- Esto está peor… cada vez sale más agua– Frederick les
comunicó con mala cara – Caño de mierda!!!
- Cierra la llave de paso – Emma le aconsejó – Estamos
desperdiciando mucha agua
- Puf… Lo que faltaba!!! – Bodo mostró su frustración
pateando de mala gana un trapo mojado que estaba en el piso – ¿Emma podrías
verlo?
- Sí…–Se agachó y comenzó a desmontar las puertas del
mueble del fregadero y los tres machos de la casa se quedaron inspeccionando
tal cual ingenieros
- Míralo Emma… no lo destruyas Jajaja – Ben no podía
creer lo que estaba viendo, no había pasado ni dos minutos y Emma solo había
dejado el armazón del mueble – Después tendremos que pagarlo por nuevo
- ¿Puedes hacer esto? – Frederick preguntó con mucho cuidado
y respeto – No necesitas un poco de ayuda???
- Pues no… – salió de debajo del mueble, miró a Bodo y
movió un poco su cabeza – Debo romper la pared para poder mirarlo. Una maza y
un cincel y después de esto pasamos a trabajar la cantera – Bromeó
- Que graciosa! Sé lo mucho que te gusta trabajar pero
no! – Negó con sus manos – No romperemos nada y mucho menos una pared
- Sin agua no podemos estar – Ben acotó – A mí me pica el
cuerpo si no me ducho – y rascó su cabeza somatizando con anterioridad la falta
de higiene. Y en eso estaban cuando se escucharon golpes en la puerta de
entrada – Voy yo…
- ¿Emma, no hay forma de solucionarlo sin romper la
pared? – Inspeccionó un poco el asunto – Quizás haya algo atorado en la tubería…
y solo necesita que la limpien podríamos
- Bodo el agua brota de la pared – señaló con sus manos,
era lo que era – Estamos en el medio de la nada ¿Sabes cuántos años tendrán
esos caños?
- 40 años Srta. – El casero respondió a su pregunta –Nunca
han sido cambiados – Y pasó a mirar la inundación que había en la cocina – Y
esto no sé ve bien… – Negó con su cabeza – ¿Que ha pasado?
- Estábamos en un paseo y cuando llegamos aquí nos
encontramos con este nuevo río – Bodo le explicó
- Entiendo… la cañería es vieja pero no me imaginé que
esto podía pasar
- Nos gustaría descubrir el caño – Emma se dirigió a él –
quizás podamos hacer un parche provisorio o algo… Realmente necesitamos el agua
- Ya… ahora todos estamos en la misma situación… Se
perdió mucha agua – señaló el desperdicio – Acabo de ver los tanques y están
casi vacíos
- ¿Qué demonios pasa con el agua? – apareció en escena la
morena nuevamente solo cubierta con una toalla, su cabello con rastros de
shampoo y algunas gotas resbalando por su piel. Aquel viejo quedó duro como una
piedra y con los pegados en su anatomía– Primero se puso helada y después no
salió más ¿Qué pasó?
- ¿Amor, estabas tomando una ducha? – Jenny no le
respondió a semejante obviedad
- Jajaja No hay agua Jenny – Ben se partía de la risa
- ¿Qué dices? – y se fue al fregadero a querer abrir la
grifo para comprobarlo y nada. Y se percató de desastre que era la cocina –
¿Cuándo podré terminar de ducharme? – directamente le habló a Emma, si había
alguien presente que supiera hacer de todo esa era ella – ¿o también tienes
pensado dejarlo a medias? – y ya que estaba pasó factura
- No… No… no lo sé – dio un pasa atrás esta Jenny le
aterrorizaba
- Jenny… – Su novio le pidió que lo dejara, que la
tubería estuviera rota no era culpa de Emma
- Perfecto Emma!!! – dijo sarcástica – Voy a ducharme a la casa del lado
- No puede Srta. – Aquel Sr. la detuvo – Debemos cuidar
el agua…
- Y yo debo enjuagarme… Estoy llena de jabón – se señaló
– Quedaré embalsamada si no me lo quito – El comentario hizo sonreír a
Emma
- Lo veo Srta. – miró de pies a cabeza su cuerpo y jabón
que por él resbalaba – Pero no puede gastar agua, mañana no tendremos para las
necesidades básicas, lo lamento
- Ahhh!!! Mierda!!! Esto solo me pasa a mí… Odio este
lugar!!! – y tal como había llegado volvió a irse
- No le haga caso… solo es una niña enrabietada – Bodo
minimizó el asunto – A la cual nunca le dieron una buena nalgada
- Miren chicos… Mañana pediré otro camión cisterna y
llegará pasado mañana
- Eso es mucho tiempo!!! – Ben gritó de pronto y volvió a
rascarse la cabeza – Esto será una mugre!!! Moriremos mugrientos y no quiero
morir así… Merezco más!
- Por dios no seas tan pendejo!!! – Bodo le miró
reprochando
- Lo siento pero no puedo hacer nada más – estaba por
retirarse pero frenó – Oigan ¿Uds. pueden arreglar eso antes de pasado mañana?
- Eh… – Bodo dirigió su mirada a Emma y esperó el
parpadeó que le daba la afirmación. Y claro que sería positivo si Jenny pegaba
dos gritos y Emma temblaba como una hoja – Sí podemos… pero no tenemos
herramientas
- Atrás hay cuarto de herramientas – sacó una llave del
manojo que tenía – creo que tendrán todo y si algo falta me lo comunicany lo
consigo mañana. Se lo descontaré del pago por el alquiler ¿Qué les parece? – y
tendió su mano para cerrar el trato
- Está bien… – Apretó esa mano pero lo importante era que
tendrían agua nuevamente en la casa – Ben comunica a los alumnos al situación
- Presta!!! – Timo arrebató las herramientas de las manos
de Bodo – Picas como una nena… hazte a un lado
- Eh! Un poco de respeto niño – Bodo se sintió herido en
su orgullo de macho. Emma miraba desde la distancia y lo lamentaba por Bodo
pero Timo estaba en lo cierto, un par de mazazos de aquel niño y ya tenía un
buen trozo de pared en el suelo, esos músculos en sus brazos servían de algo –
Son las hormonas, a su edad, te sientes bien fortachón… Jajaja – Y comenzó a
las carcajadas con los de más muchachos
- Ja! No son las hormonas, mi abuelo era constructor y
algo aprendí de él… Creo que esto está profesora. Compruebe que Bodo es un
endeble…
- A ver… pásame un paño por favor – Se tomó su buen
tiempo evaluando lo que podía hacer con aquello. Las opciones fáciles y rápidas
desaparecieron al notar con el tacto una rasgadura que tenía un tamaño
considerable – Jennifer ¿Puedes abrir la llave de paso? Está a unos 60 cm a tu
derecha y es la de color negro… gira en sentido anti horario de a poco por
favor…
- De acuerdo… – Y sonrió con malicia para sus adentros
sabiendo que haría diabluras y abrió la llave de golpe
- Cierra! Cierra! Cierra! Mierda!– Se golpeó la cabeza
contra el mármol por querer escapar rápidamente al agua – Ooooh! – sacudió la
cabeza intentando aplacar el vértigo y no lo consiguió y sus manos se clavaron
en el suelo para evitar caer de boca
- Emma ¡Qué golpe más zonzo! – Bodose acercó rápidamente
a ella y le tendió la mano ayudándola a incorporarse. Jenny se quedó con la
boca abierta y preocupada porque Emma no lucía bien
- Emma… – La culpa la invadió solo pretendía mojarla un
poco no que se rompiera la cabeza
- ¿Que tienes ahí amor? – Frederick como siempre tan
oportuno le interrumpió
- ¿Ahí, dónde? – Vio que él observaba algo con
detenimiento en su cuerpo
- En tu cuello… parece – La mano de la morena al instante
cubrió la zona, y se rascó intentando que aquel mordisco cambiara de forma y Frederick
no descubriera lo que realmente era – parece…
- Quita la mano amor que no puedo ver bien – y él mismo
sostuvo las muñecas de la morena
- Es que pica – Fue la primera mentira que vino a su
cabeza – Mucho!!!
- ¿Qué forma tan interesante de hablar Emma? Jajaja – Ben
susurró para que su comentario quedara entre él, Bodo y Emma – ¿No quieres
charlar conmigo? – Emma miró con su mejor cara de desagrado a los dos payasos
se estaban descociéndose de la risa
- Ay, ay, ay… Como les gusta correr peligro a los amantesJajaja
– Bodo la palmeó felicitándole
- Shh! Shh! –Pidió prudencia que el muchacho estaba a
unos pasos más allá– Timo¿Sabes soldar? – salió con otro tema
- No profesora
- ¿Quieres aprender? – ofreció amablemente
- Claro! – respondió entusiasmado
- Mañana harás el trabajo conmigo – Acostumbrada a Lara y
a sus comentarios descabellados vio en Timo su equivalente masculino – Voy a
cambiarme… disculpen – Al fin de cuentas había quedado hecha sopa
- ¿Estás preparado para pelear? – Ben levantó los puños
cerrados y le envió algunos golpes de prueba a Bodo – Yo sí…
- ¿Por qué pelearíamos? – Esquivó bastante bien los
golpes y terminó trabando su brazo, Ben peleaba malísimamente mal de esa manera
el “retro” le había partido la cara
- Las chicas no están siendo cuidadosas – señaló con la
mirada a Frederick que seguía hablando e inspeccionando el cuello de la morena
– Y ese tipo es un entrometido… “Una combinación letal” Entrenemos – Y volvió a
esos movimientos de boxeador antes del K.O
- Ven!!! – lo sacó hacia al patio para poder hablar mejor
– ¿tú crees que este tipo perderá la cabeza si lo descubre?
- ¿A ti te gustaría que tu novia te engañe con una mujer?
– le llegó la negación – A mí tampoco. Y cuando lo descubres no culpas a tu
hermosa e inocente novia sino a la tercera en discordia ¡Debemos prepararnos
para defender a Emma!
- Ben… – Le miró y recordó todas las veces que había
menospreciado sus opiniones. Y ahora se la jugaba por las chicas y pensó que
realmente le habían dejado algo más que una “moreleja”. Quizás él veía en ellas
su pasado y él sabía bien como era perder a lo que más se quiere. Y los demás
solo estábamos para decir que pasaría, que el dolor era transitorio y que con
el tiempo se encontraba una salida pero a Ben jamás le escuchó decir algo como
aquello. Solo decía que había que luchar por lo que se quería, había aprendido
la lección y de la peor manera –…gracias
- Le he dicho que me ha picado un insecto!!! Y se lo ha
creído!!! – cerró la boca y la puerta de la habitación cuando vio que Emma ni
caso le hizo, estaba en sostén y hurgando dentro de su mochila – Pfff!!! – se
recargó sobre la puerta y le rogó a su inmadurez que dejara de irritar solo por
un instante a Emma. Se quedó mirando sus movimientos…
¿Y ahora en que debía creer? Ella que había perdido cada
uno de sus sueños, ella que ya ni se conformaba con alucinar y que cada vez que
buscaba recordarse mordía fuertemente la dulzura… Era tal su desconexión con la realidad que
ahora no podía desear ser alguien más, alguien mejor… Y de a poco avanzó a hacia
la piel en la cual, supuestamente, residía su amor. Y Emma, que era la persona
más dócil, maleable, dulce y perseveranteque había conocido, no se alejó. Como
todas y cada una de las veces se quedó de pie esperando lo que le tocaba.
Miró su piel y absorbió su perfume y se odió a sí misma
por temblar y por buscar en Emma lo que estaba dentro de ella. Y quería huirle
al dolor pero era imposible… Emma estaba hermosa, intrigante, silenciosa y
respirando de una manera pausada… Si quería profanar, adulterar y maltratar
aquello que más deseaba solo debía rozarle con la tristeza, el sexo y el
egoísmo que portaba en sus manos. Y lo ansiado del dolor le hizo levantar su
mano y dirigirla hacia lo sereno de su pecho que seguía integro a pesar de
todas las puñadas
Emma que no necesitaba más que mirarle para leerle el
pensamiento terminó por levantar su ceja casi burlándose de aquella indecisión
que no era digna de la morena. Y como fustigar no era su fuerte, lo descartó,
aun a sabiendas de que la a fuerza podría doblegarla.Y dejó que se perdiera en
sus laberintos, en ese lugar en el cual
se encontraba con todos los hombres que querían poseerla y en cual escapaba de
ella y sintió tristeza cuando supuestamente debía sentir celos.
No le gustaba ser pesimista pero las cosas no eran
simples esta vez, no sería tan fácil como colocarle un parche a un hueco, como
acercase y decir sonriendo: “Aquí estoy”, como apoyar una mano de alivio sobre
un pecho destrozado. Y quizás era culpable de toda esta desconfianza que
brillaba en los ojos de Jenny pero nada tenía que ver con lo inmundo,
clandestino, mezquinoy contradictorio del lugar en cual les tocaba vivir y esa
mano que debía acariciarle terminó por apuntarle
- Jugaste conmigo… – Intentó pero fracasó. El reproche
subía por su garganta cada vez que pensaba en todo, quedaba atrapada entre el
amor y el odio y la cabeza comenzaba a preguntar cómo era que no lo había visto
antes y recordaba lo enamorada que estaba y volvía a llorar – ¿Por qué? – Se
tomó un momento para tranquilizarse, para intentar no llorar como una niña– lo
sabías todo… ¿Por qué me dejaste seguir adelante? Debiste decírmelo Emma!!! –
terminó por gritar – Debiste frenarme!!!
- ¿Por qué? ¿Por qué debía frenarte si estabas haciendo
lo que querías? – Agachó la cabeza, este era su error, su único error – Estabas
sonriente… parecías… parecías…
- ¿Feliz??? – preguntó con repugnancia –Patético!!! –
Llevó las manos a su cabeza desesperada y le dio la espalda – Hubiera hecho
cualquier cosa para estar bien contigo, si me hubieras pedido los contratos te
lo hubiera dado… – admitió al fin – Y si los quieres te los daré…
- ¿Y reafirmarte que todo esto fue un juego? Solo buscas
una buena excusa para lo que hiciste después – susurró sabiendo que lo había
dicho aumentaría el enojo de Jenny – Y no te la daré!
- ¿Crees que la necesito??? – Jenny le gritó a la cara –
Me basta y sobra con verte sonriente!!!
- Creo que lo que más te duele es que no sufra como tú!!!–
Gritó también perdiendo la paciencia – Y lo siento si no estoy suficientemente
quebrada y hundida para tu gusto… me enseñaron a luchar por sonreír!!! Y lo
agradezco porque si debo meterme cosas en mi nariz cada vez que algo sale mal
estaría muerta… Escucha demonios!!! – la tomó por el brazo porque estaba a
punto de escaparse una más –Quiero estar contigo…pero no me arrastré a tus pies!!!
- Mejor!!! – sonrió con última gota de saña que se
quedaba – Dado a que disfruto más cuando estás de rodillas entre mis piernas,
bonita
- OH por dios Jennifer!!!Deja de cubrirlo todo con sexo…
– dijo con pena
- El sexo era fácily bueno… – se encogió de hombros –
¿Dime que nos queda ahora Emma? – Y solo con la pregunta de rigor había dejado
cerrada la boca de Emma. Como cuando un cristal revienta en mil pedazos, no hay
quien junte las piezas y las ensamble correctamente y era triste pero era real
– Te diré lo que queda… seguir adelante – se acercó un poco a ella, quizás
tenía el corazón destrozado pero no se había convertido en piedra – Y tú que no
necesitas meterte nada en la nariz y puedes sonreír… ¡Sonríe bonita! Y yo haré
lo mío…
- Es que no lo entiendo… – sintió la sequedad en la boca
y la humedad en sus ojos y bajó la mirada – ¿Es qué no puedes perdonarme? ¿Es
qué este tipo realmente te gusta? ¿Es qué estás cansada?... Debes darme una certeza…
yo realmente no sé qué hacer – las manos volvían a estar temblorosas y las
enlazó para no dejar en evidencia sus incapacidades – ¿Qué es lo quieres
Jennifer?
- Él… – señaló vagamente a ningún lugar en particular – Quizás no sea la persona más inteligente, ni moral, ni astuta pero…
- Él… – señaló vagamente a ningún lugar en particular – Quizás no sea la persona más inteligente, ni moral, ni astuta pero…
- Pero puede lo que yo no! – Emma se adelantó – Es
simple… elocuente y curioso... y lo mejor de todo: “Te hace bien” – sonrió
penoso – Te ves bien… Lo entiendo…
- Lo siento Emma – la tomó por el cuello para que la
mirase, para que supiese que se arrepentía de todo lo que le hizo pasar – lo
siento…
- Está bien… – Emma barrió con su pulgar las lágrimas que
caían de los ojos azules – Si está bien para ti está bien para mí – La morena
le abrazó y por primera vez no supo que hacer, pues de pronto sus manos no
tenían cabida en ninguna parte de aquel cuerpo, sintió el apretón y las
sacudidas del cuerpo ajeno, lloraba y una vez más no podía acompañarle. Ni
mejor ni peor, ni siquiera era algo nuevo tener que vivir sin ella y si así estaba
dispuesto que así fuera,hoy por hoy tenía cosas un “poco más importantes” de
cuales preocuparse – Estoy bien! – La separó de su cuerpo y le miró a los ojos
para certificarle que así era y sonrió
- Lo siento… – Pues ella, al contrario de Emma, estaba
tan emocionada que le costaba hasta respirar. Pero intentó responder a la
sonrisa entre el ahogo – Eres admirable! – volvió a acariciar su rostro y a
tocar aquello que era lo mejor que había vivido. No diría la típica frase:
“podemos ser amigas” porque mentiría, tampoco hablaría de lo que sentía porque
la confundiría y optó por decir lo que pensaba cada vez que le veía – Eres un
rayo de sol… lo iluminas todo, bonita… y
cuando no estas comienzan los mareos – sonrió un poco al notar el rubor en las
mejillas de Emma
- Gracias por la subjetividad – Dejó un beso en la palma
de su mano y se apartó, debía colocarse algo en el torso…
- De nada… – le miraba y parecía imposible que dejara que
se escapase así pero era demasiado para ella –Estás más delgada… – La observó
con objetivad mientras se colocaba su blusa… Estaba más bella pero ahora todas
sus opiniones debía guardárselas en el bolsillo. Comenzó a recoger su ropa,
Bodo tenía razón, esta habitación era un desastre…
- Un poco… – respondió vagamente mientras ordenaba sus
pertenencias en su mochila y allí la encontró, no era suya así que debía
devolverla – Jenny?
- ¿Sí? –Verla con un sobre en sus manos no era algo que
esperaba, era su carta, distinguió su letra desde la distancia
- Es tuya… – Estiró su brazo para alcanzársela
- Está dirigida a ti… es tuya – cruzó sus brazos sobre su
pecho en un claro signo de no querer aceptarla – ¿no la has abierto??? –
preguntó sorprendida
- Pues… jamás me la entregaste – miró un poco el sobre
que estaba algo maltrecho –Quedó abandonada en el porche de casa después de que
Amigo mordiera a tu amigo – la apoyó sobre la cama, también dejando en claro
que tampoco la quería – Creo que ahora no tiene sentido leerla… – Salió de la
habitación
La morena se quedó con sus ojos clavados en el sobre y
con el miedo apretando en su garganta ante la idea de abrirlo… y claro que
ahora no sentido… acababa de decirle que “siguiera adelante” y estas palabras
no eran más que una vuelta en un carrusel. Se sentó en la cama y tomó el sobre
debatiéndose que era lo que debía hacer con él. Sintió el mareo, lo empañado de
la visión y estaba llorando nuevamente. Quizás había sido lo civilizado de la
charla, quizás lo hiriente de este sobre sellado, quizás el vacío en el corazón
o quizás la falta de enojo que era lo único que le unía a ella… El abandono de
la fuerza que las atraía le hizo romper la carta en pedazos
Salió al patio con la taza humeante en su mano, miró para
su derecha y se encontró con Ben y Jenny más su nuevo parásito jugando a las
cartas, la izquierda una Emma que estudiaba con fervor un mapa y al frente los
chicos jugando un partido de fútbol y el resto haciendo de hinchada. Como
director agradeció que todos estuvieran a la vista, podría tomar su merienda
sin girar su cabeza cada dos por tres. Se sentó en frente de Emma
- ¿A dónde vamos Marco Polo? – señaló el mapa y después bebió un sorbo
- ¿Vamos? – preguntó con la ceja en alto pero sonriendo
- Vamos! – reafirmó con un movimiento de cabeza – Acabas
de perder el equilibrio en la cocina – le dijo en voz baja para que nadie más
le oyese – Estas loca si crees que irás sola por el medio del bosque… Definitivamente
“Vamos” – sentenció seguro y sin dejar lugar adudas
- De acuerdo… – No le hizo nada de gracia aquello de que
Bodo se convirtiera en su niñera particular pero sería más fácil andar de su
mano que con pelear con él por un poco de intimidad – Esta ruta es la que
quiero hacer… – Acercó el mapa para que mirase el trayecto
- ¿En dónde lo compraste?
- En la tienda del pueblo… lo hicieron unos mineros en
1935 – señaló la fecha sobre el papel
- ¿y que dice el GPS?
- Indica nuestro posicionamiento – constató el aparato –
pero no marca estas rutas…
- Ya… – Bodo no estaba muy convencido con todo esto. Emma
tenía pasión por las aventuras, en realidad, pasión por el conocimiento y si
para obtenerlo debía transgredir sus esquemas, lo hacía. Él, en cambio se
sentía más seguro con lo que conocía – No deben ni existir estas rutas Emma…
- Pues si no verificamos nunca lo sabremos – Hizo a un
lado su café a medio beber y levantó todas las cosas – Vamos? Estamos perdiendo
sol…
- Vamos…
- ¿Dónde van? – Frederick le preguntó a un Ben que estaba
con la vista clavada en las cartas que tenía en su mano, esta partida sería
suya. Jenny estaba en sus cavilaciones y ni había escuchado el comentario
- No sé… – los miró alejarse – Los pantalones de Emma
están geniales… Me encantan esos parches… Son sexys Jajaja – Y le envió un
guiño de ojo disimulado a la morena y esta solo miró sus cartas. Ben notó que
algo estaba mal con su amiga pero no era momento para preguntar
- Jajaja. No están mal pero no son parches son almohadillas – Sacó a Ben de su error
- ¿Qué? Jajaja Lleva unos en las nalgas ¿crees que las
tendrá adoloridas? – Intentó que la preocupación no le robara el humor, lucir
como siempre y entretener a este niñito era lo mejor que podía hacer para
ayudar a la morena
- No, es solo protección – la señaló a la distancia – El
pantalón lleva estas almohadillas en las nalgas y en la rodillas, si debe
arrodillarse o arrastrarse o lo que sea… está protegida, en cambio Bodo no. Es
la vestimenta adecuada para este lugar… Están metiéndose en el bosque??? – Jenny y Ben
de inmediato miraron y los vieron perderse entre lo frondoso de los
arboles
- ¡Que locura! – La morena exclamó horrorizada aquel
bosque le ponía la piel de gallina – Falta que se extravíen…
- Jajaja… No!Llevan un GPS… – Ben descartó la idea
trágica al instante – Además es Emma, de seguro debe estar marcando árboles o
lo que sea para orientarse– le sonrió a Jenny cálidamente
- Disculpen – Se levantó sin esperar a terminar la jugada
– Estoy un poco cansada – dejó un beso en los labios de su novio y una sonrisa
poco convincente para Ben
- Tranquila… – Frederick le siguió con la mirada todo lo
que pudo y Ben reconoció el enamoramiento en la cara de bobo que tenía, igual
no era suficiente como para persuadirle de que él era lo mejor para su amiga –
Es una persona interesante Emma – Habló, ahora que la morena estaba ausente, con
la esperanza de obtener alguna información
- Es una gran persona… – no tuvo ni que pensar, las
palabras salían por si solas – le tengo mucho respeto
- Jenny también – Recordó alguna charla que habían tenido
una de las primera veces que se habían encontrado con Emma – pero…
- ¿Pero? – las alarmas de Ben se encendieron al instante,
quizás el bobo no era tan bobo como pensaba
- No sé… Siempre tiene como una expresión nostálgica para
ella – se tomó un segundo para acomodar un poco sus ideas – Pues me resulta
extraño… así como si hubieran sido muy amigas y ahora estuviesen peleadas
- Pues eso es! – Ben puso todo lo entusiasmo en esa idea,
era más manejable que la de pareja – Tuvieron algunos problemas… jugamos? – y
agarró el mazo y comenzó a mezclar
- ¿Por qué?
- ¿Por qué que? – se hizo el desentendido
- ¿Por qué se pelearon?
- Ah! Pues… – buscó en su cabeza alguna mentira creíble –
¿Por qué se pelean las mujeres? – y nada bueno llegaba a su mente y comenzó a
rogar por dios lo tocase
- ¿Por un hombre??? – hasta ahí dio lo estrecho y
machista de su mentalidad
- Por Bodo – dijo con miedo sabiendo que estaba enredando
las cosas más de la cuenta
- ¿A Jenny le gustaba Bodo??? Eso no me dijo – quedó
pensativo
- No, No, No!!! – negó efusivamente con su cabeza y manos
– A Emma le gusta Bodo – eso era un poco más coherente
- ¿Y por qué Jenny se enojaría por eso? – Ben rodó sus
rodó, este imbécil no paraba de preguntar
- No se enojó por eso sino porque Emma – cerró sus ojos y
que fuera lo que fuera – Eran como como y calzón ¿Jenny y Emma? Y con lo de
Bodo, Emma se alejó mucho de Jenny, ya sabes…
- Si!!! – dijo cayendo en la cuenta – Se olvidó de la
morena y a Jenny que le encanta ser el centro de atención le debe haber sentado
fatal
- Así es muchacho – sonrió un poco más aliviado – Cosas
de mujeres que los hombres ni entendemos… Jajaja – sonrió nervioso – Jugamos?
- Claro!
Trozaba los vegetales como un autómata y no podía evitar
mirar la hora en el reloj cada dos por tres… Habían pasado 4 horas y todavía no
regresaban. La oscuridad de la noche solo alimentaba negativamente aquellas
ideas trágicas que ya tenía en la cabeza… Y nadie decía nada con respecto a la
demora, Ben solo había opinando que lo mejor sería ir adelantando la barbacoa.
Así que aquí estaba, junto a Luzi, Sophie y estos malditos vegetales en su más
sincero rol de ama de casa afligida.
La desesperación era sensación que le tocaba aunque no
quisiera y solo necesitaba el sol que la calmaba… verle y saber que todo estaba
bien con ella y seguir adelante… Buscó encima delrefrigerador sus cigarrillos y
se apoyó en el desmontado fregadero a fumar. Era un punto estratégico desde
allí podía ver tanto la puerta de entrada como la del patio trasero y lo único
que procuró fue no comenzar con sus típicas caminatas neuróticas
- Te has adelantado hermosa…
- ¿Cómo??? – no entendía a lo que se refería, no tenía
cabeza para adivinar, ni ánimo para sonreírle
- Que siempre fumas después de la cena – señaló su
cigarrillo – No estés preocupada por ellos, de seguro que demoran porque no
pueden separase uno del otro… No debes ponerte celosa, Emma pronto estará aquí
para charlar contigo
- ¿Qué dices??? – Jenny pasó de neurótica a estúpida con
aquel comentario
- Que a lo mejor se echaban mucho de menos – le guiñó un
ojo con picardía – y ya sabes que este lugar tiene su encanto ¿Recuerdas lo que
hicimos cuando llegamos? – Besó el cuello de una Jenny que estaba con la boca
abierta de par en par
Quiso preguntarle de donde mierda había sacado aquella
historia descabellada pero la puerta principal se abrió dejando paso a Emma,
que gracias a Dios estaba entera, pero sudorosa y llena de espinos en su ropa.
Pasó por su frente de ellos sin decir palabra y fue derecho a hablar con Ben,
les vio discutir un poco y volver a la cocina con un hacha en la mano
- Jenny? Las linternas en dónde las guardamos? Lo
recuerdas? – Ben buscaba por todos lados
- Están en aquel estante – señaló con su mano y observó
cómo Emma bebía agua desesperada como hubiera estado en el desierto – ¿Dónde está
Bodo Emma? ¿Y para qué es hacha?
- Pues… – miró el hacha en su mano – debes verlo para
creerlo
- Aquí están!!! – Ben gritó cuando las consiguió – Vamos…
- Vamos chicos… – Emma les invitó
- Jajaja!!! Jajaja!!! – Ben agarraba su estómago debido a
los retorcijones, reía hasta las lágrimas, se tranquilaba de a ratos pero
miraba a Bodo y volvía a reír. Todos estaban iguales, riendo sin poder
contenerse, menos Emma – Jajaja! Jajaja!
- Deberíamos llamar a los bomberos… Jajaja – Y todos
rompían en carcajadas
- Emma ¿Para qué mierda llamas a este estúpido???
- Es que sola no puedo sacarte de allí Bodo
- ¿Qué mierda hacías en este árbol Bodo? ¿Y cómo es que
ahora no puedes bajar? Jajaja – Bodo estaba abrazado al tronco principal del
árbol
- Es que tiene el pie atascado entre esas dos ramas –
Emma alumbró un poco para que Ben viese
- ¿Y has decido que lo mejor es amputarle el pie? Jajaja
– Jenny pensó que moriría de tanto reír
- Calla pendejo!!! Y deja de reírte!!! – Bodo le gritó
desde lo alto – el pie me está matando…
- Pues no, lo mejor es cortar una de esas ramas para
liberar su pie
- Mejor le cortamos el pie… Jajaja – rio un rato más
hasta que tomo un poco de seriedad – ¿Cómo lo hacemos Emma?
- Subimos los dos y ellos alumbran así cortamos
correctamente – Le dejó la linterna a la morena. Ben hizo el intento pero
quebró las ramas las cuales Emma subía – Espera si destrozas el árbol no habrá
manera de subir… Intenta por aquí – Señaló un nuevo lugar y Ben logró subir. Y
después subió ella
- Hey!!! Esto se mueve mucho!!! – Bodo gritó al instante
- Te la aguantas ¿Cómo demonios piensas bajar si no? – Se
cruzó de rama y la quebró también – Ohh mierda!!!
- Baja Ben!!! – Emma le recomendó antes que quedara
estampado en el suelo – Demasiado peso… ¿Jenny, puedes subir?
- Sí… – dijo a pesar de no haber trepado un árbol en su
vida. Ben la elevó hasta que alcanzó la mano de Emma. Y de allí en adelante
todo lo demás fue fácil – ¿Cómo lo hacemos?
- Bueno… tú que tienes más movilidad y menos peso subes
un poco encima de Bodo y le sostienes – señaló el lugar en cual debía colocarse
– Esperemos que no suceda pero después de cortar la rama que atrapa su pie Bodo
apoyará su peso en la otra rama y latentemente es más fina. Y ese pie no está
bien – puso mala cara
- ¿Que tiene? – Pues ella desde allí no veía nada malo
- Dos horas de inmovilidad
- Estará adormecido… – lo entendió, después de cortar la
rama debían ayudarle también a descender – De acuerdo – Y comenzó a ascender
- Sujétate bien por favor… – La mirada de ruego de Emma
le hizo sonreír y después de semejante forma de pedir por supuesto que se
sujetaría bien
Tardaron una hora en la odisea de bajar a Bodo del árbol,
una hora más de caminata dado a que el pie de Bodo estaba mal y para cuando
había llegado a la casa los alumnos ya estaba comidos y sentados alrededor del
fogón cantando y pasando un momento agradable. Sintió enviada de la energía que
emanaban pues su cuerpo estaba agotado y no quedaban fuerzas para mucho más y
debía ser notorio porque Ben no le permitía que se levantase para hacer nada.
Miró su copa que estaba a vacía y se sumergió en sus
pensamientos… e inevitablemente se hundió en ella que a veces le miraba un
tanto preocupada y que ahora intentaba que su novio no la estrujase tanto entre
sus brazos y que los besos que él le entregaba no fueran tan prolongados,
quizás guardaba distancia por consideración, por no lastimarle o por mostrar la
madurez que no había mostrado durante todo este tiempo…
Y como un vaivén pasaron los recuerdos y al final ese
viento frío que lo llevaba todo. Le hubiera gustado poder dolerse, poder hacer
un duelo, algunos días de llanto desmesurado como despedida pero la vida era
tan injusta con ella que ni siquiera aquello le permitía. Si salía victoriosa
de las guerras que le esperaban quizás algún día recordase con melancolía lo
que podría haber sido, quizás se hiriera al pensar en lo cerca que estuvo de amar
a alguien, quizás viviera lo suficiente para hallar las palabras y el valor
para decirle quien era
- Mi madre quiso que fuera pianista… Entonces, a cuando
tenía 8 años, me enviaron con una profesora. Mi primera profesora era una mujer
voluptuosa y sus escotes llegaban casi hasta su ombligo – cerró sus ojos ante
el deleite del recuerdo y todos rieron con sus gestos – Me decía: “Ben hoy
aprenderemos la FürElise” y yo olvidaba las notas y ella se reclinaba dejando a
la vista sus atributos de mujer y al demonio con la FürElise… Esos fueron mis inicios
en la música
- Jajaja ¿Y cómo fue que llegaste a pianista? – Frederick
hablaba – ¿Mirando el escote de esta cuarentona?
- Ojala!!! – Ben le guiñó un ojo a Frederick le escuchaba
atento y con media sonrisa – Papá notó que no aprendía demasiado y me mandó a
un conservatorio Jajaja. Sufrí como un condenado!!!
- Extrañando cierto escote – La morena acotó mientras
recargaba su copa y posteriormente la de Emma
- También!– admitió con una sonrisa pícara – Pero quizás
lo que me sufrí fue toda esa metodología rigurosa de enseñanza que no es para
nada divertida… Tratados, manuales, métodos que debes aprender a raja tabla… No
me divertía
- El conservatorio rompe tus sueños de rockero – Bodo,
que estaba con el pie en alto, también criticó el rigor en la enseñanza – Pero
es necesario si pretendes alcanzar un nivel profesional
- ¿A ti te educaron tus padres Emma? – Ben le preguntó
- ¿Cómo??? – Había escuchado su nombre pero como estaba
volando no se había enterado de mucho – Perdona…
- Pregunté si te habían educado tus padres pero acabó de
recordar – señaló su cabeza – que te
iniciaste en el método Suzuki
- Sí a los tres años – Respondió sonriente y bebió un
poco de vino
- Vaya! Sí que querían que fueras violista
- Más querían que hablara… – Intercambió sonrisa y señas
con Bodo
- ¿Cómo??? – preguntó Ben totalmente despistado y la
morena quedó con su cigarrillo a medio camino de su boca – ¿No hablabas???
Bueno eso tiene mucho sentido Jajaja – Bromeó
- Pues sí… – sonrió por el comentario que le pareció muy
apropiado – Aprendí hablar a los 5 años
- ¿Qué me cuentas? – Ben no salía de su asombro y Emma y
Bodo solo se reían de su expresión – Pero si hablas perfecto, das clase, chica,
y tu clase es una de más concurridas
- ¿Que tiene que ver una cosa con la otra? Emma no
hablaba – comentó Bodo – Y comenzaste a hablar bien como a tus 7 años, no?
- Sí… por ahí
- Pero cuenta más – Ben le apuró al instante – ¿Qué te
pasaba estabas loquita o algo así?
- Ni idea! – dijo con total sinceridad y comenzó a
recordar lo que sabía de esa historia –Solo sé que mis padres probaron de todo…
Otorrinolaringólogos, psicólogos, fonoaudiólogos y nada
- Espera! Espera! Espera! Imposible que no hayas podido
hablar y ahora digas “Otorrinolaringólogos” sin trabarte… jajaja – Ben hizo
reír a todos – Ahora puedes continuar…
- Pues eso… nada funcionaba y el tiempo pasaba y yo
seguía sin hablar y bueno… Un día mis padres notaron que tarareaba
- ¿Pero si no podíashablar?
- Tatarear no es hablar – Bodo corrigió a Ben – y deja de
interrumpir que Emma acabará al amanecer de contar la historia
- Bueno… como tarareaba y ya estaban en uso estas ideas
terapéuticas de la música decidieron enviarme a algún conservatorio – se encogió
de hombros – Pues no había nada que perder – acotó como apreciación personal
sabiendo que música habría estudiado de cualquier manera – La cuestión es que
ninguno me aceptaba era demasiado pequeña y mi padre encontró a un colega que
enseñaba con el método Suzuki y allí fui
- ¿Y funcionó? – Ben y sus magníficas preguntas
- ¿Tú que crees? – Emma preguntó con una ceja en alto
- Creo que lo usas a tu favor – dijo señalándola con el
dedo y con una gran sonrisa en su rostro – Hablas cuando te conviene… Bastante
astuta y perversa profesora… Jajaja – y como respuesta recibió una sonrisa
Entró a la habitación intentado hacer el menor ruido
posible, aunque la oscuridad ya le había hecho tropezar con una silla. Se
desnudó de espalda a la cama como si quien dormía en ella pudiese verle, se colocó el pijama y caminó lentamente
hacía, lo que a su entender, era la prueba más difícil de superar: debía dormir
con ella y sin tentarse a seducirle. Abrió la manta por el lado de la cama que
Emma le había asignado la primera vez habían dormido juntas y se introdujo
lentamente sin que el roce con las sábanas fuera sonoro
Una vez dentro suspiró soltando toda esa inseguridad
repentina, se giró mirando para la puerta y esperó hasta que el sueño le
invadiera. En la penumbra solo se escuchaba lo uniforme de su respiración que
marcaba el tiempo, solo se percibía el frío de la noche cayendo sobre su
espalda y solo veía negro del encierro. Y quedó inerte cuando una mano en su
cintura comenzaba a faltarle el respeto, la piel se quemó raspando con la tela
y todo se le olvidó al sentir su aliento en la nuca… y sintió alivio y calidez al
sentirla abrigando su espalda… Consciente de que esto pasaba porque estaba
dormida hizo de ello un sueño, un bonito sueño…
Gracias!! gracias!! Por este nuevo capítulo espero
ResponderEliminarEl siguiente pronto
Natali Chile
YA NO TENGO PALABRAS PARA DESCRIBIR LO QUE SIENTO CADA VEZ QUE LEO UN CAPITULO MAS DE ESTE FIC,, GRACIAS MEMO}
ResponderEliminarMILIMONT.
Por favor otro capítulo!!!
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