®Memo Derechos Reservados 2012
- Profesora Müller sus seminarios están haciendo furor – Helena
solo procuro que la sonrisa no se le escapase así que bajo un poco la mirada
usando como excusa unos papeles que estaban sobre la mesa – La semana que viene estarán presentes
representantes de otras escuelas… De seguro querrán hablar con Ud. al finalizar
- Entiendo y gracias… – Sonrió, de todas las veces que
había estado en frente de la Junta, esta era la primera que nadie se le tiraba a
la yugular. Bergmann se mantenía en un segundo plano y sin voto para lo que se
discutía
- Queremos proponerle otra cosa – Gabrielle Krawczyk tomó
la palabra y después de compartir algunas señas con la Sra. Jäger, comenzó con
su proposición – Bueno, como los seminarios han sido un éxito, yo y mis
compañeros hemos pensado que quizás Ud. podría impartir unas charlas para los
ingresantes
- Permiso… – Algo tímida por ser interruptora, Jenny,
solo asomó su cabeza por la abertura de la puerta
- Adelante, toma asiento Jenny – señaló la silla desocupada
que estaba contigua a Emma – te incorporas en la mejor parte
- No me digas! – cruzó sus piernas de medio lado y como
buena bailarina apoyó el peso de las mismas sobre la punta de su pie – ¿Esta es
la parte en donde anuncias que aumentarás mis haberes mensuales???
- Quizás sí… – rio el comentario de la morena – Justo estaba por contarle a la profesora Müller sobre las charlas que damos para los aspirantes a músicos y bailarines. Hemos decidido que este año podemos implementar una táctica distinta – acomodó un poco sus ideas ya que las profesoras le escuchaban con atención – Nos gustaría que las dos impartieran la charla informativa – la reacción fue distinta en cada una de ella, Emma ni se inmutó y Jenny abrió sus ojos un tanto sorprendida – Las dos son jóvenes, destacadas en su asignatura y muy buenas en su didáctica de enseñanza, opuestas, didácticas opuestas pero efectivas la dos al por igual
- Gracias! – respondieron al unísono
- Y son bellas! – acotó Piet el pensamiento masculino
- ¿Cómo??? – Emma parpadeó dos veces ante lo desubicado
del comentario
- Digo, ya que las halagamos que sea completo, no? – Y le
guiñó un ojo a su Atenea
- Déjate de pavadas Piet – Bergmann le censuró de
inmediato – Estamos por trabajo aquí no para ruborizar a las profesoras – y
señaló a una Emma que efectivamente contenía la vergüenza ajena en sus mejillas
– Ven, vamos a tomarnos un café y dejemos que las mujeres se entiendan – Y así
despareció la testosterona
- Sin más preámbulos – Gabrielle retomó el eje de la
charla – Esto es una academia de música y baile y Uds. son los mayores
exponentes aquí, son jefas de sus departamentos y conocen a la perfección como
se dictan las clases… la idea es
contarle a los padres de los futuros alumnos como funciona la academia y como
serán evaluados sus hijos en la pruebas de aptitud, sobre todo a aquellos que
aspiren a la enseñanza profesional habiendo cursado la elemental en otra
institución ¿Qué les parece?
- Bueno… – la morena habló primera sabiendo que a Emma le
tomaría un momento decidirse – tal como dijiste tenemos didácticas distintas pero
creo que con la profesora Müller convergemos en que lo primero son los alumnos
– le miró para que dijera su pensamiento
- Por supuesto – dijo Emma al instante
- A demás hacen una gran dupla – la Sra. Jägerreconoció
al instante – Los alumnos las respetan y a la hora del trabajo ¿qué decir? No
hay quien resista semejante química… Emma nos has aportado nuevos contactos y Jenny
has recuperado la mayoría de los contactos que habíamos perdido. No sé bien
como lo hacen pero esta academia está comenzando a funcionar nuevamente al 100%
y nos encantaría contar con su ayuda en esto. Estamos deseando más alumnos y
contratar nuevos profesores…
- Lo entiendo – Emma le entregó una media sonrisa –
pero…
- Quizás deban pensarlo… – Helena interrumpió a Emma, los
peros jamás eran buenos – Debatirlo entre Uds. y ver si pueden llegar a un
acuerdo
- Tienes razón! Pensarlo con calma… – La Sra.Jägerapoyó
esa moción – Así que le damos un poco de espacio – Y de pronto, las tres estaban
de pie y enfilándose hacia la puerta – y mañana nos informan su decisión.
Muchas gracias por escuchar nuestra propuesta y allí está el café – Señaló la
cafetera y sonrió
Quedaron solas y mirando la sala vacía, eso había sido
extraño... Lo único que faltaba era que la Junta les pidiera que posaran para
los carteles de publicidad… Jenny se giró en su silla y vio que Emma hacía
algunos juegos con los dedos de sus manos, estaba en pleno debate mental, como
era de costumbre este último tiempo. El trabajo la estaba devorando de a poco y
mientras algunos luchaban por ascender o por permanecer en sus puestos, Emma
cabeceaba en la sala de profesores y ella ojeaba, ese cansancio evidente, desde
el otro extremo.
Le hacían falta unas buenas vacaciones y delegar
responsabilidades y en su creencia el único responsable de esta situación era
Bodo ¿Dónde estaba su infinita lealtad los 6 días de la semana que Emma ponía
el cuerpo y la cabeza en la academia? De seguro él se bebía un whiskey seco
mientras se relajaba en el sillón de su despacho. Pero como ya nada le unía a
Emma, nada podía hacer al respecto más que mirar como poco a poco sus ojos se
cerraban sin importar la hora ni el lugar
- Creo que no deberíamos aceptar… – Jenny habló desde la
razón y el sentimiento. Las sombras, que se habían instalado debajo de los ojos
más dulces, eran una aberración a la juventud del rostro de Emma – Estás
cansada… y por muy “bonito” que suene no deja de ser trabajo y creo que ya
tienes suficiente de eso
- Ya… – Emma simplemente asintió con su cabeza mientras
cruzaba las manos sobre la mesa – Pensé que se me notaba menos – y laterizó un
poco su cuello para quitar algo de tensión y un bostezo se le escapó sin querer
- Perdona que lo diga, bonita, pero… – apoyó la mano en
su hombro y le miró con deteniendo – luces con la mierda…
- Jajaja Es cierto… – Le correspondió en la mirada y le
sonrió. Jenny intentó la sonrisa pero no encontró el valor para enfrentarse al
velo que cubría lo transparente de su mirada, acostumbrada a ver franqueza no
ésta opacidad. Poco quedaba de la Emma que le hacía perder la cabeza– pero son
alumnos… y ellos me importan. Creo que será interesante conocer tus
concepciones acerca de la danzay tal como dijo Piet estás buena, llamarás la
atención de todos y no tendré que pedir silencio jamás
- Jajaja… por dios… te lo dijo a ti si le traes de la
cabeza. En fin… – tomó un poco de seriedad y de rigidez en su asiento – ¿No
crees que es suficiente para ti? ¿No crees que ya está bueno de cargarse todo
la academia a la espalda? Más de uno quiere tomarse de tu codo aquí
- Lo sé y sé que es más de lo que puedo – se levantó de
su asiento y le pidió con un movimiento de mano que le acompañara. La
estrategia consistía en mantenerse en actividad y así escaparse del sueño – pero
seremos dos… compartiremos cargas. Si me quedo dormida me pegas un buen codazo
en las costillas… ¿Qué dices?
- Solo atraeremos a más estudiantes, Emma, y los cupos
están llenos en nuestras clases y el año aún no ha acabado – la tomó por el
hombro para que detuviera la caminata, las cosas no eran tan simples como Emma
las planteaba – Lo cual significa más horas de trabajo para el año próximo…
- No renovaré contrato… que alguien más se haga cargo…
Mathilda es una gran profesional – y continuó avanzando
- No quieren a Mathilda… te quieren a ti – la frase
detuvo a Emma y Jenny inspiró profundo preparándose para lo que vendría. Todo
había cambiado desde la última charla personal, sus palabras habían sido
certeras y la determinación de Emma inamovible. Día tras días acortaban
distancia, el trabajo las unía y para no hacer la vida “tan insoportable”
charlaban pero de lo que “eran” solo quedaba el recuerdo y sin embargo Emma
todavía podía desnudarle con la mirada. Percibió el rigor y la avidez
estudiarle el rostro entero – Te tentarán fuertemente, Emma… Si te quieren te
tendrán – dijo medio susurrando cuando vio que aquellos pasos se dirigían en su
dirección
- Eso suena a ti… – Sonrió cuando vio que la morena solo
mordió un poco sus labios –¿Quién te ha enviado? – preguntósin dejar lugar a
dudas, quizás estaba dormida pero faltaba mucho para que se volviera idiota –
¿Y qué ofreció a cambio?
- Helena! te adora aunque no lo diga – respondió con
media sonrisa al saberse descubierta – Y me ofreció una semana de vacaciones…
así que es imposible que me culpes bonita
- Es poco Jennifer… – y puso su mejor mueca de decepción
a este pésimo trato que la morena había realizado – Pide un mes… – Y retomó el
viaje hasta su aula. A pesar de todo nunca lograba enojarse con ella, nunca
lograba nada con ella y casi ya estaba acostumbrada de tenerle de “compañera de
trabajo”– La misión que te ha encomendado es extremadamente complicada…
- Tengo mis armas de persuasión – dijo con arrogancia – y
ropa de encaje súper sexy… – inevitablemente tuvo que susurrar a su oído pero
sin intención de seducir solo era que pasillo estaba repleto de alumnos. De
todas maneras no era la primera ni la última vez que era sugerente con ella…
- Pues cuando te la vea puesta veremos que tanto me
persuades – Sonrió amistosamente ya con el picaporte en mano – ¿Entras??? –
preguntó con cordialidad – pero debo advertirte que aquídentro, a solas, quizás
te bese mucho… Es tu decisión
- Jajaja… Estás muerta de sueño – Y sí que lo estaba y
por eso mismo le daba luz verde a este juego de palabrería erótica. Acomodó el
flequillo de Emma sin rozar nada de su piel y sin poder evitar sentir pena por
ella – ¿Por qué no vas a casa a descansar? – sugirió con ternura – Me haré
cargo de los contratos…
- ¿En serio??? –llevó las manos a su cuello y lo masajeó
un poco aunque descontracturar le fuera imposible – Te lo agradezco mucho…
- Por favor… duerme – dejó un beso en su mejilla y se
alejó de ella a paso lento
Emma se quedó apoyada en la puerta y mirando cómo se
perdía escalera abajo… Aun no se quitaba el sabor amargo de la derrota, ni el frío
de sus sábanas, ni la falta de música en su vida… Cada vez que le veía alejarse
le era innato preguntar mentalmente “¿A dónde vas?” Este era el acercamiento
más distante de todos y su actitud más perruna, se alimentaba de las sobras y
cada pirueta que hacía era recompensada con una caricia de su amo. ¿Cuándo se
había convertido en esto? Gracias a Dios, Jennifer, no tenía la costumbre de
voltear porque si lo hacía de seguro notaria la falta de brillo, de arte y de
sueños.Se adentró en su salón, no podía dejar que nadie lo viera
Se sentó en el primer pupitre que encontró, mirando hacia
el pizarrón y llevando sus manos temblorosas a lo tembloroso de su boca. Alguna
idea debía llegar con el tiempo, algo que valiese la pena, algo que le diese
una sola razón para continuar… y como no podía darse el lujo del ver un
atardecer se conformaba con aquel rectángulo en blanco y tan sobrio que no era distinto
del desierto. Sintió asco de la repetición burda que le tocaría vivir mañana,
igual ayer, todos los días eran domingos y encima lluviosos. Cerró sus ojos y
tragó lentamente lo que se aglutinaba en su garganta, en la vida había sentido
semejante vacío existencial y simplemente era que estaba decepcionada de ella
mismay totalmente desconectada de todo aquello que le ayudaba a vivir
- ¿Emma??? – La morena, de pronto, abrió la puerta y
mostró una sonrisa cándida.Este era su mejor disfraz de niña y siempre lo
utilizaba cuando quería ser “compinche”, cuando quería dejar sentado que no mordería
su carne ni helaría lo poco que le quedaba de corazón– ¿Quieres cenar conmigo???
- Eh… – No, no, no, rechaza, rechaza, rechaza!!!gritaba
su consciencia – Eh… ¿Y tu novio??? – preguntó por la mejor excusa que tenía la
morena pues ella no tenía ni unasola
- Tiene noche de chicos – le hizo una mueca de asco –
asíque nosotras podemos tener noche de chicas!!! – sentenció con su mejor
sonrisa
- ¿Noche de chicas??? – preguntó con un juego de cejas
que encubrió el terror que sentía… Esa “noche de chicas” era lo peor que podía
pasarle, era dosis alta en las venas de “complicidad” que le dejaba indefensa y
con sus sentimientos al descubierto – Es que estoy un poco cansada, Jennifer… – con la última voluntad que le quedaba
declinó
- Duerme… – levantó las carpetas que sostenía en sus
manos – Tardaré como 3 horas, lo hacemos en tu casa así te metes directamente
en la cama – propuso sus parte más resolutiva – Y no te preocupes, yo me encargo
de la cena – Cerró la puerta si darle tiempo a Emma para negarse
- Perfecto! – Emma masculló entre dientes
Primero apretaba los dientes casi hasta hacerlos
estallar, repudiaba la situación hasta el cansancio argumentando mentalmente
que Jennifer le invadía, le irrespetaba, le confundía y un sinfín de cosas más
y para cuando se servía la segunda copa de vino todo era historia. Escuchaba
embobada todas aquellas cosas que Jenny le contaba, eran simplezas y rarezas o
una mezcla patética de ambas que le provocaban un revoltijo extraño en el
estómago y causaban la sonrisa espontánea. Las horas pasan de prisa entre la
charla, y como mal y tarde todo llegaba a su diminuto y hermético universo,palabra
por palabra se enamoraba de quien le hablaba
Cegada por esa felicidad, que se rompía cuando la morena
terminaba de fumar su segundo cigarrillo de la noche, lograba compartir algunas
cosas con ella… inquietudes, sobre todo… cuando recordaba que no era una máquina,
su batalla interna la comenzaba a ganar la inseguridad y notaba que era bien
humana e influenciable al hallar calma en una caricia y en puñado de palabras
alentadoras que solo servían porque venían de aquella boca. Y combatía por no
acostumbrarse… Jenny no le besaba en la boca pero se quedaba a dormir en su
cama, no metía la mano dentro de su pijama pero cuando estaban el sillón
apoyaba su cabeza en su regazo, no le decía que le deseaba sexualmente pero
preparaba la cena mientras escuchaba música… todo era normalmente espontáneo
pero no era real. Y como buen cobarde se mantenía en silencio y estática
mientras todo se movía a su alrededor.
Había aprendido muchísimo sobre ella… Jenny era más que
un cuerpo, su moda y sus joyas… Estaba llena de ideales de vanguardia, frescos
y enmarañados, ofensivos y revolucionarios que iban bien acordes a toda esa expresividad
libertina. Y aquellos aires de grandeza que a veces sacaba relucir solo eran
una quimera para los demás, una amenaza, una pequeña muestra de los recursos
que tenía a mano… lo peligroso era la fidelidad que le profesaba a su corazón,
no cambiaba ni corregía lo que sentía, solo lo defendía incondicionalmente… Así
había aprendido que hasta que no se abriera el pecho un cuchillo, tomara su
corazón con una mano y colocarasobre la mesa, Jenny, no reconsideraría volver a
intentarlo
Recién ahora, que estaba completamente ciega, podía ver
claramente sus errores, ahora que no era hora para nada, entendía que todo le
había ofrecido y nada había tomado. Distinguía el movimiento de sus labios pero
había dejado de escucharle, estaba centradaen lo elegante y femenino de la
técnica que utilizaba para despojarse de sus anillos. Era hermosa, fuerte y
necia… conservaba intacta la osadía de seguir queriendo todo aquello que le
hacía mal y en su agonía podía sonreír, acompañar y ofrecer una caricia.
Definitivamente era mucho más fuerte que ella, mucho menos rencorosa y mucho
más auténtica. ¿Cómo no adorarle? ¿Qué te manera serle indiferente ahora que le
sonreía en vez de apuñarle?
- ¿Puedo hacerte una pregunta, Emma? – consideró que ya
estaba bien de hablar sobre ella – Es un tanto personal
- Claro! – Emma sonrió y llevó sus manos a la copa que
descansaba en frente. Irremediablemente se tensaba entera y no por tener que
responder si no por tener que mentir para no romper este pequeño tiempo de
paz
- Hoy… – se reclinó un poco sobre la mesa como quien está
por contar un jugoso secreto – Cuando fui al estudio de composición musical, a
firmar los contratos, me encontré con la directora y preguntó por ti… Jajaja –
Dio un pequeño golpe en el hombro de Emma
- Ah… – Emma solo se encogió de hombros al no hallar nada
fuera de lo común en aquel comentario – Supongo que le dejaste saludos de mi
parte
- No, no, no!!! – La morena negó con sus manos, Emma no
estaba entendiendo – “Preguntó por ti” – puso énfasis en su entonación y le
señaló
- Jajaja… Eso ya me lo dijiste Jennifer
- Mira Bonita!!! – Despegó un poco su cuerpo de la silla
para sacar un papel de su bolsillo trasero – Me ha dado esto para “ti” y de
seguro tiene su número telefónico personal – Y se lo entregó
- Esta bien… – Emma habló con los ojos pegados en aquel
“Llámame” que estaba escrito en la tarjeta – gracias… – y terminó por dejarla abandonada
a un lado
- Sabes? – recargó
las copas, algunos temas eran más difíciles que otros de sobrellevar pero Emma
realmente le caía bien y solo por eso haría un esfuerzo – Recordé lo que me
contaste “aquella vez”…sobre una profesora de composición musical que te educó
sexualmente
-Jajaja… Es ella!!! – Apuró la copa casi hasta la mitad y
Jenny solo le sonrió a ese nerviosismo que no sabía si nacía de la incomodidad
que le provocaba hablar sobre aquella mujer o hablar con ella sobre aquella
mujer
- Es guapa… y joven! – prefirió guardarse sus otras apreciaciones
personales – No sé porque le había imaginado con algunos años más… Tiene un
gran cuerpo
- Es casada – obvio todas aquellas insinuaciones – Su
marido maneja las finanzas de su empresa
- ¿Y??? – se encogió de hombros dejando en claro que lo estaba
oyendo le sonaba a excusa – Eso no le quita el talento, ni belleza, ni
lesbianismo… Tú le gustas, he visto cómo te mira
- No es mi estilo… – Escondió la mirada decepcionada.
Jenny, al igual que todos, solo le alentaba a olvidar o a continuar, todos le
aconsejaban mucho y nadie respetaba sus decisiones. Podía jurar que de eso se
trataban estos momentos pseudo amistosos, de la misma manera que le había
enseñado a adorarle ahora quería darle una mano con “superar” su condición de
chica enamorada y encima desilusionada –
Hablemos de otra cosa, hablemos de la charla que daremos… – Intentó no
enfurecerse con lo insultante que le resultaba que la persona que quería le
apuntara con el dedo la persona con la cual debía acostarse
- Sólo estoy diciendo que deberías llamarle – Insistió
amistosamente – Tomar algo con ella… pasar un rato agradable. No hay nada malo
en eso, Emma… – Y apoyó su mano, de manera confianzuda, en el antebrazo de
Emma
- Creo que lo mejor será que te vayas – Sin levantar la
voz, sin quitarse aquella mano y con todo el respeto del mundo habló.Y lamenta
mucho arruinar esta pequeña fiesta que tenían en su cocina pero estaba a punto
de perder su paciencia – por favor… – y rogó porque frenase
- Sí… será lo mejor – se calzó los zapatos e introdujo
sus pertenencias en su cartera. Quizás se había pasado un poco en sus
propensiones pero desde que sabía sobre los antidepresivos que Emma consumía
hacía de todo por acercarse a ella, por verle sonreír y por lo visto esta no
había sido una de sus mejores ideas – Lo siento, solo intento ayudarte... Emma
– tomó su mano para conseguir que le mirase – Te veo rendida y sé lo que se
siente cuando todo lo que haces no alcanza… Todo pierde su gracia…
- Lo agradezco – parpadeó lentamente sabiendo que cualquier
cosa que dijera sería poco, absurdo y cruento. Cerró los ojos cuando sintió la
tibieza de su mano en su mejilla y el posterior beso en la corilla de su cabeza.
Como todo buen infeliz estaba llena de sombras, en
soledad y deseosa por cambiar algunas reglas del juego. Una vez más, le dejaba
escapar como si nada, le regalaba inocencia al quedarse callada y quizás había
comprendido que no era nada sin ella, que se esforzaba porque todo estuviera en
su sitio como ayer así jamás notaba que debía volver. Venía cuando le
extrañaba, saqueaba lo poco le quedaba y al final solo había un “no” mientras
los espejismos que rompían en mil pedazos. Y sus infiernos ardían cundo sentía
que no era suficiente, cuando después de una alegría el cuerpo reclamaba su
calor y cuando se veía acostumbrada y dependiente de lo que no debía… Barrió todo
lo que estaba sobre la mesa con el brazo, el estruendo y los estropicios dieron
igual, nada de lo que se derramaba ahogaría más que la falta de aire. Sin
pensar, con toda la impotencia y maldiciendo todo el amor que Jennifer se había
llevado golpeó con todas sus fuerzas el puño contra la madera
- Mierda… – Dijo con un hilo de voz, cayó de rodillas al
suelo y supo que se había roto algo, más por la incapacidad para mover sus
dedos que por el dolor que sentía – Perfecto Emma!!!
- ¿Cuándo te lo hiciste??? – Sin quitar la vista de su
trabajo intentó hablar un poco con ella. Emma no era un buen paciente, ni mucho
menos uno comunicativo, pero el último tiempo estaba mucho más inflexible de lo
usual. Llevaba una hora junto a él y no había soltado una solo palabra
- Anoche…
- ¿Y vienes durante el almuerzo??? – No pudo evitar la
reprimenda, primero era persona, después su hermano y por ultimo su médico –
¿Qué mierda pasa contigo Emma??? Mira cómo demonios tienes la mano!!! Eres
violinista!!! Definitivamente esta es la mejor idea que has tenido hermana!!! –
terminó con una buena cuota de contrariedad en los labios y en la mirada
- Shhh… Baja la voz que estamos en un hospital… –
farfulló, pues aquellas finas paredes no retendrían semejantes gritos – Estaba
ocupada por eso no vine antes…
- ¿Estabas ocupada??? – preguntó incrédulo y ganando más
enojo – Esto duele como la puta madre!!! Dime como mierda hiciste para trabajar!!!
- Con la mano derecha Norbert – respondió con tono
cansino – ¡Deja de preguntar idioteces!
- ¿Qué es lo que está pasando? – exigió un respuesta
inmediata. Y más le convenía a Emma que hablara lo tendría que hacer aquello
que su hermana destetaba. Derivarle al psiquiatra – ¿Qué pasa Emma?
- Nada… – sonrió intentando tranquilizarle – Solo fue una
noche complicada – y usó ese tono dulce que convencía hasta al más desconfiado
de todos – No se volverá a repetir
- Estás emocionalmente inestable – El yeso ya estaba
listo así que apartó sus materiales de trabajo – Lo que me dices ahora no vale
para dentro de una hora y temo porque quieras infligirte algún daño… obviamente
“más” – señaló el yeso
- Pues dame el número de atención al suicida – propuso
irónica – me comunicaré con ellos de inmediato
- JA - JA hermanita pero antes de que llegues a eso te
tendré con chaleco de fuerza – no le gustaba nada la idea, ni siquiera amenazar
con aquello pero era lo que era – Soy tu médico de cabecera y nadie objetará mi
orden de internación…
- No estoy loca! – le agarró por la solapa de su bata,
quizás con un poco de brusquedad dado a que los ojos de su hermano estaban
abiertos de par en par – Sabes que no estoy loca…
- Lo sé! – miró el agarré y Emma lo comprendió, le estaba
dando todos los indicios de que “sí” estaba mal de la cabeza así que lo soltó
de a poco – Te creo…
- No es mi culpa… – se puso de pie y agarró su chaqueta
anunciando su retirada – Es que a veces se me olvida que no soy una persona
“normal”
- Emma??? – le llamó para recordarle algo que también
olvidaba muy a menudo además de alimentarse – Mamá hizo un esfuerzo descomunal
para que tuvieses una vida “normal” – sabía que le estaba dando un golpe bien
bajo pero algunas cosas se aprendían así, a los “golpes” – Quizás puedas
reconsiderar algunas cosas antes de golpear algo, ya sabes, por ella…
- Lo pensaré… – Y sin perder la rigidez que le
caracterizaba, le dio una vuelta de cara a las palabras de su hermano
- Jefa… – Lara tocó su espalda para llamar su atención, la
música estaba un poco alta y en la mesa estaban hablando a los gritos – Me voy!
- Nos vamos juntas… – Emma puso de pie y buscó con su
vista su bolso – ¿Puedes llevarme a casa??? – preguntó con una sonrisa
- Nooo! – Y la sonrisa de Emma se apagó al instante – No
puedo! Pero no es porque no quiera, quiero pero no puedo, ehhh… es… es… es – y
la mirada intensa de Emma no le dejaba pensar con claridad su mentira – yo… yo…
- ¿Has conseguido compañía? – susurró en confidencia para
que sus acompañantes no escuchasen – ¿Es por eso que no puedes llevarme? – Y ya
por su cabeza rondaba la idea de comprarse un coche
- Sí, sí – dijo con una sonrisa radiante y poniéndose en
una actitud de niña coqueta rompe corazones – Un chico muy guapo Jefa… Me está
esperando afuera – señaló la salida
- Entiendo! – Emma le palmeó alegremente el hombro, le
parecía perfecto que su ayudante y mano derecha fuera un adolescente común en
algún punto – No quiero entrometerme pero si tienes relaciones sexuales utiliza
protección por favor
- Claro! – Y tal vez fue la primera vez que se ruborizaba
en frente de Emma – Sé lo que debo a hacer!!!
- Claro que sí!!! – Emma le pellizcó la mejilla –
Diviértete
- Tu también y no se emborrache que la noche recién
comienza… JajajaNos vemos chicos!!! – Saludó con su mano a todo el grupo de
trabajo
- Bueno, Jefa, como le decía… – aquel ingeniero mecánico
retomó la conversación apenas Emma apoyó su trasero en la silla – No creo que
los “agujeros negros” sirvan como portales del tiempo, tienen tanta gravedad
que todo lo que entra no sale y en la singularidad de uno la leyes de la Física
dejan de existir… Veo casi imposible el transporte de partículas a través de
ellos
- Bueno quizás ese sea tu error… El tiempo es una unidad
de medida no una ley física – Los presentes rieron con el comentario, de a
ratos parecía que la Jefa se burlaba descaradamente de aquellas teorías que el
mecánico quería discutir. Emma vio como la expresión del joven cambió
radicalmente y no le culpaba, en el ambiente predominaban los hombres
“inteligentes y excéntricos” y todos usaban corbata de moño –No te lo tomes a
mal… Los mecánicos clásicos y relativistas están en una guerra constante por el
presente, la relatividad general no se corresponde con la física cuánticay
desde el Big Bang crece la entropía de este universo en expansión… ¿Pero el
tiempo realmente existe? ¿Cuál es su dirección? Apunta hacia el futuro pero las
leyes físicas que conocemos son aplicables para un tiempo en dirección
contraria. Entonces, cuando sepamos si el tiempo es real o no, lo próximo a
saber es si tenemos un futuro abierto o no y en futuro abierto, las leyes que
creemos “fijas” pueden cambiar parcial o completamente.Es complicado – dijo al
ver la cara de extravío que tenía el muchacho – y muy lejano del “Delorean” que
usaban como máquina del tiempo en la película – Salió por la tangente no
dispuesta a discutir con un estudiante que no tenía la mente a la altura de lo
que salía por su boca
- O de la tostadora de Homero Simpson – Acotó alguien
-¿Qué me dices de la máquina de Herbert George Wells? Un
clásico… Jajaja
- Los viajes en el tiempo no serían el problema… Creo que
no estamos preparados psíquicamente para
las “paradojas” que se generarían – A Emma le llamó la atención el comentario
de corte filosófico y observó a la muchacha que estaba a su lado expresando su
opinión –Ya plantearse la existencia del
tiempo es algo “espeluznante” y descubrir que no existe nos “desordenaría”
bastante… A mí personalmente me haría llegar a tarde a todos lados – Le
devolvió media sonrisa a las carcajadas de sus compañeros – Pero poder cambiar el curso de la cosas y generar
universos paralelos y no tener asegurada ni la propia existencia… es más de lo que la mente puede
comprender…
- Totalmente de acuerdo Srta.… – Y quedó con su boca
entreabierta y haciendo esfuerzo por recordar su nombre, o su equivalente en el
trabajo, su profesión…
- Sarah – Con una gran sonrisa, y tendiendo la mano a
modo de saludo,se encogió de hombros pasando por alto el hecho de que su jefa
no tenía ni la pálida idea de quien era – soy la física nuclear, bueno,
estudiante todavía… Soy el reemplazo del muchacho que se quemó hasta las
pestañas por no cumplir las reglas de seguridad del laboratorio
- Ah! Sí, sí… Encantada – apretó cordialmente – Soy… –
rápidamente se mordió la lengua, ella ya salía quien era – La jefa, claro… –
Señaló su cabeza con su dedo – Dime Emma, por favor
- Imposible si la única vez que me habló me dijo “Niña
esto no es una escuela de modelos, recoge tu cabello, quítate los accesorios y
recorta tus uñas”… jajaja Todavía tiemblo que miedo… – Una carcajada uniforme
se le escapó al recordar su primer día de trabajo
- Oh… lo siento – Emma se ruborizó entera al saber que le
había tratado tan acremente y de a poco todo regresaba a su memoria – Debes
pensar que soy un ogro…
- Me debes un trago por el susto – dijo a modo de chiste
– No, no, no… en realidad… – negó mientras sonreía – cuando supe lo del
accidente comprendí su actitud… ser jefe conlleva una gran carga y yo no estaba
con la vestimenta adecuada, es más, mi ropa era de lo más “inflamable”… Quizás
le interese saber que soy creyente de que las primeras impresiones cuentan y
más en una entrevista de trabajo
- Obviamente no sabías que comenzarías a trabajar de
inmediato, no? – Acomodó su taburete para poder mirarle sin exigirle demasiado
a su cuello
- No… – Le vio bajar la mirada, quizás esquivando la
suya, y remover con el sorbete los hielos del vaso
- Comprendo y lo siento – Entendió que intimidaba aquella
joven y eso era algo que se le había pasado por alto a la psiquiatra de la
empresa a la hora que proponer estas reuniones fuera del ámbito laboral para
fortalecer los lazos de su equipo. Pero de todos los presentes, Sarah, era la
única que no intentaba entrevistarle, no le halagaba, ni le atiborraba a
preguntas académicas – Una copa más??? – No supo bien porque lo hizo, quizás
porque tenía el “sí” asegurado, quizás por aquella sonrisa sincera o
simplemente era que estaba tan cansada que ni pensar quería
- De acuerdo… – Respondió con media sonrisa y
permitiéndole a Emma ver lo negro del color de sus ojos
Nada de conciencia y nada que fingir… totalmente
desinhibida por la urgencia, encantada y aturdida por lo rápido de la conexión,
esa mezcla de inocencia e insolencia le había hipnotizado y como no era más
persona se había dejado engañar por esa belleza exótica que prometía quitarle
hasta el entendimiento. Suavemente, y medio de una charla que le resultó de lo
más interesante, aquella niña le había abrumado con todo aquello que a ella le
faltaba: vida, alegría, astucia y sinceridad. La quería en su cama y allí la
tendría, al fin y acabo, el cuerpo ajeno estaba temblando por lo mismo
Profundizó aquel beso olvidando que poco sabía de
arrancar ropas y de incitar al sexo, para mañana quedaron los detalles que se
estaba saltando y lo único que deseaba era no entrar esta noche sola a su casa.
Quizás equivocada, acelerando demasiado y solo viviendo una aventura, mordió
aquellos labios dulces y el sumiso quejido le hizo fantasear con todo lo que
podía provocar… Tenía piel de sobra, caricias en reserva y aquel consejo que
retumbaba en su cabeza desde hacía días… y como después de esto no había nada,
no sintió el miedo de lo que podía pasar
Logró sentarle encima de ella y robarle algo de
pasividad… y aquellas manos le mostraron que eran delicadas, vírgenes y
temerosas, que practicaban un tacto indeciso y emocional capaz de darle placer.
Besó su cuello con sutileza, pues ya había descubierto lo acelerado de los
latidos de su corazón, y sin despegar sus labios de su piel introdujo su mano
debajo de su blusa y le apretó contra ella. Quiso sentirse de ella, bien
abrigada por su calor y por el perfume fantástico que emanaba, quería que todo
aquello que estaba apagado se encendiera y a besos convencerle o conversarse de
que ella era lo que necesitaba.
- Espera… – y saboreando la boca de su jefa, habló entre
besos – Espera, espera… Nunca hice esto – con una exhalación dejó caer el peso
de su cuerpo sobre Emma y escondió su cabeza entre el cuello y el hombro
mientras se abrazaba a ella – No, con una mujer…
- Oye… – Emma intentó contener un poco su excitación y su
respiración – No tenemos que hacer nada que no quieras – la tomó de su
mandíbula para que la mirase, también quería ver el extraño brillo en sus ojos
de ébano y la contracción pidiendo a gritos que le desnudase – Podemos seguir
con la charla…
- Podemos… – Y sin pensar mucho volvió a besarle, la Dra.
era poseedora de toda esta falta de juicio repentina. Ahora solo soñaba con
aquellos labios olvidando la sexualidad, su novio de la universidad y que debía
llamar a casa para avisar que no iría a dormir, más bien, llamar a casa para
mentir que se quedaría a dormir en lo de una amiga – Vamos adentro… – propuso
cuando lo prohibido aumentó su lívido al máximo !y allá sus padres y sus
responsabilidades de hija!!! Lo que estaba sintiendo no tenía precedentes
reales, lo único real aquí era que la Dra. estaba bien lejos del hielo que
creía que era – Bésame… – Y no lo sabía pero le había dado una orden rigurosa
al mejor de los soldados
Salieron del coche devorándose la boca, Emma llaves en
mano y preparada para abrirle la puerta a esta nueva locura. Las paradas eran
obligatorias entre no poder separarse y querer descubrir de a poco la piel,
desnudaban de a poco el alma y como provocación un beso, como castigo alguna
leve mordida y como alivio un roce certero que provocaba alguna incoherencia. Y
de la mano le llevaba a su mundo, le invitaba a apuntarse en la corta lista de
los cuerpos que realmente había deseado y si atrasaba un poco la llegada de la
mañana le haría una propuesta… Le apoyó contra la puerta de entrada y le sonrió
tiernamente a esa boca deseosa, acarició el leve rubor de sus mejillas y le
correspondió a la mirada profunda
- ¿Segura? – susurró antes de besar lo blanco nieve de su
cuello e introducir la llave en la cerradura
- Sí… – respondió toda temblorosa
Y no le negó a su cuerpo aquello que le estaba exigiendo…
Desató el instinto, despertó la pasión y se arriesgó a darle lo mejor que
poseía… le acorraló apoyando su mano y antebrazo enyesados, y poco útiles para
la tarea, contra la puerta y con su derecha subió en una caricia por el
sensible muslo levantado de a poco la falda. La respiración sofocada golpeó
contra su oído, esa pequeña tempestad removió cada átomo de su simple existir y
de pronto estaba muriendo por ser parte de su piel. Le besó con pasión mientras
de la manera más impúdica apretaba sus nalgas y provocaba un roce de sus pubis
- Oh… – mitad súplica, mitad gozo y el mejor de los
estímulos para avanzar guiándose solo por el deseo – Dra. Müller… – Y la llave giró a gran velocidad, aquel
“Dra.” había sonado de lo más sexy y provocador
A oscuras se adentraron, lo primero que hizo fue quitarle
la blusa aquella docilidad de persona que solo se aferraba con fuerzas a su
cuello, por el momento, y la costumbre y el apetito le llevaron a apoyarle
contra la pared y desde su boca comenzó a bajar por su cuello. La excitación le
estaba desbordando y apretó aquellos pechos provocando un gemido que le hizo
perder la cabeza y abandonando sus planes iniciales se colocó de rodillas y
desde la cara interna del muslo besó en dirección ascendente hasta encontrar la
tela. Una mano en su cabeza le indicó que la niña estaba rendida a sus deseos
- Vamos a mi cuarto… – Susurró a su oído, entre algunos
tropiezos y anclada a esa boca, tanteó la pared en busca de algún interruptor
con toda la intención de observar el cuerpo, que al tacto ya lo sentía hermoso.
Y Sarah hizo su primera gran y atrevida movida al llevar las manos al culo de
su jefa
- Sorpresaaaa!!!!! – sonaron las alegres las cornetas y
los silbatos… Y lo que le siguió fue el estallido de una copa contra el suelo
-Hija!!!
- Joder… Emma!!!
- Jefa!!!
- Woo!!!
- Es lesbiana???
- Hermana!!!
- Oh por dios!!!
- Mierda!!!
- Mierda… – Emma no quiso ni mirar que mierda era lo que
estaba ocurriendo a sus espaldas. Suficiente imaginaba con aquellas expresiones
y se maldijo y maldijo a todo lo que existía en este puto mundo y que parecía
estar siempre en su contra y maldijo a su madre y a su intromisión, que tenía
un detector para aguar sus noches de pasión…
Y solo atinó a despegarse de aquel cuerpo pero
irremediablemente y sin cara para plantarle a esta situación, Sarah, se abrazó
fuertemente a ella. Suspiró profundo, cerró sus ojos mientras le abrazaba y
comenzó a oír como los demás soltaban el aire… Era una sorpresa para todos y
como pudo recompuso la ropa de su más nueva e insatisfecha amante… localizó con
su vista la blusa en el piso y de inmediato, y casi cargando con Sarah, comenzó
a retroceder.
- Lo siento… He olvidado que es mi cumpleaños – susurró
al iodo de Sarah – Lo siento mucho… Sarah…
- Esta es tu fiesta sorpresa??? Qué vergüenza por dios!!!
- Lo siento…
Todos estaban con sus ojos y sus bocas abiertas de par en
par… pero la primera en reaccionar fue Anne y el blanco que tomó su mirada fue
la morena. Una Jennifer que estaba como ida y con la mano en la pose de
sostener una copa que estaba hecha añicos en el piso y la madre de Emma sintió
lástima por ella, se le notaba en la mirada que no esa copa no era lo único que
se había roto. ¿Pero qué era lo que esperaba a cambio? Ella había traído, al
cumpleaños de su ex, a ese muchacho que le sostenía por la cintura. Era hora
que aceptar, de una vez, que no todo se podía en esta vida y que los amores se
acababan y que las pertenencias eran momentáneas… Solo deseó que tuviera el
valor para no fallarle más a quien realmente amaba… fuera quien fuera
- Querida… – se acercó a ella con una gran sonrisa –
Menos mal que no tenía yo una copa en la mano porque me la tiraba encima
- Jajaja – Anne provocó una risa nerviosa en todos los
presentes. Menos en ella y lo no estaba esperando así que se agachó a recoger
los cristales
- Lo siento… – fue lo primero que Jenny le dijo a Anne,
cuando despertó y pudo agacharse a recoger ella sus estropicios – Yo lo hago…
- Yo tambiénlo siento querida…– Intentó transmitirle con
la mirada un poco de empatía y también a una advertencia, esto se trataba de su
hija y era su cumpleaños y solo quería que lo pasara bien con las personas
importantes de su vida, y ella asumía que Jennifer era una de esas personas por
eso mismo le había invitado. Y cuando le llegó la afirmación de la morena
volvió a sonreír, se estaban entendiendo…
- Bueno… – Emma y su compañera estaban frente a todos,
algo ruborizadas pero bien firmes, no de la mano pero codo a codo y sosteniendo
la mirada. Emma librando batalla con alguien en particular y el murmullo se
silenció, los que eran sabedores lo entendieron como la “venganza letal” y de
Emma no se podía esperar algo de menor calibre. La muchacha era un modelo más
joven, le igualaba en belleza y en elegancia – Lo siento…
Si hablaba para ella o para todos
daba igual y cuando uno sabe que “lo merece” suele sonreír y simular que todo
le era indiferente pero ella no pudo… solo se quedó observando aquella “niña”
que acompañaba a Emma y recordó los gemidos que se habían escuchado antes de
que la luz se encendiera ¿A cuál de las dos le habían interrumpido el polvo?
¿Esto era un polvo o algo más? ¿Esto era un ojo por ojo? Y miró a Emma y no se
sentía decepcionada de ella. No, no… sentía que verdaderamente le estaba
perdiendo y que no estaba preparada para ello… Ahora que estaban iguales o que
al menos eso creía… sonrió casi sin rencor
wuaooooo genial me encanto este capitulo,, bien por emma para que se aclare la jenny y sienta lo mal que emma esta con respecto a sus "polvos"
ResponderEliminarmemo eres lo mejor que hay en este planeta sigue asi y hasta el proximo capitulo
saludos
atte
milimont
EXCELENTE AJJAJAJAJAJAJAJ que risa por Dios..estuvo genial este capitulo...uno debe primero mirar antes no sea qu se encuentre este tipo de sorpresas en la casa LOLOLOL
ResponderEliminarMe gusta mucho esta historia es bien construido ... Al final espero que nuestros dos chicas son capaces de entender ... pero creo que el camino aún está lleno de sorpresas ...
ResponderEliminarfue un capítulo muy divertido ... espero que jenny finalmente hacer algo al respecto de Emma...esperero para el siguiente capítulo...sorry but my spanish is not so good :) i really love your story, hope that next one will be soon :)
ResponderEliminarmemo espero que te encuentres bien, pero quiero saber cuando tendremos la cuantinuacion???...porque ya se extraña mucho tu linda historia
ResponderEliminarun abrazo, kyka
MEMO QUE TE PASO ESTAS BIEN ESO ESPERO LA VERDAD Y POR FA.. DANOS SEÑALES
ResponderEliminarMILIMONT
7 meses han pasado desde el ultimo capitulo, no soporto mas la espera, por favor alguien que conozca a memo que nos informe que paso por que ya no siguio con esta maravillosa historia
ResponderEliminarmemo por favor avisanos si seguira o este fue el final
milymont
Tu historia me fascina aunque tarde 3 días leyéndola valió hasta el ultimo segundo de tiempo invertido, quisiera saber si la continuarás? Seria una pena que se quede hasta ese punto
ResponderEliminarhey nena , que no vas a continuar la hsitoria , esta super, ya ha pasado mas de un año , que pasa vamos tan siquiera , una notita o algo ,¿ si? por fa
ResponderEliminarEs una lastima que no hayas continuado con esta excelente historia.... Si en algun momento vuelve la inspiracion sigue porfa no nos dejes sin final cual sea
ResponderEliminaraun entro a la página con esperanzas de encontrar un nuevo capitulo, solo espero memo que estes bien, un abrazo gigante.
ResponderEliminarFran
Qué lástima, me encantó la historia y me hubiera gustado leer el final. No podría haber una segunda parte aunque sea de otra escritora? En serio que necesito ese buen final para el descanso de mi alma😖
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSaludos!!! Ya casi ocho años esperando la continuación de esta fantástica historia... Alguien sabe algo de la autora??
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