®Memo Derechos Reservados 2012
Apagó su teléfono, llevaba más de 20 km sin cobertura,
así que era un desperdicio de energía mantenerlo encendido. Llevó la vista
hacia adelante y solo distinguía que, mientras más se adentraban, más espeso y
tupido se hacía el bosque, más potente el trino y más estrecho el camino. Su
chofer estaba concentrado en su tarea y dio gracias por eso, lo menos que
necesitaba era que alguien taladrase su cabeza con una charla estúpidadespués
de haber viajado 5 horas y recorrido casi 600 km para alcanzar su clase.
Llegaba con dos días de retraso… un accidente en su
laboratorio le había obligado a trabajar en la seguridad del mismo y a
capacitar su grupo de investigación para evitar accidentes. Traía en su mochila
lo pesado del cansancio de un fin de semana ajetreado y la interminable
discusión con Dennis acerca de su ausencia en la empresa…pero les había
prometido a sus alumnos que los acompañaría así que aquí estaba, dispuesta a
olvidar el ruido, el olor y la velocidad de la jungla de cemento
Repasó el equipaje por cuarta vez en búsqueda de las 3
cosas sin las cuales no podría sobrevivir en una situación extrema:El mapa del
lugar, el GPS y lo más importante para cualquier lugar agreste: “Un buen
repelente contra mosquitos”. Midió con el paisaje si había traído suficiente
abrigo y al instante notó que había olvidado un sombrero para el sol y en eso
pensaba cuando la todoterreno clavó sus ruedas a mitad del camino de tierra
- Esta es la entrada – Aquel señor de boca reservada
señaló una huella desdibujada que se perdía entre un mar de árboles caducifolios
– 2 km arriba los encontrará y no se desvíe del camino que se desorientaráSrta.
Y si se desorienta siempre vaya al Sur
- Gracias por el consejo – Sonrió cálidamente – y por el
aventón
- De nada – le devolvió el gesto – Espero que se divierta
mucho Srta.
- Muy amable de su parte…
Respirar la naturaleza en plena primavera fue
incentivador para la caminata que le esperaba. Era una suerte que lo antiecológico de la inconciencia humana
no hubiera llegado aquí, no había basura de la estupidez humana km a la redonda…
Cargó los 65 litros de su mochila a su espalda y una mochila un poco más
pequeña, con cosas no tan fundamentales, en la mano derecha… Desde su
adolescencia que no pisaba suelosilvestre ni inspiraba aire tan puro en busca
de aventura y este bosque era un espacio idóneo… La luz del sol lo bañaba de
hermosura y de seguro la luz de la luna de misterio.
Esta segurísima que este sendero no la conduciría a un
resort así que solo se conformaba con un café caliente y algo para masticar que
compensara la pérdida calórica.Tropezó con una piedra y equivocadamente miró
hacia atrás contemplando el camino hechoy de pronto se llenó de nerviosismo… No
era de su agrado que la maleza no le permitiera ver más allá de unos cuantos
metros y se alarmó a escuchar las hojas crujir. Y por instinto caminó con
cautela en dirección al ruidoapartándose del camino señalizado y le encontró,
no era más que un zorro. Con cuidado sacó la cámara de su bolso y le tomó
algunas fotografías…
Como por arte de magia el terreno se tornó llano y la
maleza cambió por hierba. Vio casonas al estilo medievaly se alegró. De inmediato
buscó la foto en su cámara, que Bodo le había enviado con la fachada de la casay
comenzó a comparar, caminó un largo trecho hasta que dio con ella. El silencio
llamó un poco su atención y no esperaba que estuvieran de fiesta carioca pero
estaba demasiado desértico y muerto para ser un lugar habitado por 35 personas.
Rápidamente se introdujo sin tocar la puerta y apenas dio tres pasos dentro de
la casaya se había llevado por delante mantas, bolsas de dormir y almohadas
- ¿Hola??? – gritó esperando una respuesta y nada
Tranquilizó la mente al cambiar el pensamiento de un
“lugar endemoniado” devora gente, tal cual película de terror, porla idea de que
podían estar haciendo alguna activad recreativa. Comenzó a observar la vivienda
y verdaderamente estaba muy bien equipada, Timo había dado en el clavo con la
elección pero había algo que no estaba pudiendo responder: “Poco espacio y
muchos habitantes”. Pasó a la cocina y observó, a través de la puerta, el
gigantesco patio trasero y la ladera del cerro. Y a los lejos, un grupo de personasque caminaban enuna hilera
india segmentada como si fueran un ejército de hormigas. Sonrió, eran ellos,
Bodo llevaba aquel abrigo horrible de color naranja furioso que según él no era
llamativo
- ¡Ahhh! – Emma, apenas escuchó semejante grito, se dio
la vuelta de un brinco repentino que le había hecho vibrar entera y había
puesto su corazón en su boca – Mierda!!! – Se topó de lleno a Jenny recién
salida de la ducha, envuelta en una toalla yoliendo bastante bien
- Lo siento… – Sacudió la cabeza, cerró su boca y retiró
la mano que estaba en su pecho – No quise asustarte…
- No pasa nada… – Intentó la sonrisa pero le salió un
extraña exhalación, del susto su corazón latía acelerado y gracias a dios no había dejado caer la toalla.
Su mano instintivamente sostuvo con más fuerza la tela – Es que no esperaba
encontrarte aquí…
- ¿Que pasó amor? ¿Qué son esos gritos? – Un muchacho
apuesto, de veintelargos, de cuerpo fibroso y de profesión bailarín, apareció
en escena interpretando al héroe y volvió a pensar que esto sí era una película
de terror – Hey!!! Emma al fin has llegado – La saludó alegremente apenas le
vio
A veces simplemente pasaba que uno maduraba o simplemente
que lograba coexistir con lo que le rodeaba… Esto era lo que rodeaba: Una
morena sonriente, lúcida y recatada que mantenía un noviazgo común y corriente
con un muchacho decente y adinerado que tenía todo para ser el hombre de su
vida. Con eso trabajaba día tras día, se cruzaba en el parque mientras paseaba
al perro y compartió la mesa en el festejo por el cumpleaños de Ben… y ahora
este viaje
Quizás por primera vez realmente estaba molesta y sin
embargo volvió a sonreír. Era ella la que no sabía decir: “No te lo permito” y
Jennifer la que no conocía los frenos y ya estaba hasta la coronilla, bien
cerca de estallar… Recibir una mirada azul ingenua le hizo apretarmuelas,
masticar rabia y tragar lentamente ¿Qué mierda había hecho mal en su vida para
toparse con semejante perturbada? Hacía meses que ni le miraba y esto parecía nunca
acabar… Una y otra vez se repetía la sátira y lo único que cambiaba era el
galán…
Ese disfraz de víctima ya no le inspiraba compasión y los
escasos recuerdos ya iban pasando al olvido. No boyaba en sus orillas ni
naufragaba en su locura, no erancercanas ni lejanas,ni conocidas ni extrañas,
simplemente eran dos personas que se sonreían haciéndose un favor. Era de verlo
y no creerlo… de lo más pasional que había padecido en su existencia no quedaba
nada… realmente lucía como un juego: Habían jugado a tenerse y quererse,
después a lastimarse y ahora a olvidarse
Dolía, no lo negaría y por las noches se hacía
insoportable… pero siempre amanecía y un nuevo sol estaba a la espera y dentro
de su invierno se congelaba todo, hasta los dardos de rencor… Le estaba
permitiendo caminar sin preguntar a donde ibay seguía siendo hostigada
suavemente por las insolencias. Y ella, que siempre le miraba mirando a otra
cosa, solo devolvía indolencia y que agradeciera que aún le quedara algo de
paciencia porque si realmente de devolver se trataba podía dañarle mucho más
profundo…
- Hola Frederick… – solo movió su cabeza y sonrió cordialmente.
Los días malos se tranquilizaba imaginando que descargaba el cartucho de una
pistola en su cabeza y los días buenos lo hacía pensando que era un “pobre
infeliz”– ¿Cómo estás? – Hoy era un día bueno
- Bien!Bodo estaba bastante impaciente porque no llegabas
¿cierto, amor? – Y Emma fue testigo ocular del beso que se posó sobre el hombro
de la morena.
- Sí! – Enredó sus dedos con los de aquellas manos que
descansaban sobre su vientre creando una fotografía de pareja feliz para los
ojos de Emma – Se contentará cuando te vea… ¿Te sientes bien Emma? – preguntó
cuándo notó lo perdido y lejano de la mirada
- Sí…
Mientras Frederick se embelesaba con la piel bronceada de
su amante, Emma observaba detenidamente las reacciones de la morena, todo eran
gestos amables y agrado… Pensó que era poco para alguien como ella pero
descubrió que era lo que quería o al menos lo que “creía” que quería… estaba en
su mirada y en su sonrisa. Este muñeco, que tenía pegado a su espalda, le
concedía algo calma.
- Bueno Emma… – La voz gruesa cortó el momento tenso y llamó
la atención de la susodicha – Quítate esa mochila, no? Ponte cómoda… ¿Quieres
café o algo? – Le ofreció toda la hospitalidad que Jenny le negaba
- Gracias… muy amable – Sonrió mientras colocaba sus
cosas en un rincón – Espero afuera… – Se dirigió al patio y se sentó mirando
hacía la colina
- Que chica extraña… –
Susurró al oído de Jenny mientras observaba la impasibilidad con la cual
Emma permanecía. Los recién llegados por lo general traían charlas
superficiales de sus viajes, ella no, solo traía una bella sonrisa. La primera
vez que le vio pensó que era retraída, la segunda que era reservada, la tercera
que era una sociópata y ahora ya era un enigma, nadie decía nada acerca de ella
ni siquiera su propia novia – ¿Por qué no habla?
- ¿Cómo? – aquello sacó a la morena de su enajenación
- No conversa, Jenny. A lo mejor yo le caigo mal – hizo
un mueca de decepción
- No es eso! – sonrió para tranquilizarlo – Emma es así…
– No quiso explicarse mucho así que comenzó a preparar el café
- ¿Así cómo? – se apoyó sobre la mesada a la espera de la
respuesta – Es tu compañera de trabajo, cuéntame un poco…
- No hay mucho que contar… – Jenny rodó los ojos lo menos
que necesitaba era recordar cómo era y sonreír como una idiota – es tímida y de
pocas palabras…
- Entonces es buena entendedora – golpeó su mentón
mientras guardaba la información – ¿Y qué hace cuando no entiende?
- Pregunta, como todo ser humano – Levantó un poco el
tono este cuestionario de pronto le resultaba patético y dijera lo que dijera
su novio no resistiría mucho tiempo la facilidad que Emma tenía para agradarle
a la gente así que lo largó todo de una – Te comenta la idiotez que ella
piensa, siempre se ruboriza y entra en un estado nervioso a causa de la
vergüenza que siente y termina haciéndote reír porque la lengua se le traba e
infla sus cachetes de la forma más infantil que existe sobre la faz de la
tierra… Le corriges, ella te agradece y te sonríe de la manera más encantadora.
Eso es lo que hace!
- Vaya! – rascó un poco su cabeza y rio – Y supuestamente
no había mucho que contar ¿Algo de lo que deba cuidarme? No estaría bueno meter
la pata…
- No le hagas preguntas personales y sobrevivirás… – dejó
una caricia en su rostro – Voy a alcanzarle esto – Se hizo de la taza
- Amor… Yo se lo llevo – se la sacó de sus manos y dejó
un beso en sus labios – Quizás no lo recuerdes pero solo llevas una toalla y no
quiero que te resfríes
Al volver estaban en plena guerra el presente y el
pasado, cada uno colocado a un estreno del tablero de ajedrez y mientrasFrederick
estudiaba meticulosamente su próxima jugada, Emma giraba su cabeza observando
con ojos ávidos todo lo que la rodeaba. Sonrió mientras tomaba asiento a la
distancia, de seguro se estaría preguntando que hacía perdiendo el tiempo
jugando un juego que ya estaba ganado,
quizás evaluaba y ya había comprobado que él no era mejor que ella así
que le dedicaba a contemplar el paisaje, quizás ni siquiera le consideraba
competencia
Ella iba un pasodelante de todo el mundo, miraba un
instante el tablero y movía con precisión… Lo mismo había hecho con ella, la
miró un instante, descubrió sus flaquezas y se movió con precisión… Esto no era
una pelea y una reconciliación, no era histeria ni estupidez. La había querido muchísimo, había soñado e
imaginado y Emma había hecho lo “opuesto”, había planeado y calculadoy no
pensado en ellas.Y no había agua que llenase el vacío, ni cuerpo que le hiciese
reaccionar, ni champaña que trajera olvido
Pero no era la primera vez que algo le asolaba, no era su
primer fracaso, ni su primera desilusión y tal cual Emma lo había dicho: “No
mataba” y hasta aquí llegado y era bastante…
Encontró una pasión que pensó que no existía y no hubiera aceptado vivir
la vida sin experimentarla… había dejado la piel, el corazón y el alma y
realmente se lo agradecía, le reconocía todo… Pero no dejaría caer una lágrima
más a causa de la confusión
Volvió mirarles nuevamente y ahora mantenían una plática,
bueno, su novio hablaba sin parar y Emma escuchaba. Él no era mejor que ella,
definitivamente no, pero él podía bailar, podía abrazarle y besarle sin tener
que pasar con anterioridad por un cataclismo… Quizás su mirada no le provocaba
ni la mitad pero no tenía ojos para nada más que no fuera ella, quizás no la
aturdía ni la hechizaba pero le comprendía, quizás le rozaba y no temblaba como
una hoja pero podía sonreír a su lado y cuando estaba en la distancia
Con Emma nada encontraba su fin… Nolíneas, no riendas, no
fronteras… siempre había más escaleras, pasadizos y recovecos, misterios,
sombras y gemidos… Tanto lo bueno como lo malo así que estúpido era intentar un
balance e hipócrita lanzar una moneda al aire para tomar una decisión. Y el
amor no hallaba su fin y el dolor tampoco pero había llegado al punto en el
cual no quería más y solo faltaba comunicárselo a Emma
- ¿Y qué tal? – Ben ocupó la tumbona libre que estaba al lado
de la morena – ¿Está interesante lo que lees? – señaló la revista y relajó su
cuerpo y pasó sus manos por detrás de su cabeza improvisando una almohada
- Art déco… es lo que es… – apartó el artículo de su
vista
- ¡Que afectuosa bienvenida! Los alumnos le veneran… –
señaló el tumulto que se cernía en torno a Emma – ¿Tú también corriste a sus
brazos amiguita? – preguntó burlón y robándole una sonrisa a la morena
- No! A pesar de que lo deseo con todo lo que tengo –
Redobló la broma haciendo reír a Ben – PeroFrederick ya está enamorado de ella
y solo jugaron unas parditas de ajedrez y le mira hipnotizado. Jajaja…
- Es lo que tiene ser buena gente – la señaló – le
agradas a todo el mundo… si eres un atorrante como yo te miran con mala cara,
la vida es así…jajaja
- Creo que se llevarán bien – sentenció con media sonrisa
– Emma no parecía estar muy incómoda
- Puf!!! Eso suena muy raro – Ben le puso mejor cara de
poco convencimiento– Los ex y los actuales no se convierten en amigos como si
nada por lo general se odian
- Frederick no sabeque Emma y yo – Y allí estaba su
justificativo
- A Emma no le han hecho una lobotomía – Rebatió con el
dedo en alto llamando a la memoria – De seguro que hace esfuerzo… Se nota que
se esfuerza – Dijo con la mirada llena de pena. Jenny era su amiga pero se
había comportado como una arpía este último tiempoy Emma como un soldado –
Siempre tiene una sonrisa y un saludo cordial para ti y tu novio… cualquiera de
tus novios – le abrió los ojos bien grandes
- Lo sé… – se señaló dando a entender que lo asumía – y
hoy mismo le pediré disculpas
- No creo que esto se solucione con disculpas – rio
irónico, esas disculpas llegaban demasiado tarde – Que sí te las aceptará,
eh…pero abrirás más heridas y últimamente parece que te divierte – y pasó a lo
sutil del reproche
-Vamos Ben! Me conoces!!! –levantó los brazos
indignadísima – Hice lo que me salió y no funcionó
- No se trata de eso Jenny – Negó con su cabeza el tiempo
corría y Jenny no dejaba de estar totalmente perdida
- ¿Y de que se trata? – preguntó a los gritos porque ya
no encontraba calma
- Digo… – se incorporó para estar más cercano, para poder
mirar a los ojos y para decirle algo que venía repitiendo desde hacía meses y
ella nunca había escuchado – Que si Emma lo quisiera te envuelve como a un
pañuelo porque estas enamorada de ella.Espera! – le frenó cuando vio que iba a
replicar – Pero Emma no lo hace a pesar de estar justificada
- Será que ni le importa – dijo lo primero que se le vino
a cabeza
- Será que te respeta y que está ahí como esperando a que
a ti se te pase la locura – hizo un largo suspiro – Y a ti no se te ocurre
mejor cosa que traer a tu novio… me defraudas Jenny
- Ya se me pasó la locura – se puso de pie toda irritada –por
eso mismo no quiero volver a su lado – dejó la revista en el regazo de Ben y se
marchó
- Puf… Eso no te le crees ni tú – Susurró no queriendo
pelear con ella
- Adorarás esto… – Bodo le aseguró – detrás de aquella
montaña hay un río y con los chicos decidimos que estaría genial tomar el
almuerzo allí y después vagabundear un poco
- ¿Y a dónde almuerzan generalmente? ¿Y quién lava la
montaña de platos? – preguntó riendo
- Jajaja. Vamos al comedor, esta unos 200 m a la derecha
– señaló el lugar – Imposible que cocínenos para tantas personas!!! Aunque si
cocino para tantos hago que Jenny lave los platos. Jajaja – Y al terminar de
hablar y notar que no había provocado una pisca de gracia en Emma se arrepintió
de tan estúpido comentario – ¿Cómo estás Emma? – rodeó sus hombros sin frenar
el paseo
- Bien…–Su vista estaba perdida en lo hermoso del paisaje
– Ahora estoy bien…
- ¿Y qué tal el encuentro? – La pregunta hizo que Emma
mirara hacia donde se encontraba la parejita feliz – ¿Jenny te incomodó?
- No! Lo que me incómoda es su novio – Bajó la cabeza
para esconder la sonrisa – y que le abrase tanto, pero… bueno ¿Qué le vamos
hacer, no? – terminó por resoplar – No debí echarle a la calle en ropa interior
- JajajaHubiera pagado por verlo Jajaja
- Ah! No sé qué se me cruzó por la cabeza
- Tocaste fondo Emma!!! Así de simple!!! – la tomó por
los hombros para que le mirase – Jenny se encamó con media Alemania y una noche
te trae un borracho a tu casa, una flores y una carta de disculpas. ¿Y qué ha
cambiado? Nada!!! Esta loca por dios!!! Y te esta arrastrando hacía su
locura!!! – acarició su mejilla – Y eso no es tu culpa…
- Lo sé… – se llevó la mano a la cabeza – lo sé…
- Creo que es hora de aceptar la renuncia de Jenny –
Levantó la cabeza de su amiga por el mentón – Basta de soportar sus pendejadas…
Necesitas tranquilidad y espacio, no estás en tu mejor momento amiga y Jenny no
está alivianando la carga… está colocando bultos de cemento extras
- Creo… – Se tomó un buen momento para pensarlo y Bodo estaba
en lo cierto. Necesitaba estar fuerte, bien descansada y alimentada y Jennifer
seguía robándole hasta el hambre– Creo… que debes negociar su renuncia
- Jenny no tienen nada que nos interese – Negó con su
cabeza – Así que le haré un favor al dejarla marchar impune
- Jenny tiene los contratos que estamos buscando Bodo –
Eso estaba segura. Apenas se enteró de su romance con su alumno se hizo una
sola pregunta ¿A quién le había comprado el silencio y cómo?
- No sé Emma – el rostro le Bodo se mostró dubitativo –
¿Tú crees que Bergmann le fiaría semejante información?
- No para nada! – y negó con su cabeza era absurdo dejar
la suerte en manos de una perturbada. Jenny ni siquiera tenía acciones en la
academia –Creo que Jenny se los robó, de la misma manera que robó mi contrato
de tu despacho, después le chantajeó: “Tú no dices nada acerca del polvo que
tuve con mi alumno yo no digo nada acerca de tu porquería”… Tiene una copia de esos contratos, la mitad
de la plantilla de los profesores a su favor y es rica… a Bergmann le conviene
tenerla de aliada
- Tienes razón – contestó sonrientey dejó un beso de
agradecimiento en su mejilla
- Insiste con que te los dé… Esos contratos son lo único
que relacionan a Bergmann con Frank Peters
- ¿Y si no me los quiere dar? ¿Y si ni siquiera están en
su poder?
- Acepta la renuncia – dijo sin pensar y alegrando a Bodo, era la primera vez
que le aceptaba un consejo– Ya padezco suficiente como para martirizarme
también con ella…
- Haces lo correcto amiga – apretó un poco su hombro
- Sí! – pues ya no había nadie que le hiciera cometer
errores – Lo sé…
- Ah Casi se me olvida – se golpeó la cabeza y sonrió,
esto era importante – Tengo una buena noticia. Hablé con SebastianHeisig y está
dispuesto a oír nuestra propuesta
- Eso es bueno – Dijo sonriendo – Muy bueno!
- Sí pero solo hablará contigo, no quiere negociar con
nadie más – levantó la ceja pidiendo precaución – Dijo que te prepares un buen
discurso altruista y la chequera
- Vaya! – exclamó sorprendida y ya sintiendo nervios,
negociar con él no sería nada fácil y si el viento se ponía a su favor y él
accedía, estaba en pleno fuego cruzado con Bergmann y el cielo se pondría negro
para su intimidad, hurgaría hasta en su último rincón para encontrar alguna
porquería – cuando volvamos a la academia lo estudiamos bien…
- Sí, sí! Cómo tú quieras… Emma debo juntar leña ¿Quieres
acompañarme?
- ¿Leña para qué? – preguntó extrañada, la casa tenía dos
enormes tanques de gas licuado
- ¿Cómo para qué? Para la fogata de esta noche… vamos Ben!
– Con un grito y un movimiento de manos le llamó
Después de otra larga caminata estaban, sobre una manta y
a la orilla de un rio, haciendo un picnic. La comida que preparaban los caseros
era simplemente fabulosa y la estaba disfrutando mientras escuchaba las charlas
que se cruzaban sobre el mantel. Pensó que después de comer podía tomar una
pequeña siesta bajo la sombra de algún árbol, su cuerpo se lo estaba pidiendo a
gritos… Paneó el medio y ya había encontrado un buen lugar…
- ¿Tienes novio? – Se dirigió a Emma pero al ver que
repentinamente todos habían quedado con el bocado a medio camino supo que había
tocado un tema importante – Eres muy intrigante debes tener el mundo a tus pies
¿No es cierto, amor? – Jenny no contestó. Ben le estaba mirando fijamente y sabía por
dónde venía la mano, le estaba diciendo: “pon en su lugar a tu perro” pero antes
de poder intentarlo Emma se le adelantó
- No tengo novio ni tampoco el mundo a mis pies – Sonrió
y bajó su mirada
- Lo que podemos hacer esta noche es que los alumnos… –
La morena insistió por retomar el curso de la antigua conservación pero su
novio estaba encaprichado con hacer hablar a Emma
- Ya… pero algo debe haber por allí – Y se quedó a la
espera y nadie más habló, nadie lo detuvo, nadie lo colocó en su lugar. Todos
eran conscientes de que Emma podía defenderse muy bien sola – Dicen que los
calladitos son los más peligrosos – le sonrió un poco a una Emma que ni
siquiera se inmutó con lo que escuchaba –¿Y para qué mentir? La vida sin amor
no vale nada ¿Has amado Emma?
- Deja de incomodarla – Jenny se acercó a su oído y habló
lo más bajo que su timbre de voz le permitía – Te dije que nada de preguntas
personales…
- No quiero incomodarla, amor,solo intento hablar un poco
con ella – hizo oído sordo a lo que la morena le dijo y pasó a explicarles a
todos sus intenciones – No sé, Uds. son sus amigos y puede que estén
acostumbrados pero a mí me gusta saber un poco sobre las personas con las
cuales comparto y hablar de amor es sencillo…
- ¿Según quién?– Jenny se tomó el entrecejo pidiendo un
poco de paciencia – No digas bobadas…
- Vamos!!! Todos lo que estamos aquí somos artistas y el arte es la expresión de los pensamientos
y sentimientos – Se encogió de hombros – ¿Qué es lo que sacas afuera cada vez
que tocas el violín? – A Emma se le cerró el estómago, dejó la comida a un
lado. Este tipo estaba mal de la cabeza si creía que respondería a sus desubicadas
preguntas
- Estas insoportable!!!– con una falsa sonrisa le advirtió
lo que pasaría si continuaba y se contenía para no hacer un escándalo en el
medio de la comida – No es asunto tuyo la vida de Emma ni su arte… Come! – y le
colocó otro sándwichen el vestíbulo de su boca y se lo haría tragar a la fuerza
si seguía con este comportamiento intruso
- Lo siento… – bastó con mirar el enojo en el rostro de
Jenny y la censura en el de los demás. No entendió cuál era el problema, habían
sido unas “preguntitas triviales” – Emma no quería ofenderte… – Y terminó por
morder y ocupar la boca en algo productivo
- No pasa nada, tranquilo – le sonrió quitando un poco de
aspereza
- Bueno! – Ben, como siempre, deshizo la tensión – ¿Qué
tal si vamos a ver un poco a nuestros alumnos? Bodo– le codeó para que le siguiera
– Y novio – a él le señaló – Vamos!
- No he terminado de comer – Habló con la comida a medio
masticar dentro de su boca
- Por que estabas hablando demás… y metiéndote en donde
no debes – Jenny había perdido la batalla con su consideración y terminó por
lanzarle un buen puñal
Emma sintió pena de la perplejidad y aturdimiento que
dominaban los músculos faciales Frederick. Jenny era esto, una sonrisa por una
lágrima, insolencia sin piedad, un sí pero no y por lo que conocía de ella
podía aconsejarle a este muchacho que se pusiera de pie y corriera bien lejos,
que no se dejase engañar por esa sonrisita y que le concediera, al menos, media
hora de tranquilidad… Después ella le buscaría disfrazada de una nueva aventura
solo porque sí
- Lo siento Emma – La vergüenza ajena le hizo disculparse
una vez que estuvieron a solas
- Esta bien pero intenta que no vuelva a ocurrir – Recogió sus pertenencias y sacó, de su
mochila, la cámara de fotos y sus accesorios – Lo siento y quizás sea
antipático de mi parte pero no tengo muchas ganas de conversar con él – comenzó
a cambiar las lentes
- Estas en tu derecho – se mordió la lengua porque lo que
había dicho era una obviedad.
- Lo sé! – afirmó con su cabeza y le miró – y estaría
bien su no tuviera que defenderlo – quizás a ella le respetaba pero no tenía
demasiadas contemplaciones para sus acompañantes – Mantenlo tranquilo y la
rueda girará perfectamente. Pasaremos unos días agradables…
- De acuerdo… – no pudo hacer más que aceptar y destrabar
la mandíbula mientras Emma se alejaba en
dirección opuesta – Mierda!
Se recostó sobre la manta y clavó su vista en la
inmensidad del cielo. Se preguntó: “¿De qué valía tener el mundo a los pies?” y
se respondió que: No valía de nada dado el deseo era caprichoso y siempre nos
hacía anhelar aquello que es imposible de tener. Siempre aparecía alguien en la
vida que como por arte de magia devaluaba las posesiones, cambiaba significados
y apresaba el propósito. Y si lo pensaba bien la vida no era justa cuando ese
alguien se correspondía con lo imposible, esa era la fórmula secreta para un
romance mal logrado
Pero la esperanza era lo último que se perdía, el alma no
dejaba nunca de buscar su salvación y los finales podían eran felices. Para
matar a un corazón bastaba con una sola decepción, con una vuelta de cara o
pasar una noche con otro cuerpo y ella le había entregado una “ración
importante” a Emma de eso y cuando entró en conciencia de sus acciones perdió
la esperanza, el cielo cayó a sus tobillos y se escucharon los peores augurios
para su ficción
Y los demás que se creían sabios no entendían un cuerno.
Bodo que se empeñaba con retenerla y Ben con aconsejarle que cambiara de
actitud y todo eran buenos consejos y energías positivas pero no podían ver que
justamente ahora era más importante sobrevivir que obtener perdón. Y los días
pasaban y todas las veces le encontraba más linda que ayer y solo ansiaba partir
y no volver a molestarle nunca más.
Era lo menos porque no había escuchado cada vez que Emma
había intentado explicarse, porque si le echaba de menos buscaba a otro y
porque le había devuelto el violín, que Emma había olvidado en su casa, hecho
trizas. Para sentirse un poco más ella, tenía la maldad de buscar, de vez en
cuando, en su mirada aquel brillo que confirmaba que había amado más de lo que
había prometido y la esquirla de rencor para recordarse que había sido infiel
porque Emma de alguna manera también le había engañado
Y ahora le miraba a los ojos no encontraba palabras, de
pronto se incorporó cuando recordó que debía hablar con ella, la vio a lo lejos
y todavía podía alcanzarle así que comenzó a caminar. ¿Qué le diría? La
cobardía le atacó por la espalda y estuvo a punto de dar la media vuelta pero
resistió y avanzó.Aún quedaba en su piel algo que nunca se borraría, aun había
algo en su cabeza que hacía eco y aún guardaba dos palabras en su garganta. Por
cobardía había callado y el silencio era demasiado ambiguo para su gusto y por esa
misma razón Emma siempre lo sostenía y así habían quedado
- Emma! Espera…
- Mierda! – Apenas vio de quien se trataba maldijo a todo
lo que existía. Quería hablar y ella odiaba hablar y entrar en conflicto ¿Para
qué? ¿era que no se habían jodido la vida lo suficiente? Estaba en un lugar
abierto y se sintió acorralada, aquí no encontraba ni una sola excusa coherente
para evadirla – Mierda, mierda, mierda – susurró
- Emma tenemos que hablar – Sonó bien decidida así que
Emma se giró lentamente – Sobre nosotras
y sobre lo que pasó… creo que es momento de que aclaremos todo
- Escucho – Señaló su oído. Le vio tomar esa pose rígida,
con el pecho hacía afuera y apretando puños, que solo sacaba a relucir cuando
quería mostrarse valientey madura. Le dio gracia la contradicción que mostraba
lo escurridizo de su mirada
- Perdóname… – Listo! En sus días de adicta había perdido
sus últimas neuronas funcionales y conciencia le gritó que si no quería quedar
como una retrasada mental moviera sus labios y dijera algo más – Eh… – abría la
boca pero nada salía y Emma le estaba mirando de una forma muy extraña
- Te perdono – Sonrió abiertamente ante el nerviosismo
que Jennifer mostraba
- Y lo nuestro se acabó! – La sonrisa de Emma ya no estaba
la había cambiado por un rostro inexpresivo pero las procesiones iban por
dentro. Cuando logró a volver a respirar le observó cómo tantas veces le había
observado antes, como esta mañana y como en el instante previo a hacerle el
amor y de nada volvió a sonreír
- Pensarás que estoy media loca – se acercó a ella como
contándole una confidencia – pero presentía que lo nuestro se había acabadoJajaja
– y se largó a reír dejando totalmente confundida a la morena – ¿Debo llorar? –
preguntó bien ácida
- No… – hizo a un lado el enojo, las rupturas no eran
fáciles y cada uno tenía su modo de afrontarlas – No entiendo de que te ríes…
- Es que es graciosojajaja – y procuró tapar su boca
- Es importante Emma – dijo con pesadumbre
- Es mentira! – le concedió la reserva que Jenny pedía a
cambió de poco de desfachatez – O no lo
creo. Lo que sea!!! Y no le daré
importancia a algo que mañana será historia – suficiente de escuchar idioteces
y volvió a retomar su camino
- Espera Emma!!! – la tomó del brazo cuando llegó a su
lado – Lo digo en serio… lo he pensado – mordió un poco sus labios ahora
culposos – te hice mucho daño y tú eres… Eres una persona genial – y la vista
se le empañó al instante – Y aunque no lo creas quiero lo mejor para ti, lo
mereces… Y creo ser es persona… lo siento – Y una lágrima rodó por su
mejilla
- Otra mentira – retiró suavemente la mano que apretaba
su mano no se dejaría apresar por esto – Quieres lo mejor para ti… y yo te
importo una mierda… Ahora te pesa la conciencia y no puedes ni sostenerme la
mirada. Mírame! – y tuvo que levantarle la cabeza desde el mentón – Estás
desesperada… – fue eso lo que encontró en sus ojos
- ¿Crees que tú puedes aplacarme? – sacudió la cabeza con
brusquedad quitando la mano de Emma de encima de su piel – No jodas Emma!!!
Solo intentando hacer lo correcto!
- ¿Engañando a un hombre que se interesa por ti? –
preguntó cargada de repugnancia – ¿Fingiendo la mayoría de las sentimientos a
cambio de un poco de contención? ¿Pidiendo que acepten tu renuncia? Eso no es
hacer lo correcto y eso se llama “escapar”
- Se fue todo al carajo!!! – Gritó a todo pulmón – ¿A qué
mierda quieres que me quede?
- Otra mentira!!! – y le señaló con el dedo acusándola
por completo – Lo que pasó fue que no pudiste perdonarme y te fuiste a follarte
a cualquiera y me dejaste a mí con todo esto – se clavó los dedos con fuerza en
su pecho – Insististe tanto por esta mierda y al primer problema le diste la
espalda… Eres una maldita caprichosa!!!
- Y tu una perra calculadora!!! – Le señaló llena de ira
– Sabes que sin esos contratos no tendrás la academia en tu puta vida…
¿Pensante que sería tan fácil como quitarme el sostén? Me usaste!!! – Cerró los
ojos con fuerza y las lágrimas comenzaron a caery rápido las secó con el dorso
de sus manos y se acercó a ella con todo la intención de volver a lastimarle –
¿Cómo lo pensaste, los contratos a cambio de un par de polvos para la bailarina
inmoral? – Sonrió totalmente perversa –
Lamento informarle profesora que no lo vale la información… jajaja
- Basta!!! – la tomó de los brazos y la sacudió un poco –
Deja de decir estupideces!!! Las cosas no son así… lo estas entendiendo todo
mal
- No quiero escuchar tus mentiras – forcejeó para
soltarse pero Emma le sujetaba con fuerza – Suéltame demonios!!! – volvió a
querer escaparse de sus manos y no lo consiguió, así que paso al plan B – ¿Qué
pasa Emma? – pegó su cuerpo al de Emma y acercó su boca desde el mentón y
mordió suavemente su labio inferior y con eso la había paralizado por completo,
Emma ya no le rozaba la piel – ¿Te sientes nostálgica? – y teniendo la
posibilidad de escapar se quedó a soplar lujuria sobre sus labios
- Sí… – y quiso alcanzar sus labios pero la morena se
retiró un sonrisa victoriosa. Emma parpadeó y volvió a la realidad – Echo de
menos a una bailarina que solía hacerme perder la cabeza – llevó las manos a
los bolsillos y una sola lágrima escapó y no intentó quitarla, no sentía
vergüenza de lo que estaba diciendo – te le pareces pero no eres ella… siento
lo de recién – Bajó la mirada ocultando la tristeza y volvió a alejarse
- Mierda!!! – pateó con fuerza una piedra que estaba en el
camino y llevó las manos a su rostro y se lo fregó con fuerza. De bronca quería
arrancarse la piel pero seguía llorando y viéndola alejarse. ¿Desde cuándo no
podía resolver su vida? ¿Desde cuándo callaba lo que sentía? ¿En había dejado
su corazón? Ah sí!… ya lo recordaba, lo tenía Emma y si lo quería de vuelta…
sabía lo que tenía que hacer
Se colocó nuevamente en frente de ella e inhaló una gran
bocanada para recuperar el aliento y con bravura le besó… y las murallas que el
resentimiento había levantado de golpe se desmoronaron con sabor de sus labios…Las
manos de Emma, en su cintura, casi imperceptibles de a poco acercándola a la
temperatura de su cuerpo, frío como siempre, todo estaba en su sitio como ayer
y la memoria le obligó a desconfiar y apretarse contra ella,quizás fuera la
última vez
Un momento duró y bastó para que los labios y la piel
ardieran rompiendo las cadenas que le había impuesto al deseo. La oportunidad
de sentirse entera le tentó fuertemente y volvió a probar, a buscarse y besar
la boca que causaba este incendio. Su sabor, su aliento y humedad alimentaban
el fuego que quemaba el límite que le separaba de la locura y reclamando lo que
le pertenecía introdujo sus manos dentro de la blusa de Emma en busca de su
piel
Estaba tan enredada y atontada por la sensación que atacó
con sus uñas arañando espalda de Emma y lo que recibía como respuesta era un
buen mordiscón en su cuello. Sonrió, se matarían y estaba encantada con la idea
y con esa boca que bajaba por su cuello reparando la herida y las manos de Emma
apretaron gloriosamente e impúdicamente sus glúteos y las llamas exigieran
quemarse una vez más en su boca
- No puedo… – Emma se separó bruscamente de ella dejando
a Jenny totalmente aturdida – Tu novio te espera – Sacó de sus labios los
restos de saliva
- ¿Vas a dejarme así? – preguntó enojada, el sexo lo era
todo para ella – Es la segunda vez Emma que me haces esto y no es gracioso!!!
- Lo siento…
- Chicas!!! – Bodo y Ben aparecieron en el lugar y Emma
dio gracias a que la moral le había detenido y recompuso un poco sus ropas y
cabello – ¿Qué hacen aquí?
- Estábamos hablando – Ben la miró con cara de
incredibilidad – ¿Y Uds.?
- Veníamos a buscarte porque tenemos un problema con la
casa – Bodo notó que Jenny estaba extraña – ¿Y a ti que te pasa Jenny?
- ¿Y a ti que te importa? – respondió agresiva
- Que humor!!! – y recordó algo que debía decirle – Jenny
ordena tu habitación recién acabo de pasar por ahí es un desastre. Esta tu ropa
esparcida por todos lados
- Hago con mi habitación lo que quiero – respondió
inmadura
- Cuando era tuya. Ahora que Emma ha llegado debes
compartirla con ella
- ¿Qué??? – a Emma aquello la agarró desprevenida y el
tono agudo que empleó la dejó en evidencia
- Que debes compartir la cama con Jenny – Bodo le repitió
- Perfecto por mí! – dijo Jenny en un tono más tranquilo
– sexo lésbico garantizado – y mitad excitada y mitad enojada emprendió su
retorno hacia la casa dejándolos a todos con la boca abierta
SUBLIME MI MEMO GRACIAS POR UNO MAS DE TUS TAN ESPERADOS CAPITULOS,, Y QUEDANDO A LA ESPERA DE OTRO TE MANDO BESOS
ResponderEliminarATTE
MILIMONT
wow gracias por este capitulo, ya espero el proximo y creo q siempre sera asi con esta historia es simplemente genial..
ResponderEliminarsaludos Natali Chile
Lo mismo digo.
EliminarMakeys.