponía entre la luz y ella para abrazarla e intentar llevarla de nuevo hasta la cama... Jenny no salía de su asombro, no lograba ubicar lo que estaba sucediendo, ¿de nuevo había ocurrido?. Consiguió pararle...

- Me duele mucho la cabeza, por favor... - se sentó en la cama visiblemente afectada y agobiada por la situación, él se sentó junto a ella...-¿que pasó anoche?- la miró preocupado y después comenzó a reir a carcajadas.

- ¿Vas a decirme que no recuerdas lo que pasó? ¿ Nada de lo que sucedió? - incrédulo ante la negativa de Jenny no supo como reaccionar, se levantó algo ofendido y comenzó a vestirse- Ya empezarás a acordarte conforme te encuentres mejor me imagino... - Jenny no dejaba de mirarle, quería que la hiciera recordar, que rellenara aquel hueco de su espacio y su tiempo...

- Lo último que recuerdo es que me dormí en el coche abrazada a Emma...Muller- le costó pronunciar su nombre, le dolió tener que incluirla en aquella conversación.

No pudo continuar, se acercó hasta ella y la besó con fuerza, o casi con rabia, en los labios, el orgullo masculino... y sin decir ni una palabra más, salió de la habitación por el ventanal que daba al jardín...






10.







No sabia lo que pasaba con ella, pero si que la esquivaba; allá donde parecía fueran a encontrarse, desviaba su camino o deshacía sus pasos para no coincidir ni por un breve instante, sin disimulo, dando a entender claramente el rechazo que sentía a su presencia. Se preguntaba continuamente cuál sería el motivo de aquel vacio tan evidente, que habría hecho que la molestara hasta el punto de mostrarle esa indiferencia, trataba de encontrar el momento adecuado para intentar acercarse a ella, sin que desapareciera e indagar; preguntarle abiertamente no sería correcto por su parte, no se conocían lo suficiente … sería más acertado decir que a penas se conocían. Y entonces, ¿como era posible que dos personas que casi se desconocían se comportaran de aquella forma la una con la otra?.



La clave estaba en la noche que salieron a cenar a la ciudad, hacía ya dos días de aquello, y en sus copas de más, nunca le sentó bien beber y de hecho no solía hacerlo, ni tan siquiera le gustaba el sabor de aquellas bebidas alcohólicas; pero lo hacía alguna que otra vez, cuando necesitaba dejar de ser tan reservada e introvertida, dejar de estar a la defensiva...algo diría o haría esa noche que le molestó hasta el punto de mantenerla alejada de aquella forma. Cierto era que antes de esa noche tampoco se dirigían la palabra; pero era distinto y lo sabía, algo había cambiado entre ellas, se había sentido cerca de Emma, coincidentes a pesar de sus aparentes diferencias y se dormía tan a gusto entre sus brazos... tanto que cuando Dennis la había dejado en su cama a dormir la borrachera,se levantó y salió de su casa, sin notar que su amigo le había cambiado la ropa por un pijama y que iba en tirantes en plena noche de primavera, iba cruzando el jardín para llegar al hotel, quería buscarla y pedirle si quería dormir con ella; pero antes de que pudiera atravesar todo el jardín vio que Ben corría hacia ella, quitándose su chaqueta y colocándosela sobre los hombros en cuanto la alcanzó. De alguna manera la convenció para regresar a su casa, la acompañó y la trató con mucho respeto, hasta que la dejó sobre la cama... le pidió que durmiera con ella, se acostó a su lado, la abrazó por la espalda y vinieron los besos y las caricias... después cayó un telón negro …¿no se quedaría simplemente dormida?.


No lograba recordar nada más de aquella noche...igual se había dejado llevar, Ben era atractivo y ella se había pasado la noche en busca y captura de algo de cariño, por llamar de alguna forma, a lo que había estado solicitando de Emma toda la noche; se inquietaba al pensar que se había levantado en medio de la noche y en pijama para ir a buscarla, no le habría importado nada cruzarse con otras personas, nunca le importó lo que pudieran hablar o pensar de ella los demás, pero ¿ y Emma? ¿Tampoco le habría importado su reacción al verla aparecer en su habitación para llevársela a su cama?

Y en lugar de eso, terminó a medio camino y acostándose con Ben, aquel con el que Emma compartía habitación y amistad... de pronto, se quedó paralizada al caer en la cuenta, por primera vez, de que quizás Emma podría sentir algo más por su amigo o tal vez ya hubiera algo entre ellos, aunque no lo pareciera... se paró a pensarlo mejor, no era posible...¿ o si?...

- Oh, basta ya, maldita sea!!!- se gritó asi misma, en medio del jardín, en el que llevaba toda la mañana tratando de podar unos arbustos y sin dejar de mirar hacia donde Emma solía quedarse sentada por las mañana, por si aparecía- Ve ahora mismo a buscarla y aclara todo este enredo o te volverás loca!! - Tiró las tijeras de podar, se quitó los guantes haciendo aspavientos y el sombrero de paja para cubrirse del sol y comenzó su baile particular, una especie de tic en los movimientos al caminar, unos pasos hacia adelante, los mismos hacia atrás, que no hacían mas que mostrar su gran inseguridad en la decisión que acababa de tomar; era gracioso verla asi, pero sobre todo algo sorprendente teniendo en cuenta que la impresión que se solía tener de Jennifer era de total seguridad en si misma rayando en ocasiones la altanería y el engreimiento. Se volvió a parar...- ¿Y que le digo? - estaba a punto de volverse para seguir trabajando, no sabía como afrontar todo aquel cúmulo de sensaciones y sentimientos confusos y de situaciones por aclarar; pero entonces la vio a lo lejos, iba caminando sola hacia las afueras del hotel por un sendero donde se solían hacer paseos y rutas a pie, en bicicleta y a caballo. Llevaba unos pantalones beige y una camisa del mismo color, las zapatillas de tela azules como la chaqueta deportiva que colgaba de la cintura y su bolso mochila cruzado al hombro; de lo más informal dentro de la toda su formalidad; la imaginaba cogiendo cualquier cosa que encontrase en un armario previamente ordenado con las prendas seleccionadas de antemano para después no tener que pensar que ponerse. No como ella que se le pasaba el tiempo decidiendo lo que llevar puesto, menos mal que desde que llegó al hotel estaba mucho menos pendiente de su imagen, pero en ocasiones se encontraba hasta dudando sobre la ropa de trabajo que se pondría al día siguiente, no tenía remedio...

Iba pensando todo esto mientras se apresuraba para alcanzar a Emma justo a tiempo de que saliera del recinto del Hotel y se sacudía, se había puesto el peto hecho un asco y seguro que estaba despeinada y manchada de tierra por doquier... los pensamientos tienen eso, pasan rápidos de unos a otros, unas veces los piensas a posta otras surgen sin llamarlos, en ocasiones, dan la cara unos tratando de enmascarar a otros... todo un inmenso caos dentro de un orden aparente ¿o sería al contrario?.

No pudo continuar con esta especie de monólogo a medias entre la lucidez y lo neurótico; al igual que sus pensamientos se sucedían rápidamente, lo que sucedió justo antes de que pudiera alcanzar a Emma, pareció transcurrir a cámara lenta...la imagen del coche Dennis entrando en el jardín del Hotel por aquel camino de tierra y sin advertir que ellas justo bordeaban un trozo de camino enfangado, como el chico aceleraba el coche sonriendo para saludarlas y lo frenaba demasiado tarde... una enorme ola de agua sucia y barro las envolvió, pero sin arrastrarlas, bastó con dejarlas plantadas como si parecieran un par de montañitas de estiercol...

Al chico le cambió la cara, no era para menos... y más al escuchar como su amiga gritaba su nombre.

- Dennis!!!!!!!! - él ya la miraba, pero Emma se acababa de dar cuenta de que tenía a Jennifer detrás de ella, se volvió asustada por aquel chillido y ambas se quedaron mirando sin saber como reaccionar, fue Dennis el que destensó la situación, comenzó a reir sin poder parar contagiando a las chicas, que sin hablar estuvieron de acuerdo en ir a por él, sacarlo del coche y tumbarlo en el barro, entre risas.

Jenny miraba a Emma, tenía una sonrisa preciosa, incluso toda cubierta de barro...y Dennis, que había llegado en el momento preciso tal como un caballero a lomos de su caballo para poder conseguir a la dama y llevarla en brazos de la otra dama... ( algo chirrió en su cabeza)... ¿pero que estaba pensando ahora? .¡¡¡Dios!!!.

Decidieron ir a los baños de la piscina climatizada, para ducharse y quitarse todo aquel barro de encima, el servicio de habitaciones les trajo unos albornoces y bañadores por indicación de Jennifer; por primera vez, Emma pensó que la morena era algo más que una trabajadora de aquel hotel; después de la ducha Dennis se zambulló en la piscina y Jenny le imitó, comenzaron a nadar unos largos, se les notaba la costumbre a hacer ese deporte y a retarse mientras lo practicaban. Emma les miraba sentada en el borde de la piscina mientras se decidía a meterse en el agua o seguir viéndolos nadar; llevaba días negándose el impulso que le nacía a desear mirarla y observar cada gesto o lo que hiciera la morena; estaba enfadada consigo misma, por tonta, por la situación y por creer lo que en ningún momento hubiera podido ser...

Se recordaba mirando embobada a Lucy y a Ben salir desnudo para abrazarla y llevarla a la cama; y corriendo lejos de allí despavorida, para encerrarse en su habitación viendo como todas las piezas iban desencajando una a una bajo sus pies mientras trataba de mantenerse en pie; quería marcharse, volver a su vida tal y como estaba antes de llegar a ese hotel, no seguir formando parte de aquel escenario ni volver a compartir con aquella mujer ninguna escena...que lo ocurrido no afectara a su amistad con Ben, olvidaría la amalgama de contradicciones que sentía, incluso que en ese momento le estamparía contra la puerta si osaba entrar en la habitación, si, a su amigo del alma...

Un par de días y un baño de barro y ahí estaba...mirándola de nuevo.

- Me vais a disculpar, pero tengo que organizar mi última clase...-Dennis salió de la piscina, cogiendo una toalla para secarse.- Emma, es una lástima que no hayas querido asistir a los cursos, ¿por qué no te animas y vienes los dos últimos días? Quiero ver si vuelvo a convencer a Jenny para que nos toque su cello - le dijo guiñándole un ojo, ante la mirada amenazante de su amiga, a la que hizo caso omiso- Bueno, voy a vestirme...- y salió envuelto en su albornoz y dejándolas solas, una a cada extremo de aquella larga piscina, Emma aún sentada en el borde y moviendo sus piernas en el agua, Jennifer sumergida casi por completo, solo asomando su cabeza; ambas se esperaban y ninguna daba el paso que las acercara.

Sabía que la estaba mirando, sin poder ver sus ojos a esa distancia, y no le importó; quizás la lejanía le dió la fuerza necesaria para mantener la mirada que no veía, la valentía para meterse lentamente en el agua y nadar para aproximarse hacia donde ella se encontraba, la entereza para no salir huyendo al ver que Jennifer también nadaba hacia ella, tendría que encontrar la forma de no dejarse arrastrar por aquella mar enmascarada en aguas calmas. Sintió frío, quizás algo parecido al miedo la dejó helada al ver como se le acercaba, decidió adentrarse en el agua, Jenny la imitó, era tan hermosa, azul rodeado de azules, y entonces recordó su poema, el que escribió justo antes de verles juntos y la imagen de Ben abrazándola la devolvió a la cruda realidad. Sacó su cabeza del agua para respirar y comenzó a nadar en dirección contraria a Jennifer, la rabia la llevaba, aún asi, imposible que la morena no la alcanzara, incluso llegó a su meta antes que ella y la esperaba respirando algo alterada.

- Emma, ¿estás bien?... Ni que hubieras visto una aparición...

- He recordado que había quedado con...- se quedó callada, iba a decir Ben, como excusa para alejarse de ella, pero recordó que Ben era el motivo que ya la mantenía lejos de ella y que decir su nombre podría dar lugar a una situación embarazosa que no quería recordar...- comenzó a nadar hacia la escalerilla de la piscina para salir cuanto antes de aquel enredo, pero Jenny se interpuso diciendo el nombre que había quedado en el aire.

- ¿Ben?... - su mirada era tan franca al pronunciar su nombre que era imposible apartar sus ojos de ella; le demandaba claridad, pero Emma no podía ser honesta con ella, sin descubrirse. Las envolvió el silencio, las gotas de agua parecían girar para bordear los lunares en un lado del cuello de Emma, estaba junto a Jenny, pero de perfil a ella, la morena había cruzado el brazo haciendo una barrera en las barandillas de la escalera y no podía subir sin tratar de hacer fuerza para apartarla o acercarse demasiado a ella; los ojos de Jenny parecían querer retener cada detalle, el color tan blanco de su piel, cada lunar, sobre todo el de su boca... Emma sabía que si movía un solo músculo o se volvía a mirarla estaba perdida, no le quedaban fuerzas ¿ que era todo aquello? ¿por qué la hacía sentir tan débil? Quería quedarse con ella tanto como marcharse... giró un poco su cabeza, lo justo para ver como Jenny miraba sus labios y desear que la morena se acercara...

- ¡Chicas!... Olvidé...- la voz de Dennis las hizo separarse automáticamente la una de la otra, visiblemente cohibidas por la situación, lo cual no pasó desapercibido para él, que se quedó asombrado por lo que creía que acababa de interrumpir, imaginaba que algo muy interesante, tanto como sorprendente... las dos lo miraban, Emma había salido de la piscina y Jenny hacía como que nadaba sin quitarle ojo- Vaya... he olvidado lo que ...olvidé. - y los tres comenzaron a reir de nuevo...




11.


La desazón se abría paso arrasando con ideas, sensaciones y creencias anteriores; hubo un antes de ella y había un ahora, un espacio en el que no sabía desenvolverse ni a donde se dirigía, ¿habría un después de ella?... En cuanto se marchara de allí y volviera a su casa y a su vida ordenada, entonces vendría el después, esa zona en la que se imaginaba así misma sin ella pero con su vida controlada.


Todo aquello era absurdo y seguro que venía a cuenta de algo, aunque en ese instante no era capaz de adivinarlo...el tiempo pondría las cosas y a cada cual en su sitio; necesitaba respirar, relajarse y dejar que pasaran esos dos días que les quedaban en ese hotel... seguramente se sentía tan atraída o lo que fuera que sintiera por ella porque la admiraba, porque veía proyectado en Jennifer algunas de las cosas que desearía, su aparente libertad, la capacidad de desenvolverse en distintas tareas, cierto halo de misterio, su físico, como no, era una mujer con una gran carga sexual y la llevaba encima hasta con el mono de trabajo y toda llena de barro... sin darse cuenta se volvió a quedar embobada con solo imaginarla, recreándose en la forma en que miraba sus labios antes de que Dennis las interrumpiera... ¿que hubiera podido suceder? notó como el calor subía hasta sus mejillas... necesitaba una ducha y salir a cenar, llevaba toda la tarde encerrada en su habitación, aprovechando que Ben se había marchado a la ciudad con unos compañeros del curso, quiso quedarse tranquila para tratar de poner un poquito de orden en su cabeza, sin resultado; lo único que había hecho durante toda la tarde era obligarse a no pensar en Jenny y tener que doblegarse una y otra vez ante la evidencia del deseo de quedarse en ella...


En cuanto salió del baño, notó que Ben había vuelto porque había dejado el abrigo sobre la cama y encima una nota, la esperaba en el restaurante para cenar; se apresuró a vestirse y frente al armario se sorprendió así misma al desear ponerse algo distinto con lo que sentirse más guapa o algo más atrayente...¿porqué no? -sonrió y se dedicó a escoger prendas de distintas perchas, se atrevió a romper el orden establecido dentro de su ropero, en un solo instante cambió su rutina a la hora de vestirse por la aventura de lo diferente, algo estaba cambiando... pero ni una pregunta más, quería salir fuera, hablar con la gente, le encantaba expresarse y escuchar, reir, ir a las aldeas y los pueblos de alrededor para observar los estilos de vida y las costumbres de la zona, pasear de noche bajo un cielo lleno de estrellas, y poder verlas, era un lujo que no quería desaprovechar... quería disfrutar y no vivir asustada y esquivando, los dos días que le quedaban, en ese lugar...

Escogió unos vaqueros y una camiseta ceñida azul, una rebeca suelta negra; se miró, no solía pintarse los ojos, solo en ocasiones excepcionales, como esa noche... un poco de color en los labios...¡y lista !.. abrió la puerta de la habitación y justo antes de salir recordó su libreta... la buscó con la mirada, directa hacia donde sabía la había dejado, sobre la mesita de noche, salir a la calle sin ella eran impensable, volvió a recogerla y la guardó en un bolsillo... ahora si.
Salió dispuesta a no encogerse ante nada ni nadie; asi que cuando la vió hablando con Dennis al final de las escaleras se quedó parada y sin bajar la mirada se dispuso a librar un combate mas con ella, a fin de cuentas sus encuentros se podrían describir como tales, sin contacto cuerpo a cuerpo, ni cuerpo a tierra, sin golpes físicos ni mañas que te tumben en el suelo y aún sin vencedora ni vencida...
Jenny llevaba un jersey largo que se adaptaba a cada curva de su cuerpo, el pelo suelto sin terminar de secar y la mirada seria y felina, al ver a Emma dejó a Dennis con la palabra en la boca y comenzó a subir las escaleras en su dirección; poco le duró a la rubia la convicción con la que salió de su habitación, las piernas le flaqueaban, pero se agarró a la barandilla de la escalera y la esperó sin apartar su mirada de ella, cuando creía que Jenny se detendría al llegar a su lado, la morena continuó su camino pasando de largo y esbozando una de sus sonrisas llenas de irónia, de nuevo la retaba, Emma la miró como se alejaba pasillo adentro, el movimiento de sus caderas al andar, sus piernas largas y fibrosas,como el pelo parecía acariciar la espalda... se quedó algo aturdida tratando de asimilar todo lo que acabar de suceder, mientras Jennifer se marchaba llevándose toda su seguridad con ella.
- Es una engreída- escuchó que le decía Dennis desde el rellano, mientras esperaba a que Emma llegara hasta él, al ver que la chica no le contestaba y que parecía algo molesta, se acercó a su oído y le soltó- Estoy deseando que encuentre a alguien que le baje esos aires de Reina que tiene...- “¿Eso iba por ella?” - se quedó pensando mientras veía como el chico también se iba tras su amiga - ¿ Por qué todo el mundo pasa de largo?...
Menos mal que Ben estaba sentado, esperándola, en la mesa donde solían cenar cada noche; que ganas le entraron de abrazar a lo conocido, a lo que entendía y le correspondía... antes de sentarse a su lado, lo agarró por el cuello y le dio un beso sonoro como si se tratara de un niño.
- Jajaja...¿ que te pasa que estás tan cariñosa, rubia? - le cogió una mano entre las suyas por encima de la mesa.
- ¿Estoy?... no....”Soy” cariñosa y lo sabes...
-Cierto... eres cariñosa, pero llevas unos días un tanto rarita... - Ben se quedó callado al ver entrar en el salón restaurante a Jenny, evidentemente la morena le quitaba el habla y la sonrisa de la boca.
- ¿ Te has acostado con ella? - Emma no lo dudó ni un segundo más, quería que Ben le contara lo que había sucedido entre ellos dos y lo que su amigo sentía, no entendía porqué se callaba lo sucedido. Ben retiró sus manos, a la defensiva.
- ¿A que viene esa pregunta?... - ahora Ben bajó su mirada al notar que Jenny no dejaba de mirar hacia su mesa- Mírala, trata de disimular, pero no para de mirar hacia aquí y cuando yo intento volver a acercarme a ella no se queda ni dos segundos a mi lado... - ahora era Emma la que le apretaba las manos sobre la mesa - Si, me acosté con ella... - tuvo que suspirar profundamente porque había sentido un latigazo en el pecho- nos besamos, nos abrazamos...- “ no hace falta que sigas, por favor” a Emma las palabras no le salían- … y … se quedó dormida...
- ¿ Como?... - no lo pudo evitar, ese como iba acompañado de cierta sonrisa entre incrédula y aliviada...
- Si, ríete, nunca antes me había sucedido algo asi...
- Ben, ella había bebido...
- Ya... y lo peor, a la mañana siguiente no se acordaba de nada, solo de que se había quedado dormida en tus brazos en el coche, ¿que te parece?...- el corazón de Emma comenzó a trotar dentro de su pecho. Ben continuó hablando sin que ya su amiga le escuchara cien por cien, sus ojos se dirigían una y otra vez hacia la puerta de la cocina por la que Jennifer entraba y salia, parecía estar controlando los platos, y en cuanto sus miradas se encontraban, las apartaban; entre todas aquellas personas era muy difícil poder librar una batalla en condiciones, sin quedar en evidencia, asi que bajaban armas, tanteándose pero sin atacar, aguardando el momento adecuado... la una a la espera de cualquier signo o señal que pudiera emitir la otra y que confirmara sus sensaciones, sus impulsos o sus deseos mas escondidos y profundos.
- ¿Te gusta mucho?- ni siquiera ella esperaba hacer esa pregunta en voz alta.
- Joder... ¡está buenísima!...no tienes mas que mirarla... ni un segundo dudaba en llevármela a la cama de nuevo y esta vez no para dormir...
- ¿Solo sexo?...
- No estaría nada mal para empezar... - Emma movía la cabeza resignada- tendrías que probarlo de esta manera alguna vez... primero sexo y luego intimar..
Ambos miraban a la morena, mientras esta caminaba hacia su mesa.
- Puede que lo haga...- respondió la rubia, haciendo que Ben dejara de centrarse en sus instintos para comenzar a observar extrañado la forma en que su amiga se comportaba...


12.

Miras hacia lo lejos y el horizonte se aproxima hacia ti, mar y cielo se funden y se confunden en una enorme ola ,ondulando, azotada y azorada por el viento y sientes paz, no te importa ser abrazada, arropada y dejarte arrastrar por esa ola que vuelve a retroceder...
En su libreta, había apuntado una frase de un libro de Virginia Woolf, Las Olas...”¿Como era?”...
“La ola se detenía, y después volvía a retirarse arrastrándose, con un suspiro como el del durmiente cuyo aliento va y viene en la inconsciencia”.
Lo pensaba y el símil le parecía impactante; en cada acto, en cada mirada, en cada suspiro, Jennifer avanzaba hacia ella para luego retroceder; ¿lo hacía inconscientemente o con premeditación?, el mar te atrae y te capta sin proponérselo y en otras ocasiones pareciera aliarse con el viento, el cielo y las aves para no dejarte escapar.
Y de nuevo es ese vacío entre estómago y pecho y esas ganas de estar cerca de ella tornándose en ansias, y la negación enmascarándolas de inquietud y dudas y la coraza alzándose, silencio tras silencio... pero no era del todo cierto, era solo a Jennifer a quién no le decía, ni al resto que pudiera escucharlo, pero con su cuaderno si que se confesaba; cualquiera que pudiera ver lo que había escrito o dibujado se daría cuenta que el hilo conductor o argumental no tenía que ver con lo anterior, notaría una clara diferencia en lo que necesitaba plasmar el autor en los últimos días...pero como solo ella veía y revisaba sus libretas, no le importaba, solo le faltaba tener que esconderse, también, frente a sus pequeñas aliadas...
Pero a ella...cómo contarle y, sobre todo, qué contarle...le diría que su corazón latía apresurado con solo pensarla y que daría lo que fuera por tenerla entre sus brazos, aunque fuera bebida y dormida. Que suerte tuvo Ben, poder dormir con ella toda una noche y cada una de sus horas...¿De donde surgía esa atracción que no la dejaba tranquila?. No podía ser nada más que algo físico, era impensable poder estar enamorándose de alguien con quien no había compartido ni una conversación en condiciones y con quien cada mirada era un ataque y un derribo. No le importaría para nada dejarse vencer una y otra vez por esa fuerza, que su cuerpo temblara ante lo no conocido era muy significativo, no podía imaginar que tendría que hacer para contenerlo si la piel deseada llegaba a rozarla...
Jenny avanzaba de nuevo hacia ella para luego retroceder y volvía con más fuerza, más llena de azules, imponente caía antes de poder alcanzarla... algo le decía que la llamaba, que la esperaba en algún punto entre la calma del que abandona y la valentía del que recobra sus fuerzas para volver a atacar; y lo deseaba, encontrar ese lugar y quedarse allí con ella... sin preguntas, ni respuesta, sin juicios de valor, ni proyectos... primero, estar y ser con ella y, después...”Terminaré completamente loca a este paso, ni hay ahora ni habrá después”, en silencio,volvió a enfadarse consigo misma por enésima vez,“ Maldita sea Emma, contrólate”.
Se levantó bruscamente de la mesa donde estaba a punto de cenar con Ben, dejándo a su amigo tan asombrado como a Jenny, que se había acercado para invitarles, como al resto de comensales, a una fiesta que se había organizado, de manera espontánea con el resto del grupo, para esa misma noche... no le dio tiempo a comunicarles nada, antes de poder hablar Emma se levantó y se marchó apresurada, borrándole la sonrisa depredadora de la cara; Ben la siguió enseguida, preocupado y dejando a la morena con la palabra en la boca... a punto estaba de dar la vuelta a la espera de un momento más adecuado, cuando un pequeño objeto, en el suelo junto a la mesa, llamó su atención; la libreta de Emma, la cogió para ir en su busca y entregársela enseguida, pero con solo rozar sus tapas negras el corazón se le disparó acelarado; tomó la servilleta blanca que Emma ni siquiera había usado y la colocó sobre su antebrazo y su mano, tal como un camarero procurando que el cuaderno no se viera...
...“y después volvía a retirarse arrastrándose, con un suspiro como el del durmiente cuyo aliento va y viene en la inconsciencia”.
Sentía el corazón en un puño y trataba de no apresurarse en su huida, pasar desapercibida, pero esto era algo practicamente imposible para Jenny; siempre, desde niña, se sabía observada, por su físico o su talento para la música; era una de estas personas que su sola presencia llamaba la atención, por más que intentara acumular silencios y ponerse la pose de seguridad, de nada le había servido... Con el tiempo había aprendido a vivir con ello hasta cierto punto, logrando que le resultara indiferente o tratando de mantenerse aislada, cual loba solitaria, siempre que podía...salió del restaurante, se dirigía hacia el despacho que compartía con Dennis, tras la recepción, allí tenía su bolso, guardaría la libreta de Emma y.. “ ¿y que?”, pensó. En ese momento no iba a decidir lo que haría, solo le movía el impulso de saber y de poseer algo de ella.
Encontró a Dennis en el despacho haciendo una llamada a sus padres y aunque su amigo estaba distraído, trató de disimular el cuaderno para que no lo viera mientras lo guardaba en su bolso... decididamente se sentía casi como una ladrona pero aún sin ningún sentimiento de culpabilidad; cuantos comportamientos atípicos en ella desde que la rubia llegó al hotel, emborracharse, buscarla en medio de la noche para dormir en sus brazos y acabar en los de su amigo, estar a punto de besarla en la piscina y ahora... quedarse con su cuaderno. ¿Que mas sería capaz de hacer?. Si tenía que arrasar con todo, poco a poco, hasta conseguir doblegarla... lo haría, sin preguntarse si los medios justificaban el fin, a fin de cuentas, era su táctica, desestabilizar para ir debilitando y conseguir que tuviera que apoyarse en ella; soportaría el peso de su cuerpo, es más, le encantaría poder soportarlo...
¿Y cuando le llegó tanta decisión y estuvo tan segura ?... En el momento preciso en el que estuvo a un segundo de rozar su boca... Tenía dos días para conseguirlo, para tenerla, sin querer pensar en lo que podría llegar o perder después... Dennis le estaba hablando...
- ¿Has invitado a todo el mundo a la fiesta de esta noche?.
- Si... bueno, me ha quedado por comentárselo a Ben y a Emma, se han marchado del restaurante antes de cenar, me imagino que volverán a bajar enseguida, no se... encárgate tu de ellos, voy un momento a mi casa he olvidado las pinturas para retocarme un poco después...
- Presumida... sabes que estás guapa igual...- escuchó que le decía mientras cogía el bolso dispuesta a salir del despacho...- por cierto, Jenny, ¿hay alguien especial por quien quieras ponerte más guapa?...- al ver que la chica abría la puerta sin hacerle caso, continuó- Alguien que quizás se llame Emma...- su amiga cerró la puerta de golpe, tratando de digerir el golpe que acababa de dirigirle Dennis directo a su estómago y disfrazándolo tras una de sus sonrisas de voy a matarte en cuanto llegue a tu altura...
-¿Como? … ¿Que quieres decir?- se colocó frente a él con los brazos en jarra.
- Exactamente lo que he dicho... ¿que estaba pasando entre vosotras esta mañana en la piscina?- Dennis le mantuvo la mirada, a él no le iba a engañar, la conocía desde que era una pequeñaja nerviosa y divertida, dando clases de canto y violonchelo en la Escuela de Música de Ratisbona, él estudiaba canto y piano.
- No lo sé.... Dennis...no se... lo que me está pasando con Emma Müller...- de pronto, toda su seguridad cayó a sus pies, como si se desvistiera y se quedara desnuda ante él. Algo que por cierto nunca le había importado, pero sentirse abierta y vulnerable de aquella manera por algo que ni ella misma lograba entender, sabía lo que era sentir atracción por otras personas antes, pero aquello era distinto, era una fuerza que crecía y crecía sin poder contenerse y como tal la reconocía, sabía que la única forma de pararla, de ponerle puertas al mar, sería sanciandola, darle al mar lo que quiere para que el agua se torne mansa... - Me siento atraída por ella...
- ¿ Desde cuando te gustan las mujeres?...-sonreía satisfecho de haber ido directo al grano, con ella mejor no andarse por las ramas o no se llegaba a ningún puerto.
- Y eso que más da... esto no hay por donde cogerlo, es completamente impulsivo e irreflexivo...- Jenny parecía algo desorientada
- Si, como tu ...¿estás bien?. - al ver como su amiga frotaba su frente con la mano, en gesto de preocupación, Dennis se acercó para abrazarla- Hey cariño...
- Estoy bien, en serio...- le devolvió el abrazo y después se apartó alejándose hacia la puerta- Solo necesito tranquilizarme un poco y saber que es lo que está pasando... voy a mi casa a descansar algo antes de la fiesta- le lanzó un beso con la mano desde la puerta antes de cerrarla, dejando a su amigo algo preocupado, la quería con locura y Emma Müller parecía una mujer encantadora, pero ¿sentiría lo mismo por su amiga?.
No sabía como, pero había llegado a su casa, espacio y tiempo se unieron para dejarla en la misma puerta, ¿ donde tenía la cabeza?, como si no lo supiera...
Se tumbó sobre su cama, sin quitarse la chaqueta ni el bolso, sacó la libreta y la apoyó sobre la almohada, a la altura de sus ojos y sin dejar de mirarla...”Te abro o no te abro, te leo o no te leo.. “, mentalmente deshojaba la margarita... la cogió e inspiró su aroma, la rozó con las yemas de sus dedos; todo un ritual mientras se decidía entre invadir su intimidad o continuar como hasta ahora, sin atreverse a preguntarle lo que escribía en sus cuadernos o si le gustaría dormir con ella y, entre ambas cuestiones, tratar de mantener una conversación sobre cualquier cosa que le importase...
La noche era muy larga y había una fiesta y bebida... el alcohol se convertiría en su excusa para avanzar y la libreta, sonreía satisfecha, en el anzuelo que la llevaría hasta su cama...

13.


No vio a Jennifer en el salón donde se reunirían todos los participantes del curso, era una especie de fiesta de despedida y, a parte de la morena, Ben y ella eran los últimos en llegar. Habían vuelto a la mesa para cenar algo tarde y Emma se había dado cuenta de que su cuaderno no estaba en su bolsillo, asi que vuelta a la habitación, sin poder encontrarlo... no le dio demasiada importancia, seguro que estaría en alguna parte de la habitación o del restaurante, lo buscaría después. No creyó que lo que allí escribía fuera del interés de nadie y mucho menos que alguien quisiera apropiárselo … no pensó que estuviera en manos de Jenny, la única persona de quien le importaría que pudiera reconocerse en los trazos de sus dibujos... cómo iba a imaginar que algo tan poderoso como desconocido para ambas las estaba atrayendo y empujando irremediablemente la una hacia la otra, haciendo que ellas actuaran por y para acercarse, apartando y barriendo todo a su paso, quedándose poco a poco solo con lo imprescindible y a la espera del momento propicio para poder mostrarse...


En el salón había un piano, Dennis tocaba notas sueltas y se detenía para explicar algo al grupito que se había formado en torno a él ; mostraba su pasión por la docencia y por la música allí donde estuviera; Ben se dirigió al resto del grupo, sentados en los dos sofás del salón, reían divertidos los comentarios de uno de ellos...Emma se quedó unos segundos en la entrada del salón, mirando a unos y a otros, indecisa; creía que Jennifer estaría en el salón y si asi fuera sabría perfectamente a que grupo dirigirse... al contrario, ya era suficiente por ese día, no le quedaban mas fuerzas para seguir reprimiendo cada una de las sensaciones que tenia al estar cerca de ella y por primera vez en su vida, temía no poder controlar sus actos, dejar de saber hacia donde iba y no reconocerse. Lo único que tendría que hacer para que todo siguiera igual sería evitarla en la medida de lo posible los dos días que faltaban para marcharse, pero en cuanto creía haber tomado la decisión de hacerlo, se encontraba pensando donde estaría o buscándola con la mirada, como en ese momento, allí parada en la puerta de ese salón, lleno de personas con las que perfectamente podria debatir sobre cualquier tema interesante o pasar un rato agradable y pensando en la única persona que no se encontraba en esa habitación y con la que a penas le salían las palabras para poder mantener una conversación. Que complicado se le hacía lo que estaba sintiendo...


Dennis agitó el brazo para que se acercara a su grupo, Emma se sintió aliviada, mejor que la reclamaran a tener que decidir nada esa noche; en cuanto llegó hasta el piano, el maestro le resumió el tema del que hablaban...”Apoyaturas”.


- Emma... resulta que en una investigación reciente se ha llegado a la conclusión de que determinados elementos constitutivos de las piezas musicales y entre ellos especialmente la apoyatura; generan la producción de dopamina en quien escucha. Esa sustancia que hace que nos sintamos bien (también la generan la comida, el sexo o las drogas) y que provoca que queramos repetir la experiencia que la ha generado...- los ojos de Dennis transmitían tal pasión al hablar y el tema le resultó tan interesante que Emma quedó fascinada y se olvidó en seguida de si misma, para escucharle. - Generalizando y resumiéndolo mucho se puede decir que cualquier melodía por simple que sea contiene notas consonantes y disonantes. La aparición de esas notas disonantes se pueden clasificar de diferentes maneras y una de ellas es la apoyatura. La apoyatura se produce cuando una nota se “apoya” justo al lado de una nota del acorde para luego dejarse caer sobre ella, lo cual obviamente aumenta su presencia e intensidad. El efecto es similar a si estiráramos una goma para luego soltarla y dejarla en reposo.*(http://www.hispasonic.com/blogs/chute-dopamina-apoyatura/2885)- Escucha...- y trataba de demostrar lo que explicaba tocando al piano...- decidme canciones que os han emocionado especialmente en vuestra vida y veremos si tienen o no muchas apoyaturas...


- Asi que una nota que se “apoya” al lado de otra para luego “dejarse caer” sobre ella...- Jennifer interrumpió a su amigo sentándose junto a él en la banqueta frente al piano - Uhm... suena interesante - dijo apoyándose en Dennis pero mirando provocadora a Emma y haciendo que todos rieran su comentario.


- Asi es graciosilla y tu lo sabes muy bien...- después acarició las teclas del piano mientras comenzaba a cantar “Someone like you” de Adele, un tema lleno de apoyaturas que le serviría como demostración; empezó en tono bajo, con una voz muy dulce, que hizo que pensaran que no podría llegar a los agudos que la canción requería para quedarse asombrados cuando su voz alzó el vuelo y se quedó en lo más alto; después miró a Jenny, como esperándola y le guiñó un ojo, la morena comenzó a cantar, acompañándolo, un tono por encima de él... Emma no podía creer lo que estaba viendo y escuchando, pero como era posible “¿también cantaba?”. Tenía que salir de allí lo antes posible o caería irremediablemente haciendo que su corazón se golpeara y se rompiera en tantos trozos como sensaciones le transmitía, todas y cada una de ellas, por si mismas, eran únicas, pero unidas le daban un latido y otro más, bombeando todo ese mar por dentro de su cuerpo...en ese momento solo sentía, escuchaba y sentía, sin poder dejar de mirarles, sobre todo a ella...no fue la única que se emocionó, era cierta la teoría de las apoyaturas a fin de cuentas, te sentías tan bien... pero si que fue la única que no aplaudió cuando la canción terminó.


El otro grupo también les había rodeado para escucharles y estaban entusiasmados; Jennifer parecía algo cohibida, Dennis la abrazaba, él también estaba emocionado, le encantaba cantar con su amiga, lo hacían desde que eran niños y asistían juntos a clase de canto; pero en el último año la morena se había distanciado en cierta forma de todo lo que tuviera que ver con la música, aunque bien sabía él que solo era algo aparente y que ella no dejaba de sentirla y crearla en su cabeza, por mucho que lo callara no podía disimular sus muchos momentos de evasión, en los cuales se encerraba en si misma y no atendía a ningún estímulo externo. Y aunque tratara de esconderlos, sabía que en su estudio, su casa, tenía una caja llena de pentagramas, completamente desorganizados, pero llenos de sus creaciones... algún día se sentaría para abrazar su chelo y se los mostraría, nota a nota... mientras tanto, acababa de darse cuenta de la forma en que Emma miraba a Jenny y supo que algo muy fuerte estaba sucediendo o a punto de ocurrir, entre esas dos mujeres.

Jennifer se sentía algo desilusionada, esperaba que a Emma le hubiera gustado escucharla cantar; pero ni siquiera estaba aplaudiendo como el resto, parecía algo triste y desorientada entre el resto del grupo, asi que cuando la vió escabullirse entre la gente para marcharse, se levantó de la banqueta agradeciendo los aplausos pero tratando de darlos por terminados. El grupo se dispersó por el salón y pudo verla, estaba sentada en uno de los sofás, poniéndose hielo en una copa y agarrando la botella de ..¿tequila blue?, empezaba fuerte la noche. La morena sonrió y fue hacia ella acentuando sus andares...

- ¿Esa copa es para mi?- le inquirió cuando la rubia acababa de dar un sorbo a su copa y antes de que pudiera contestar, se sentó junto a ella, quitándosela de la mano y llevándola a su boca, tratando que sus labios coincidieran con la leve marca que el carmín de los labios de Emma había dejado sobre el cristal. “Menudo atrevimiento, de nuevo al ataque. En que estará pensando para hacer estas cosas...¿En que va a ser, Emma?. No, no puede ser...”. Intentaba no darle importancia y, sobre todo, que la morena no advirtiera que estaba a punto de bajar la guardia. Se preparó otra copa igual a la que acababan de arrebatarle tan descaradamente, con movimientos lentos y pausados, tratando que sus manos no temblaran y la delataran...

- Cantas muy bien...- soltó, apoyando de nuevo su espalda en el respaldo del sofá, tomando un sorbo de su nueva copa, mientras miraba a Jenny de soslayo. La morena parecía haberle dado una tregua, miraba la profundidad de su copa, mientras su cuerpo estaba algo inclinado hacia el de Emma- Tocas el chelo, pintas fachadas, cuidas de los animales, estás en recepción...¿me dejo algo?

- Pues...- se acercó algo más a la rubia, para apoyar y dar énfasis a sus palabras-... algo más sabré hacer...-ahora la miraba entre pícara y divertida, se lo había puesto en bandeja...- e incluso puede que lo haga muy bien...- eso no era un doble sentido eso era pisar el acelerador a tope para estrellarse directamente contra la poca voluntad que le quedaba...- Emma no pudo contener una sonrisa, ¿ por qué reprimir la complicidad y la alegría? , quería compartirla abiertamente con ella y giró su cabeza para mostrársela, Jennifer también sonreía, nunca antes se había sentido tan correspondida como cuando sus ojos recorrieron de nuevo sus labios para después clavarse en su mirada, tanto azul dolía... lo intentó, pero el vértigo a lo inmenso le hacia inclinarse hacia ella...la morena decía algo o al menos sus labios se movían...

- ¿Que te parece si nos ponemos otro tequila y me dices que te gustaría hacer después?...




14.

- Tus deseos son órdenes...- fue la respuesta de Jennifer, se levantó del sofá y la cogió de la mano para que la siguiera... Ahora paseaban, abrigadas con gorro y bufanda, en una noche llena de estrellas; una sin poder apartar la vista de las luces del cielo y la otra sin poder dejar de pensar en como acercarse un poco más, lo suficiente para poder notar su calor y que la proximidad pudiera propiciar el roce de sus manos... y de lo que tuviera que venir...

El silencio contrastaba con la atropellada sucesión de cada uno de sus pensamientos, se estaba poniendo nerviosa y aún más cuando advertía que Emma estaba absorta mirando hacia lo negro, ¿como dar el paso para que solo viera azul?. Siempre que la situación se le escapaba de las manos y se inquietaba, cerraba los ojos y comenzaba a crear música...

-¿Estás bien?... Jennifer...- escuchó su voz entre las notas, la zarandeaba levemente, agarrándola por los hombros, la música se silenció, pero la voz de Emma, no...- Hey... - abrió los ojos, la miraba algo preocupada.

- Oh... perdona... estaba imaginando algo...- que maravillosa vuelta a la realidad, con sus ojos tan cerca y tan abiertos a entender cualquier cosa que pudiera mostrarle, hizo que se volviera de nuevo hacia el cielo - imaginaba que con mi dedo - lo alzó- pudiera acariciar cada una de esas estrellas y arrastrar su luz para dibujar notas blancas en ese enorme pentagrama negro...-se volvió a mirarla-... y que tu las vieras...- esperó una eternidad a que Emma girara la cabeza hacia ella..

- Yo... yo... no sé música.. no sabría interpretarlas...- lo que la morena acaba de decirle le había llegado al alma, pero su timidez y su miedo le hacían que se protegiera de cada gesto y de cada palabra.

- Seguro que las apuntarías en tu libreta y correrías a buscar la forma de entender cada nota...- de nuevo aparecía la altanería, era su forma de provocarla y tratar de obtener lo que quería.

- ¿Y por qué haría eso? - sonrió con el corazón en un puño, la ola no retrocedía, sentía como si estuviera a punto de cubrirla.

- Porque sería mi regalo para ti …- los ojos de Jenny brillaban, el reflejo de la luna sobre el mar se acercaba lentamente a los suyos...- ¿dejarías mi regalo sin abrir?- la formulación de esa pregunta le llegó envuelta en una voz algo más ronca y sugerente; Emma la sintió como la antesala a una caricia, su cuerpo comenzaba a temblar y su respiración alterada la delataba, de una forma inconsciente humedeció sus labios con la punta de la lengua, ver tanto mar le hacía estar sedienta, sabía que probar ese agua solo le daría mas y mas sed, mas y mas deseos de beber... se apartó, algo en su cabeza la hizo reaccionar en sentido opuesto, un último aliento le aferraba al “antes de”, antes de conocerla, antes de sentir, antes de saber lo que estaba a punto de suceder...se agarraba a quien aún creía que era, el miedo a lo que estaba por venir, a lo que podía llegar a su lado, la paralizaba...

-¿Volvemos?....tengo algo de frío -comenzó a caminar de vuelta al hotel, dejando a Jennifer con la sensación del que está a punto de rozar lo inalcanzable y se esfuma ante sus ojos en el último momento... y dudas...seguir intentándolo o aceptar la derrota...

La vuelta hasta el hotel mostraba la inquietud que ambas respiraban; Emma caminaba ligeramente adelantada, nerviosa e impaciente por llegar, a Jenny parecían pesarle más las piernas a cada paso, algo abatida, ni palabras, ni miradas, ni dibujos en el cielo que les calmara...

Antes de llegar, la morena se detuvo sin decir nada mientras la veía alejarse pensaba qué le diría para despedirse; Emma dejó de sentir sus pisadas y se volvió para esperarla; tenerla a cierta distancia era más fácil, no ver su ojos ni sus labios, ni oler su aroma la dejaban pensar con mas de claridad y creerse fuerte para afrontarla... qué quimera. Para Jennifer era el momento de tomar una decisión...

- ¿Has perdido hoy algo? - lanzó la pregunta al aire, esperando que Emma la recogiera... silencio, la receptora pensaba...

- Si...- contestaba algo sorprendida y como si intuyera cuál sería la respuesta- Mi libreta...- y vio como Jenny comenzaba a andar, cruzando el jardín y alejándose de ella.

- Si la quieres recuperar... - una última mirada lejana, había tomado una decisión - ...la tengo en mi casa...- y le dió la espalda, dejando a Emma con la boca abierta, sin saber que hacer ni que responder y lanzando a sus manos la pelota que contenía todas las dudas.


Y ni una sola duda con respecto a lo que había estado a punto de suceder, lo vio en sus ojos, aún en la oscuridad de la noche; en ese destello en la mirada que distingue el deseo de la locura; en el calor de su aliento que traía promesas de sensaciones desconocidas; en cómo el tiempo y todo lo que le rodeaba se detenía sin que le importara, es más hubiera vivido por y para siempre pensado que esa mujer que la cautivaba era la bruja que había atrapado a la protagonista del cuento con su magia... ¿Era esa una de las escenas por escribir durante esos días? ¿En que parte del guión encajaba, principio o fin?.

Recordó las palabras de Ben... ” Bienvenida al Atrezo que ha dispuesto para ti la vida durante estos días... el guión lo tendrás que escribir tu...”. Hasta ese momento no estaba segura de haber escrito, de una forma consciente, ni una sola de las escenas vividas con ella; más bien parecía una marioneta en manos de algún otro escritor o escritora; eso tenia que cambiar, uno de los personajes principales se iba a rebelar.. ella misma escribiría cada letra, palabra, entonación que conformara la siguiente escena...

No sabía el tiempo que llevaba allí parada mirando el lugar por donde había desaparecido la morena, veía su casa a lo lejos, las luces encendidas; sintió que no solo los pensamientos la tenían paralizada también el frío le había calado hasta los huesos; se imaginó con una enorme taza de leche caliente en sus manos y sentada frente a la chimenea, que por el humo, veía que Jenny acababa de encender y... con ella a su lado... no quiso continuar imaginando, comenzó a caminar en dirección a su casa.



Los pasos eran suyos, de eso estaba segura.... recordó su libreta y en cómo Jenny le había retado para que fuera a buscarla; le sorprendió que en ningún momento hubiera pensado en ese cuaderno mientras tomaba la decisión de ir hasta su puerta. ¿Por qué Jennifer lo tenía en su casa y no se lo devolvió en el Hotel?.¿Donde lo encontró?. Seguro que habría una explicación pero si así era...¿porque volvía a tener la sensación de que unos hilos la llevaban y la empujaban hacia esa casa?.

Golpeó suavemente en la puerta principal...Jenny abrió, no parecía sorprendida de verla allí, sonreía satisfecha. La invitó a entrar con un gesto de su mano, mientras cerraba la puerta tras de si y Emma sentía que ya no había marcha atrás, en ese preciso instante tuvo la certeza de haber sido atrapada en su trampa...

- ¿Vienes a por tu libreta?... - aún no se había dado la vuelta para mirarla y ya intentaba preparar a su presa. Emma se colocó frente a la chimenea...

- No...- Emma comenzó a quitarse la bufanda, el gorro, el abrigo, mientras la morena no dejaba de mirarla, esperando su respuesta; por fin, terminó y le entregó las prendas mientras sonreía - Vengo a por un vaso de leche calentita...- parecía una niña que suplicara, haciendo que a Jenny se le cayeran a los pies todas sus armas.

- Ehm...claro...siéntate- se alejó desconcertada para colocar el abrigo de Emma en el perchero de pie de la entrada, de todas las posibilidades nunca imaginó que se presentaría en su casa con aquel pretexto, porque no podía creer que solo quisiera un vaso de leche, demasiado simple para ser cierto.

Emma se acomodó en el sofá, mientras la seguía en cada uno de sus movimientos; la cocina era una parte mas de la habitación, delimitada por una especie de barra o isla; así como la habitación a penas estaba separada del resto por un biombo de madera pintado de azul, ese color siempre le recordaría a ella, todos los muebles eran de madera pintados de distintos colores, las paredes mantenían tonos neutrales, blancos rotos y grises claros; parecía buscado a posta para que los lienzos que colgaban de las paredes hicieran mayor contraste; solo había tres puertas, la principal, otra que suponía daba al cuarto de baño y una tercera.

Lo agradable del lugar, el calor del fuego y la comodidad del sofá la hacían sentirse a gusto y tranquila, a pesar de saber con quién estaba y de todo lo que le provocaba. No quería pelear, ni seguir levantando más capas entre ellas con disimulos, malentendidos, palabras no dichas, deseos ocultos... no la oyó acercarse, miraba al fuego cuando sintió que se sentaba a su lado y le ofrecía el vaso de leche con un sobre de azúcar.

- ¿Tu no tomas?- le preguntó dando un primer sorbo, mientras agarraba el vaso con ambas manos, dejando levemente mojado de blanco su labio superior.

- Leche... solo con el café de la mañana- Jenny la miraba de reojo, mientras se descalzaba y encogía sus piernas acomodándose sobre el sofá, tratando de no molestarla, disfrutaba viéndola tan relajada y quería conseguir que se quedara con ella el mayor tiempo posible; quizá la forma de conseguirlo fuera no diciendo nada, no sería difícil, qué decir en un momento tan inesperado, tan intimo y hogareño. Olor a leña quemada, a leche caliente y a Emma - Tienes...- le señaló el labio para indicarle que lo tenía manchado, la rubia sonrió y se limpió con los dedos de la mano. Parecía hipnotizada por las llamas del fuego, así que cogió un cojín para apoyar la cabeza sobre el respaldo del sofá y se dedicó a observar su perfil; la suave caída de sus párpados, sus labios, con esa capacidad de llamar a los suyos, sin que Emma quisiera advertirlo, la curva de su mandíbula desde donde poder desprenderse para caer hacia su cuello... sus mejillas comenzaban a tornarse rojas, no sabía si por efecto del calor del fuego o porque intuía su mirada y la avergonzaba.


-Emma...- esa voz sugerente, ronca, ya la había escuchado esa misma noche, pensó la rubia, poniendo en guardia las defensas que le quedaran- ..¿Tienes calor? - Jenny la miraba de una forma...¿como tenía esa capacidad de transmitir sus emociones y no temer quedar expuesta y derrotada?. Seguramente porque estaba acostumbrada a vencer, a coger lo que quería y llevárselo consigo.

- Un poco...- sonrió incómoda- Creo que me voy a quitar el jersey y quedarme en camiseta interior, si no te importa...

- Para nada... - se estaba divirtiendo de lo lindo- Yo haría lo mismo si no fuera porque...- imprimió cierto suspense a sus palabras, lo que hizo que Emma no tuviera mas remedio que mirarla aguardando la respuesta- ...no llevo camiseta interior...- notó la dificultad de la rubia para tragar, como si se le hubiera secado la garganta; pensó lo fácil que sería ayudarla, poner remedio a esa carencia, tan solo tendría que acercarse un poco y tomar su boca para dejar que se llenara y se saciara....





15.

Pero no lo hizo. Aún tenía cierto autocontrol sobre sus instintos y algo le decía que, si rozaba la boca de Emma, podría perderlo. Quería jugar y jugar a retarla de todas las formas que surgieran hasta verla rendida, que acercarse a su boca fuera tan necesario para la rubia como estaba comenzando a serlo para ella; el plan era no dejarla marchar esa noche, que las paredes de aquella casa no fueran mas que el cobijo previo a lo que encontraría entre sus brazos; encerrada entre muros de piedra y madera, amarrada a sus labios y a su piel.

Y verla quitándose el jersey, tan de andar por casa, con una camiseta gris clara de manga corta ceñida y sin atreverse a mantenerle la mirada, le parecía el mejor de los comienzos...Y empezó por perseguir con la mirada las lineas curvas y ramificadas que formaban sus venas y que su piel tan blanca le permitía ver, desde sus manos hasta esconderse tras la camiseta para continuar asomando cerca de su cuello; detuvo el recorrido, absorta en lo ajustado de la camiseta sobre sus pechos y la combinación con su piel y sus lunares; de lo sensual pasó a lo hipnótico de sus labios. En ese momento Emma volvió su cabeza para mirarla y la ola rozó la orilla acariciándola, en calma; aunque la presión, la fuerza y el eco en sus entrañas rugieran y bramaran por hacerla crecer y arrasar todo cuando encontrara.

Dolía, contener tanta mar se le hacía cada vez mas difícil de conseguir, sentía que comenzaba a resquebrajarse y por más que intentara poner remiendos a las grietas, el agua salía a chorros; absurdo enmascarar el deseo frente a quien lo provoca. Emma lo vio, tan claro, tan avasallador, tan fascinante que le era imposible no dejarse atraer; anularse, dejar de ser... para ser de ella. Tan poderoso que detenía el tiempo, apagaba las dudas y esfumaba el miedo.

Un breve gesto de Emma le indicó que quería acercarse a su boca, suficiente para olvidar que pretendía jugar a estirar el deseo, ahora solo pensaba en satisfacerlo; probarla y saborearla hasta que supiera lo que era perder el control sobre su cuerpo y que voluntariamente le pidiera perderlo: lentamente inclinó su cabeza, mientras su mirada pasaba de sus ojos a su boca, de su boca a sus ojos, se aproximaba... y la esperaba. Cerraron los ojos aturdidas por cuanto sentían, concentrandolo todo en sus bocas, para darlo y tomarlo.

Rozar sus labios y respirar de nuevo, con sus pulmones y el aire de Jenny; aprehender ese olor que le eriza el vello de la piel, volviendo su mundo del revés, confundiendo su aliento con el de ella, permanecer en la suavidad de sus labios, en su calor, en su sabor... todo un mundo por descubrir tan solo con su boca, cuantos firmamentos podría traer el resto de su cuerpo. Estaba dispuesta a la aventura y descubrimiento de cualquier estrella o planeta dentro de aquel hermoso Universo; la saliva de su boca le hacía creer mas que nunca en su fuerza para adentrarse en lo desconocido, pero en cuanto Jenny le acarició con su lengua, Emma pasó de querer ser conquistadora a desear dejarse conquistar; como si la morena estuviera absorbiendo toda su fuerza con aquel beso, buscando su propia lengua para debilitarla aún más, con su roce, su movimiento y su firmeza. Gimió, el placer que sentía con el beso la estaba doblegando; lo que hizo que la excitación de Jenny aumentara, ni podía ni quería parar; puso la mano en su cabeza, quería que ese beso nunca terminara, dejar su lengua enredada a la suya y profundizar...los jadeos de ambas eran signos de aquello que salía de sus entrañas buscando ensamblarse como dos hermosas piezas dentro de un juego tan excitante como inesperado.

Necesitaba respirar por si misma, asi que detuvo su avance, lo suficiente y necesario para que sus ojos se encontraran de nuevo, ya no se miraban como antes, ahora se reconocían como parte de un mismo deseo, en ese momento se permitían mostrarlo y afirmarlo a cada paso y el siguiente no fue otro que volver a su boca combatiendo su fuerza a mordiscos, mezclados con besos, y arribando en su cuello.

La tenía, ya la tenía... encaramada a su cuello y abatida a besos; la dejó hacer mientras dirigió sus manos hacia el vientre de Emma y los botones de su pantalón, los desabrochó despacio y bajó la cremallera, el profundo suspiro de la rubia en su oído le indicó el camino, se inclinó lentamente sobre ella, haciendo que tuviera que echarse hacia atrás en el sofá hasta terminar tumbadas, colocando una de sus piernas entre las de Emma que se había desprendido de su cuello y la observaba, ahora el sonrosado de sus mejillas era una muestra inequívoca del mar de sensaciones que le invadía y el indescifrable brillo de sus ojos una mezcla quizás de deseo y algo de miedo, pensó Jenny, convencida de que si era el caso, le haría olvidarlo a besos... y sin entender aún que un deseo tan intenso puede hacer huir...

Emma se estremecía y temblaba, no obedecía mas ley que la del cuerpo que la arropaba, como con movimientos acompasados se acoplaba al suyo, mientras mordía su clavícula, introduciendo sus manos por entre la camiseta de la rubia y arrastrándola a su paso hasta la altura de sus pechos; su respiración agitada se fundió con un quejido interminable cuando su lengua se clavó en uno de sus pezones, arrastrando su dureza y la suavidad mientras lo presionaba levemente con su mano; después subió de nuevo hasta su cuello a bocados, exasperada por la molestia de las ropas y quitándole la camiseta y el sujetador en lo que a Emma se le fue un suspiro; se alzó sobre ella para tirar de su vestido y quedarse en ropa interior y medias. Nunca había deseado a una mujer, no al menos de una manera consciente y, de pronto, todo el deseo se concentraba en ella; tanto que le asustaba; temió dejarse arrastrar por esa fuerza que le nacía de los mas primitivo y emocional, abandonarse temiendo no poder volver a encontrarse, sin saber a que puerto la llevaría aquella mar y temiendo no saber satisfacerla. Se encogió sobre si misma ante la mirada atónita de Jenny, no sabía que había hecho mal, Emma parecía querer lo mismo que ella y de pronto...

- Jenny...- agarró una de sus manos entre las suyas, tratando de detenerla- Perdona, yo no...no...- no sabía como decirle que nunca había sentido un deseo tan intenso y que jamás pensó en que podría llegar a sentirlo por una mujer, pero no quería ofenderla ni hacerle daño con palabras torpes. La morena parecía tranquila, solo sus pupilas dilatadas y el movimiento acelerado de su respiración la delataban; por un momento percibió cierta decepción o desilusión, mientras se incorporaba de entre sus piernas para apartarse de ella; se colocó al otro extremo del sofá, no sin antes recoger la camiseta y devolversela al ver como la rubia se cubría los pechos con los brazos...tocaba desavanzar. Guardó silencio esperando una explicación que no llegaba, Emma parecía aturdida, sin saber qué decir ni qué hacer.

- Tranquila Emma, lo entiendo...- trató de quitar tensión al momento- ¿ Quieres otro vaso de leche caliente? - y levantó su ceja a la vez que sonreía- Te sienta genial...creo que hasta yo me tomaré otro...- al ver que la rubia le devolvía la sonrisa, Jenny se levantó y se fue hacia su habitación, tras el biombo, dejándola con todas sus dudas acompañándola en el sofá. No podía moverse de ahi y sabía que lo mejor sería marcharse, si de veras quería huir de lo que había estado a punto de suceder...la imaginó terminando de desnudarse para cambiarse, deseó correr tras ella a su habitación, llevarla hasta su cama, perdiendo la cordura en su boca, sin mas razón que la locura de su aroma, con solo pensarlo le faltaba el aliento... cierta presión en el pecho, de nuevo el miedo, ahora daba paso al pánico...

Jenny escuchó un portazo y lo supo, cerró los ojos queriendo negar lo que estaba a punto de ver como cierto, Emma no estaba en el sofá, ni en el resto del salón, se había marchado. Fue hacia la puerta apresuradamente, al abrirla pudo verla atravesando el jardín en dirección al hotel, corriendo como si le fuera la vida en ello...

Volvió a su habitación y se tumbó en la cama, no sabía como se sentía, nunca antes nadie le había rechazado o se había apartado de sus besos; aún tenía su sabor en la boca y su olor marcado en su propia piel... impotencia por no haber podido hacerle comprender tantas cosas... en nombre del placer, de la piel, de un suspiro. ¿Como era posible que Emma hubiera huido de lo nunca vivido?...Quería comprenderlo, pero no había querido explicarle...solo tenía su libreta y ella se lo había buscado; si para conocerla y poder entrar en su mundo era necesario traspasar los límites de su intimidad no podría impedírselo, ella no estaba pero tenia su cuaderno; lo sacó del cajón de su mesita de noche y lo abrió como el que consigue traspasar las enormes puertas de un castillo encantado.





16.


Y encantada estaba dentro de aquel reino de suelos enletrados y casas dibujadas sobre fondos blancos, a caballo de leyendas, historias y poemas...aquella libreta era puro arte, la forma de escribir, los dibujos; hubiera podido sentir admiración por la persona a quien perteneciera aún sin conocerla, pero sabía quien era la autora de tanta magia y, además, se sentía atraída por ella. ¿Cual solía ser el resultado de unir admiración y atracción hacia una persona?...Mejor no preguntarse tanto, ni responderse...Emma acababa de salir corriendo de su casa...


Siguió pasando hoja tras hoja, primero una vista rápida para después detenerse en lo que más llamaba su atención; esbozos que iban formando el dibujo definitivo, las manos curtidas de un hombre de campo, la rueda de un viejo molino, casas de pueblo con sus tejados, la biblioteca y sus lineas minimalistas, todo parecía estar plasmado en aquellos pequeños folios blancos...hasta ella y su violonchelo...se reconoció a la primera, imposible no hacerlo, sus brazos, su ojos; cuanta emoción contenida en aquellos trazos, pareciera estar aguardándola para desbordarse y que ella la absorbiera; se estaba viendo a través de sus ojos, pensar que le había estado observándo para poder dibujar las lineas de sus brazos o el iris de sus ojos... tantas sensaciones le oprimían el pecho, necesitaba respirar.

Miró el reloj, las 00:30, era pronto y seguro que la fiesta continuaba en el salón del Hotel, quería salir de su habitación y de aquella libreta embrujada que le hacía pensar aún mas en su autora; no podría dormir a menos que agotara su cuerpo a base de brazadas en la piscina; se puso un bañador y ropa deportiva, trataría de no cruzarse con nadie no tenia ganas de aguantar a gente con alguna copa de mas, ni siquiera a Dennis. Cruzó el parque mirando hacia la ventana de la habitación donde sabía estaba la cama en la que Emma dormiría, la luz estaba encendida y por un breve instante le pareció que alguien le observaba desde allí, estaba segura, estaría encerrada en su torre tratando de protegerse de la bruja malvada que pretendía llevarle a lugares oscuros para despojarle de ropas y hasta de su piel. Y cuanta razón tenía, si no hubiera salido corriendo de su casa se hubiera pasado la noche intentando apoderarse da cada parte de su cuerpo...

El comportamiento de la rubia le parecía muy inmaduro y le indignaba, huir de esa manera, después de haberle devuelto los besos.¿Hacia que dirección tendría que dar el siguiente paso?. ¿Atacar de nuevo, esperar en la retaguardia o simplemente dejarlo estar?. ¿Tener paciencia con ella o perderla por completo?

Acaba de llegar a la piscina y se estaba desvistiendo, cuando el teléfono, que colgaba en la pared cercana a los vestuarios, sonó; le resultó muy extraño, nadie sabía que estuviera allí, a no ser …. descolgó...

- Hola....- su voz - he visto que ibas en dirección a la piscina y... bueno yo...- silencio, que dulce e insegura, si la tuviera delante no le dejaría terminar de hablar, le agarraría y le callaría con su boca. Tenía que intentar controlarse o Emma correría aún mas rápido de ella.- Quería disculparme contigo...

- ¿ Por qué?...- no podía evitarlo, le nacía provocarla.

- Bueno...es evidente... yo no tendría que haberme marchado de tu casa de esa manera...

- Sales corriendo... y ahora te disculpas por teléfono- había elegido ser una cobarde, no le quedaba otra que tratar de tirar y tirar de la goma eslástica hasta que una de las dos soltara o se quebrara, haciendo que ambas besaran el suelo.

- Es que... yo...ehm...- le costaba encontrar una justificación a su forma de comportarse, no entendía porque iba hacia adelante y hacia atrás, no sabía si avanzar era lo correcto y retroceder lo equivocado; si cumplir sus deseos le traería calma o aún más locura, no era fácil poder percibir un poco de luz tras la bruma que le atraía hacia su abismo.

- Ven a la piscina, te espero... ah... y ponte bañador- y sin esperar respuesta colgó el auricular. Se quedó dudando un momento, había sido algo brusca y podía causar el efecto contrario al que deseaba, tener a Emma otra vez frente a ella. Se tiró de cabeza al agua y comenzó a nadar con todas sus fuerzas, necesita desfogar tanta tensión contenida antes de que la rubia bajara... si es que lo hacía.

A penas si había hecho unos largos cuando se sintió observada; Dennis, Ben y otros dos chicos del grupo; se estaban quitando la ropa con gestos algo torpes para quedarse en calzoncillos, entre risas y desequilibrios llegaron al bordillo y se tiraron sin dudarlo; Jennifer los observaba desde el extremo opuesto, en cuanto tuviera oportunidad ahogaría lentamente a su amigo, quería estar a solas con Emma y no con dos pares de borrachos más a su alrededor. Pero no podía hacer nada, solo intentar seguir nadando sin que le interrumpieran; se dio cuenta de que uno de ellos ya había comenzado a bucear hacia donde ella se encontraba,era Ben; comenzó a nadar a croll para pasar rápido por su lado; a penas si se habían dirigido la palabra desde aquella noche en que durmieron juntos como resultado de la borrachera de Jenny, así que quería evitar malentendidos a costa de las copas de más que le tocaba a él llevar encima; pero Ben no parecía pensar lo mismo, la agarró por la cintura cuando llegó a su altura haciéndole parar de golpe, sonreía orgulloso de haberla atrapado, tenía ganas de jugar. La pegó todo lo que pudo a su cuerpo mientras Jenny trataba de zafarse de forma suave y sin dar un espectáculo, le seguía la corriente pensando que dejaría en seguida su juego y la soltaría para continuar nadando, pero Ben no parecía estar dispuesto a dejarla ir, quería su recompensa.

Estaba a punto de darle un empujón o de apretarle con todas sus fuerzas lo que le colgaba de la entrepierna, cuando vio que Emma entraba en la piscina; deseó que fuera la que quisiera estar entre sus brazos y en lugar de eso, se había pasado el día alejándose de ella y de sus besos... quiso demostrarle todo y nada, devolverle el rechazo, que viera lo que se perdía y que podía tener otros labios... acercó su boca a la de Ben pero de alguna forma se arrepintió y desvió su cara para abrazarle; sabía que si lo hacía por despecho, de nada valdría y todos podrían salir perdiendo. En otras circunstancias y con otras personas no le hubiera importando jugar, pero lo que fuera que sintiera por Emma no se lo permitía... se las arregló para escabullirse del chico, por el momento...

- Ben, mira... Emma está ahi, ve a por ella...que nade con nosotros... - Ben comenzó a llamar a Emma a gritos, mientras que el resto del grupo le imitaba, todos coreaban su nombre, mientras la rubia reía moviendo la cabeza resignada; se quitó el albornoz y se tiró a la piscina entre aplausos y aullidos...Jenny observaba la escena sonriendo, no podía dejar de mirarla y esperarla...

Pero Emma no parecía estar dispuesta a acercarse a la morena, eso sí, no dejaba de mirarla disimuladamente mientras atendía a los juegos de su amigo; Ben la llevaba en sus hombros o agarrada a su cuello, mientras le sumergía la cabeza en el agua una y otra vez, entre bromas y arrumacos; al principio, a Jenny le parecíeron escenas muy tiernas pero poco a poco la sonrisa se le fue desdibujando, costaba mirarles sin sentir esa punzada en su pecho, viéndola tan cariñosa y entregada a otros brazos mientras que de los suyos huía...decidió continuar con lo que había ido a hacer, nadar y nadar hasta agotarse para no pensar.

Hasta que alguien, cuando ya parecía haber perdido la noción del tiempo y casi la fuerza de su cuerpo, de nuevo, la paró...era Dennis, se dejó agarrar por sus fuertes brazos para poder apoyarse en su cuello y descansar; la respiración agitada y el corazón a trote en su pecho; estaba agotada, era lo que quería; alzó lo suficiente la cabeza para darse cuenta de que todos la miraban, Emma había dejado los juegos con su compañero y parecía esperar fuera de la piscina con una toalla... ¿era para ella?. Dennis la dejó para que subiera las escalerillas y se dejara envolver por aquella toalla y por su mirada preocupada, la miel de sus ojos pareciera espesarse para volverse mas oscura como si los cubriera un casi imperceptible velo para enturbiarlos...se dejó llevar hasta una tumbona, se tendió aliviada, mientras Emma se sentaba en la tumbona de al lado, sin dejar de mirarla.

- ¿Estas bien?...- la inquietud se reflejaba también en su voz.

- Si...solo algo cansada, gracias...puedes volver a la piscina con Ben...- no quería mostrarse de una forma tan evidente ¿o si ?, desde luego, había resultado obvio cierto tono de reproche en esta última frase.

- Prefiero quedarme aquí...- el velo en los ojos de Emma iba desapareciendo- ...si no te importa...- se atrevió a sonreirle, levemente, lo suficiente para que Jenny sintiera que volvía a descontrolar el ritmo de sus respiración; los párpados le pesaban, si que había llevado su cuerpo al agotamiento forzándolo de aquella manera, después de las copas y el cúmulo de emociones vividas esa noche; no quería dormirse, ahora que la tenía a su lado y pendiente de ella; pero su naturaleza era desobediente...sintió que agarraba su mano y le susurraba- Duerme..- y soñó, que su labios traían calor a los suyos en el último eslabón de consciencia justo antes de entrar o penetrar en ese otro mundo donde perdemos de vista la cadena, sin saber a donde nos llevará su continuidad ni en que parte del lienzo de Dalí aparecerá de vuelta a la realidad....



Y la realidad tiraba para traerla de vuelta, unas manos acariciaban su pelo mientras el calor de un cuerpo abrigaba su espalda y sus piernas...abrió los ojos lentamente, asomando a su habitación, a su cama, a unas caricias y a la calidez...intentó adivinar de quién se trataba, sin verle y se dejó hacer...sabía quien deseaba que fuera, pero ¿ y si de nuevo terminó en los brazos equivocados?. Siguió haciéndose la dormida y colocó un brazo lentamente sobre la cadera que se acoplaba a la suya, no tacaba piel, solo ropa, de esa manera no podría adivinar y no quería descubrirse, que la supiera despierta sin haber decidido que hacer con su acompañante; en función de quien fuera, haría una cosa u otra...” Ya lo tengo”, pensó, mientras las caricias a su pelo se hacían intensas y las piernas se enredaban con mas fuerza a las suyas... empujó hacia atrás con su espalda buscando el contacto con su torso y sintiendo sus pechos apretándose mientras se acoplaba y agarraba la mano que había dejado caer en su cadera...sin duda, tenia que ser ella...


- Emma...- susurró, mientras se volvía lentamente para confirmar sus premisas.




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Esta historia se ha novelado y será publicada en breve...os tendremos informadas.

118 comentarios:

  1. Felicitaciones y gracias por deleitarnos de nuevo con otra de tus historias.... huyyy esto promete!!! ;)

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  2. Por fin estás de vuelta!!!!. Y creo que he dado por hecho cuál era cada personaje y me he equivocado ;)))). Gracias por la historia!!!!, estoy encantada.

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  3. He de reconocer... que me equivoque con los personajes también... esperando más Pucci!!! :)
    Luzi

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  4. muy bueno lo de los personajes, a mi tambien me hiciste creer lo que no era....Me gusta! sigueeee ;)

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  5. que bueno Pucci, que entrada espectacular, jajajaja, tambien me equivoque con los personajes, te superas cada vez mas

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  6. Hey niñas, muchas gracias... bueno a ver si consigo mantener el interés!!! . El vuestro y el mio, claro...

    Besos!

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  7. Me guuuuuussssta. Hasta esa altanería que atemoriza me gusta :)). Mi interés lo tienes, por si te sirve ;).

    Zuki.

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  8. interes??? MAS QUE ESO! sigueeee

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  9. hhahha yo también me equivoque con los personajes!!
    gracias por esta nueva historia

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  10. pero para cuando mas! capitulos!!!!!
    si please apiadance de mi!!!

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  11. Estoy feliz de tener una historia nueva que venga de tus manos. Deberías fomentar el interés para no perder las ganas :)))). Es genial, he vuelto a disfrutar de cada sensación con este último capítulo, gracias!!.

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  12. AWWWW ME ENCANTA :) ESPERARE ANSIOSA EL SIGUIENTE CAPITULO ...MUCHAS GRACIAS POR ESTA MARAVILLOSA HISTORIA :D UN BESOTE DESDE MEXICO <3


    <3<3<3 alpha <3<3<3

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  13. Me encanta esta historia!!necesito más capítulos seguidos ehh :)
    No nos hagas sufrir por la espera si :(
    Saludos desde Perú!

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  14. más! me encanta!
    besos
    Sooph

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  15. Genial!!!!!!! me tienes pendiente...enganchada!!!!!!!!

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  16. maás mássssssssssssssssssssssssssss!!! siii

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  17. Gracias a todas, trataré de ir actualizando lo antes posible, pero eso depende de algunas cosas: el grado de inspiración y la disponibilidad de tiempo, fundamentamente.

    Saludos!

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  18. Pucci!!! esa cocktelera quiere hielo y movimiento!!! ;o) Genial como siempre.

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  19. Pucci¡¡¡¡ la frase :no sabia donde la mar queria llevarla, esperó que aquella ola la arrojara sobre alguna orilla, me calo muy hondo, es soberbio como escribes, cuanto mas escribes mas te inspiras, cuanto mas te inspira mas genialidades te salen , no desfallecas, te leemos, gracias

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  20. continua cuanto antes!!!

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  21. Hey, tengo que dar las gracias a Saggi, que me ha ayudado a quitar el exceso de comas que pongo en muchas ocasiones... y, por cierto, poned vuestros nombres comentarios que no se quienes sois.

    De nuevo...Gracias!!! Y cierto es que me gusta escribir, solo que a veces no salen las cosas tan rápido como quisieramos.

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  22. Insisto: sea lo que sea lo que bebe Jenny, quiero dos cajas, jajajajajaja. Me encanta la historia y la forma de encontrarse... me repito, lo sé ;-p.

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  23. Genial, me tiene fascinada!!!

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  24. me quedo chico este capitulo :( quería seguir leyendo... hasta que mis ojitos se cansen de leer! esta genial !!!!pero espero recibir noticias del nuevo capitulo muy pronto! =)

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  25. Me tienes completamente alucinada con tu forma de escribir, a veces en prosa, otras en poesia, hilbanas las frases unas con otra con una delicadeza pasmosa, se te va la pasion y los sentimientos en cada renglon, lo estas sintiendo, lo vives, estas escribiendo lo que tu desearias vivir con ella, tu sabes quien y yo se quien, quien habita secretamente en tu corazon y en centimetros de tu piel, eres increible, ¿como se te queda el cuerpo con cada capitulo? cuentame

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  26. se me gacen cortos los capitulos y las esperas largas.....ES GENIAL!

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  27. A ver... espero que la espera no haya hecho que el interés en la historia se esfume y si es asi, espero recuperarlo poco a poco... siento haber tardado en publicar he estado muy ocupada... igual este capitulo también os sabes a poco, pero a la proxima mas...

    Con respecto al anónimo que me dice si yo lo desearía vivir con ella, que ambas sabemos quien... no se que quiere decir, tengo pareja y si que está en mi corazón pero no escondida :)))). Y vuelvo a decir que me gustaría, si me conoceis, firmarais los comentarios, asi se a quienes respondo...

    Saludos!!!

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  28. Ayyyyy, me refiero a que te gustaria vivirlo en un papel, nada malo en mi opinion, pero que cortito y que sorpresa, no te demores mucho mas por favor, nos tienes ansiosa en cada capitulo, saludos

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  29. Yo no he dicho que sea malo, solo que no sabia a quien te referias, solo eso :P...

    Y nada tendré que escribir mas, que se os hace siempre cortito...

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  30. Yupiiiii!!. Ay, esta Emma empieza a soltarse la melena :)))

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  31. me encanta esta historia.....sigue!!!1!

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  32. Zuki, esperemos que Emma espabile y le de caña a Jenny que está muy subidita ;) jajajaj

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  33. Pucci, es curioso que tú, fiel seguidora de la ojazos azules, me digas esto O_o. Sabes algo que yo no sé?? ;-p

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  34. totalmente fascinante

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  35. Llevo varias semanas leyendo este blog, de todas los fanfics que he leído en él, éste es el que me ha enganchado y por el que sigo entrando, se nota el trabajo que hay detrás, la molestia por dejarlo escrito de la mejor manera posible, asique te seguiré leyendo. Un saludo.

    Makeys.

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    1. Totalmente de acuerdo contigo :)). Me encanta la forma de escribir de Puccini (pero eso ella ya lo sabe). Por cierto Pucci, la semana santa es larga... no digo más ;)))

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    2. Jaaaajajaja Zuki!!!! tus plegarias fueron escuchadas.....!!!!

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  36. Gracias por vuestros comentarios, ya estoy con el próximo... no creo que tarde... Zuki, tu eres mi fan number one jajajaj. Makeys, gracias por seguirme!!!

    Saludos a todos!

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  37. Pucci!!!! Sabes q me encanta como escribes... pero xq nos dejas siempre en lo mejor???? Que hemos hecho para merecer estoooooo!!!!! Jaaajajajaja
    Gracias de nuevo ;))

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  38. GRRRRRR SE KEDO EN LO MEJOR :) ME DEJASTE PRENDIDA JAJAJAJAJA ME ENCANTO EL CAPITULO GRACIAS .. ESPERANDO EL PROXIMO <3 ...


    <3<3<3 alpha <3<3<3

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  39. Me tienes pero que muy enganchada!! Me encanta esta historia!! Por no decir que es una de mis favoritas!!
    Estoy ansiosa de que subas el siguiente capítulo!! :)
    Besos!
    Tania :)

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  40. He puesto un nuevo capitulo y muchas gracias por vuestros comentarios, animan a continuar, ahora que el fenómento Jemma parece empezar a diluirse y quedar en nuestros recuerdos, eso si, bonitos recuerdos...siento si hay errores porque a veces a penas si me paro a repasar, la verdad...

    Saludos!

    Puccini

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  41. Es raro, yo la serie no la he soportado y sin embargo creo que es de la que más fanfics me he leído... a veces soy un poco rara.

    Un cóctel de celos, tensión y conflicto, una combinación que me encanta.

    Te seguiré leyendo.

    Makeys.

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  42. padre santisimo !!!! Puccini este capitulo estuvo hot hot hot jajaja
    y hablo de tu fic eee no me vallas a salir como en el fb , ke el de memo esta arriba jajaja no te creas es broma :p me encanta tu fic mujer <3 gracias por compartirlo , esta buenishimo y al fin paso algo con estas 2 ke bien pense ke les ivan a salir telarañas a ese par jajajaja un gran saludo ;)...

    <3<3<3alpha<3<3<3

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  43. Makeys, lo de la serie es que es para debatir... las pasiones que ha levantado siendo bastante cutre, sobre todo, al final... evidentemente estas chicas hacen buena pareja y, a parte, la historia es bonita y se ha vivido poco a poco, sin terminar en drama o yo que se!!!...Algo tiene, yo en mi vida había escrito un fic, ni leido... hasta esta serie, asi que...


    Hey, no era mi intención que les salieran telarañas chica, de veras... pero es que sois muy impacientes ehhh

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    1. el tema es que ni siquiera me gustan las chicas, no les veo ningun atractivo.

      Makeys.

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  44. Tu historia me tiene en las ramass! jajaja me encantaa

    Pamela.

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  45. wooow!!! en serio ke historiaaa!! eres increible... espero ke sigas kon ella porque es genial, linda, complicada, inesperada... en fin... simplemente increible... mis respetos..

    ZzAiRiSs -Mexico-

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  46. AHHHHHHHHHHHHH MARAVILLOSA <3 LUV ITTTTTTT !!!!!


    <3<3<3alpha<3<3<3

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  47. Sencillamente: Genial!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Me encanta como desescribís todas las sensanciones, ufffff Recien hasta ahora no había podido leerlo bien, y como mi jefe no está me lo releí completo! Gracias Pucci!!!! Espero que puedas continuarlo pronto :))

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  48. Graciassssssssss por vuestros comentarios!!!. Os dejo un poquito mas!

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  49. Ole, ole y ole!! :))). Y yo que pensaba que Emma no iba a gustarle mucho la idea de que Jenny tuviera el cuaderno... mmmm, ahí me has pillado ;)). Maravilloso Pucci, el ritmo y la cadencia con la que enlazas las palabras me encaaanta!.

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  50. Ufffff!!!! hip, hip hurraaaa!!!!! Sin palabras, me ENCANTAAAAAA tu forma de narrar la historia, Pucci, chapeau!!! Gracias!!!

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  51. Zuki... la libreta traerá alguna batallita aún...esperemos que pequeñita :P...

    Gracias Saggi, avisame si me sobran comassssss :))))

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  52. Sin palabras!! Hermosa historia!! :) Mis felicitaciones!! :D

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  53. Gracias kina. Me encanta q os guste... Ahí teneis un poco mas....

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  54. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  55. shiale !!! se enojo Emma :( ayyyyy Puccini me encantaaaaaaaaaaa y me dejaste con ganas de mas :) y ahora ke tendra ke hacer Jenny para contentarla a ver si es tan facil como dijo :D ... luv it !!!!!!


    <3<3<3 alpha <3<3<3

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  56. Ohhh se enfadaron!!! Esperemos que no sea para tanto, pero por lo que veo por la reacción de Emma...Aishhh!! Esperemos que lo arreglen! :)
    Maravillosa como siempre, Puccini! :D

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  57. waooooooo! yo me imagine esa mirada que lanzo jenny! y si q mata!!! me qdo chico el capitulo!! pero de todas formas esperare impaciente por el siguiente cap!!!!!

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  58. Otro capi...disculpad sin hay muchos errores;)

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  59. Ahi va otro... poco a poco llegaremos a algún lado...

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  60. oh!! siiii otro increbible capitulo... como siempre aqui esperando la continuacion... soy fan de tus letras.. me encanta la manera en que escribes... wooow.. en fin... esperare con ansiaas la siguiente parte.. que se.. será mejor de lo que una espera.. jeje..
    -ZzAiRiSs- México

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  61. Pucci!!!! Excelenteeeee!!!!! me faxxxxina ;))

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  62. Pe.... pe.... pero... ¿por qué se haces eso a la rubia - ahora castaña?. Porque tengo fe en el valor de esas palabras de Emma, que salen sin más aunque después te arrepientas, que si no también tendría ganas de matarte, jajajaja.

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  63. Pucci!!!! Cuando uno habla sin pensar... habla el corazó.....no???? Recuerda q posiblemente nos veamos pronto.... con eso te digo todo, jaaaajajajajjajajajajajja.....

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  64. jajajaj Saggi miedo me das :P... Zuki, la rubia está que no se encuentra la pobre... y si me matas te quedas sin final :)))

    Bueno, aqui teneis un poco más.

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  65. Interesantes estos dos últimos capítulos, me han gustado bastante, son buenas ideas y creo que puede aportar cierta madured a los personajes con lo que pueda pasar en el futuro.

    Makeys.

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  66. Genial, a la espera de un próximo capitulo.

    Muchas gracias
    Saludos

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  67. Muy buena historia, más por favor!!!!

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  68. Es mi impresión o estás tardando más de la cuenta en publicar?

    Makeys.

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  69. Makeys, cierto, estoy tardando más de lo habitual...lo retomaré en cuanto pueda que espero que sea pronto.

    Gracias por vuestros comentarios.

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  70. Un nuevo capitulo chicas, espero ir recobrando mi anterior ritmo... y siento haberos hecho esperar...

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  71. AWWWWWWW ASI O MAS CRUEL :D ME DEJASTE ANSIOSA POR MAAAAAS JAJAJA SIEMPRE KIERO MAS , AYYY PUCCINI PENSE KE NOS HABIAS OLVIDADO JAJAJA ;)



    <3<3<3 alpha <3<3<3

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  72. Malaaaaa!!, cómo juegas con mis sentimientos!!, jajajajajaja. Pensé que esa capa negra encerraba a otra persona ¬¬. Graciassss y tranquila, con leer el último párrafo anterior vuelve la historia completa ;)

    Zuki.

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  73. Ummm supongo que debo felicitarte jajajaja me has descolocado por completo y eso es bueno, no me esperaba para nada que la historia siguiera así y eso me gusta, porque hace que mi interes por la historia aumente y eso imagino te gustará saberlo, asique no tardes mucho en publicar el siguiente capítulo, lo que queda de mi salud mental te lo agradecerá.

    Makeys.

    Pdt: ZUKI a ver cuando publicas tú también

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  74. Puciiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!! Seras hijueputaaaaaa!!!!! Todos estos dias con la curiosidad... tengo k leer el capi de Pucci, tengo k leerlo...... para k me salgas con ESTO????? razón no me quisiste decir nada cuando nos vimos....... de haber sabido...... cianurooooo era lo k te ubiera puesto en ese Nestea!!!!!...hauwggggggg, q no se me da nada volver a coger avion....... jaaaajajajajaja!!!!. Un beso Pucci ;)

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  75. jo cuanto amor me dais jajaja, cruel, mala, hijueputaaaa jajajaja... que risa...menos mal que por lo menos a Makeys le gustan las sorpresas :PPPP.

    Bueno, yo se que en el fondo me quereis; Saggi a la proxima que nos veamos intentaré no beber nada a tu lado, por si a caso jajajaja.

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  76. Bueno, ahí tenéis algo más... sin prisa pero sin pausa.

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    1. Aissssssss esto se está poniendo muuuuyyyy buenooooo!!!! Gracias Pucci.... por el momento te estas salvando del cianuro pero seguire atenta.... muy atenta.... jaaajajaja un beso ;))

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  77. Me ha encantado !!!! estuvo genial el capitulo Puccini eres la onda :)
    y ya kiero leer maaaaas :D



    <3<3<3 alpha <3<3<3

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  78. Bueno... este capi es algo más largo... espero que lo disfruteis.

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  79. solo voy a decir ... MALDITO ENTRENADOR KE DEMONIOS HACIA ALLI JAJAJAJA ESTABA DE MAS :p



    <3<3<3alpha<3<3<3

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  80. Ainsss, iba a decir que estas dos van a terminar mal, pero ya se han dado de leches... y algo más, claro ;))). Me encaaaantaa, esta historia me puede, es fantástica!!!!.
    Zuki_

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  81. oh venga... solo falto un poco de aceite jajajajaja me ha gustado, me he reído bastante jajajaja

    Makeys

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  82. bueniiisimo!! sige asì

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  83. Pucci, me las imaginaba agarradas de las mechas, jaaaajajajaja q buenooooo, cada vez te retiras más del cianuro, jaaaajajaja, un abrazo ;))

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  84. mas,mas,mas, queremos mas!

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  85. No sabia que tenias tantas fans!!!! me alegro mucho pq cada vez lo haces mejor.
    Magda. (pulli)

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  86. Hey pulli, que no son tantas son unas pocas que repiten comentarios jajjaja

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  87. Ohhhhh, que ganas de mas capi, pero claro entre las olimpiadas y las vacaciones no hay mas capitulos, ufffffff, las que trabajamos en verano tenemos que esperar con ansiedad y anhelo, que desesperacion, que injusto, me gusta mucho como escribes y tengo ansiedad por leerte mas y mas, he releido todo el fic no se ni cuantas veces, me apasiona este relato, eres increible como escribes, tienes magia en tus palabras, haces que lo viva, lo sienta, quiero maaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssssss, please

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  88. Para cuando el próximo capitulo? :((

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  89. Bueno, ahí va un poco más... ya se que cuando te gusta una historia "molesta" que se tarde en actualizar, pero bueno si algo gusta mucho pues se espera y si no pues se deja... no hay terminos medios, o si? jajaja.

    Saludos

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  90. Redios¡¡¡¡¡¡ sos mala, como podes dejarlo asi, ten piedad de nosotras y no tardes en poner la continuacion..........
    Vicky

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  91. woohooo capitulo nuevo !!!!! ya extrañaba esta historia aaa ke Emma piensa demasiado para lo ke habla :) en verdad extrañaba las historias de las Jemma e de ser sincera pero ya las estaba engañando con las Faberry jajaja ke pena !!


    <3<3<3 alpha <3<3<3

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  92. Siempre hay terminos medios, je,je.
    Ves? a esto me refería ahora me toca esperar no sé cuanto, pero que sepas que me esperaré porque la historia me encanta y es buenísima.

    Me saco el sombrero, cada vez está mejor así que tarda lo que necesitas pq esperaremos.

    Sonia

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  93. Tenéis una nueva entrada del fic... siento el retraso...

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  94. Hola, me gustaria saber si algun dia van a terminar lo que empezaron, no lo entiendo como pueden ser asi, si no sabes si lo terminas no empiezes pero no nos dejeis asi, no se pone un dulce en la boca y despues se quita

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  95. Hola, me gustaría saber que pasara con esta historia

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    1. Hola.....q alegria saber que aun hay alguien interesado. Pues esta terminada y a la espera de poder ediitarla, al menos, como libro electronico. Os pondre noticias en cuanto tenga.


      puccini.

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    2. Gracias! Y en verdad, no dejes de publicarla, es muy buena la historia

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  96. Y la continuación de la historia!! ... Puccini la estoy esperando desde q escribiste q se publicara en breve :P .. No me dejes así por favor!

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    1. Hola:

      Lo pondre aquí en cuanto la tenga en editorial o autoeditada. Tendréis que empezar a leerla desde el principio, he ccambiado algunas cosas. Eso es un adelanto ja ja.

      Gracias.

      Pucci

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  97. Bueno chicas, ha llegado el momento. Aquí os dejo el enlace a mi novela, Encuentros sobre Azules,en formato Kindle de Amazon; puede que más adelante también lo haga en formato papel. Deciros que tendréis que comenzar la historia desde cero, porque han cambiado detalles, como el título, y algunos importantes. Espero la disfrutéis y no tengáis reparo en poner vuestros comentarios en Amazon y por aquí, además me vendría bien para el "boca a boca". Siento la tardanza, pero a veces las cosas duran lo que tienen que durar. Gracias por seguir por ahí.

    http://www.amazon.es/Encuentros-sobre-azules-Lily-Carmona-ebook/dp/B00R3LS808/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1418803208&sr=8-1&keywords=encuentros+sobre+azules

    Pucci
    Pucci


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